jueves, 31 de octubre de 2019

Microcríticas Express: En la alta hierba/Mandy/La llorona





   Enésima adaptación de una novela de Stephen King, esta vez a cargo de Vincenzo Natali ("Cube") que vuelve a mostrarnos su particular laberinto, porque aunque el escenario sea al aire libre, es tremendamente opresivo y claustrofóbico. Natali saca buen partido de él combinando los planos cenitales con los del interior de un campo de hierba donde la percepción de la realidad se pierde por momentos. Durante la primera mitad me ha tenido muy enganchado por la curiosidad de saber que pasaba, pero el nivel de paranoia se va incrementando hasta llegar a dudar si los personajes, a parte de recorrer la hierba, se la estaban fumando. Aún así, me ha entretenido. 6.



   Durante la primera hora, uno sospecha que el director es posible que se haya metido un cocktail de alucinógenos. Durante la segunda no solo se confirma sino que ha doblado la dosis. Hablar del argumento es prácticamente irrisorio, para que, si es lo que menos importa. El caso es que no sé si por la potencia de algunas imágenes, el juego con la fotografía, la música, la brutalidad de algunas escenas o ver al mejor Nicholas Cage en mucho tiempo, lo cual es verdad que tampoco es decir mucho, o alguna otra razón del universo, me ha llegado a parecer curiosa, incluso atractiva. Ahora que entiendo a los que les parezca infumable. Pero desde luego que en esta película alguien ha fumado fijo. 6.


   Han hecho un Slenderman. Es decir, en lugar de sacarle partido al tema de la leyenda desarrollando un poco la historia original, la han contado en cinco minutos y venga a pegar sustos que nos están esperando. Sustos llámese a subir el volumen hasta que tiemblen los cristales de tu casa en el momento que la señora que se le ha ido la mano con el maquillaje, acerca la cara a la pantalla. Por mucho que digan que son los productores de "Expediente Warren", han debido de poner solo el nombre porque no tiene nada que ver en cuanto a calidad. Eso si, tiene una pequeña, pequeñísima conexión con ese universo. 3.


martes, 29 de octubre de 2019

Escenas Míticas: Androides - Terminator 3, la rebelión de las maquinas




   Doce años habían pasado desde la segunda película de la serie, dónde James Cameron había dejado el listón  por las nubes con “Terminator 2, el día del juicio final” como una de las mejores películas de acción, ya no de los noventa sino de prácticamente la historia del cine. Ahora, se estrena la sexta película sobre esta saga “Terminator, destino oscuro”, con el regreso de Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger, y la incorporación de Mackenzie Davis. Al parecer podría ser una secuela directa de la segunda.




   Es decir que sería una especie de reboot de ésta que comentamos. Dirige Tim Miller (“Deadpool”) y nos sirve para completar el repaso a las secuelas de “Terminator”, y lo haremos desde la tercera a la quinta, dado que a las dos primeras les dedicamos sendos especiales. Y comenzamos por esta “Terminator 3, la rebelión de las máquinas”. La cual ya empezó con mal pie tras el hundimiento de la productora original, Carolco, lo que produjo un retraso importante del proyecto.



   Lo cierto es que lo tenía todo en contra. Ya no solo por tener el listón tan alto como había dejado la película anterior sino porque no pudo contar con la gran mayoría del reparto. James Cameron consideraba que lo que tenía que contar de esta historia ya lo había contado. Linda Hamilton rehusó volver al papel de Sarah Connor y Edward Furlong se hallaba entrando y saliendo de clínicas de desintoxicación.



   Eso sí, se aseguraron la participación más importante, la de Arnold Schwarzenegger, al que tuvieron que darle el oro y el moro para que aceptara. 29 de 200 millones de dólares de presupuesto que tenía la película fueron al bolsillo del actor austríaco que además exigió un jet privado, un gimnasio particular y alojarse en suites de lujo. Al menos lo del gimnasio tenía su explicación. Arnold tuvo que invertir entre cuatro y cinco horas diarias durante tres meses para ponerse en la forma que tenía en “Terminator 2”.



   Schwarzenegger volvió a ejercer de Terminator bueno, un rol que tras la segunda parte, dónde cambió radicalmente su rol de ser el gran villano al robot defensor, con gran acierto, todo hay que decir. Por lo tanto, había que buscar al robot que venía a matar a John Connor, porque, vaya por dios, Robert Patrick (el T-1000) tampoco estaba en esta tercera parte.



   Para ello, decidieron dar una imagen totalmente renovada, cambiando el género y escogiendo a una actriz para interpretar al androide asesino. No a cualquiera, por cierto. La elegida, se dice que entre diez mil aspirantes, era un auténtico cañón, una belleza más modelo qué actriz, la alemana Kristanna Loken que, no obstante, tuvo que aumentar en seis kilos su peso para parecer más fuerte.



   Para colmo, tomaron como ejemplo la Trinity que Carrie Anne Moss interpretaba en “Matrix”, muy de moda consecuencia del éxito de la película y vistieron a Loken de cuero ajustado. Dicen las malas lenguas, que en las escenas que rodaba ella, se congregaba un mayor número de colaboradores masculinos en el plato. Especialmente en la que la chica era teletransportada desde el futuro y aparecía allí como dios la trajo al mundo.



   Ella tuvo además que tomar clases de mimo para que le enseñaran a moverse y gesticular como un robot. Pero elegidos el T-800 y la Terminatrix, faltaba completar el reparto. Nick Stahl fue el nuevo John Connor y Claire Danes (incorporación más que acertada) su futura pareja. Earl Boen, qué hacía de doctor Silberman en “Terminator 2”, realiza un cameo bastante gracioso en la película.



   Al parecer, pretendían rodar dos películas a la vez, la 3 y la 4, para abaratar costes y mostrar el verdadero enfrentamiento con Skynet del que nos quedamos a puertas. Dirigía Jonathan Mostow que venía de hacer “Breakdown” y “U-571” y que después de ésta hizo “Los sustitutos”. Las críticas fueron mixtas, abundando más las negativas. Recaudó 430 millones de dólares habiendo gastado 200 en la producción, así que se salvó pero tampoco fue un exitazo. A mí personalmente no me parece tan mala en absoluto aunque baja de nivel respeto a las dos entregas anteriores.



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