jueves, 30 de agosto de 2018

Thelma



   FICHA TÉCNICA

Película: Thelma.
Dirección: Joachim Trier.
País: Noruega.
Año: 2017.
Duración: 116 min.
Género: Drama, terror, ciencia-ficción.
Interpretación: Eili Harboe, Kaya Wilkins, Ellen Dorrit Petersen, Henrik Rafaelsen, Anders Mossling, Grethe Eltervåg, Vanessa Borgli.
Guión: Joachim Trier, Eskil Vogt.
Producción: Thomas Robsahm.
Música: Ola Fløttum
Fotografía: Jakob Ihre.
Distribuidora: SF Studios.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Thelma es una chica especial desde niña. Cuando se separa de sus padres para ir a estudiar, conoce a personas nuevas. Pero cada vez que siente algo, tiene unos ataques que están relacionados con cosas que puede hacer, cosas inexplicables.
   LO MEJOR: Cada vez me gusta más el cine procedente del norte de Europa, y mucho más de la zona escandinava, Suecia y Noruega, pues son capaces de tocar los mismos temas que en Estados Unidos con un tratamiento tan diferente que no parece el mismo. De tal forma que, si “Déjame entrar” era la versión vampírica de “Entrevista con el vampiro”, “Thelma” hace lo propio de “Carrie”. Cuidado, ninguna está copiando, pero si es cierto que Thelma comparte varios nexos con Carrie White. Ambas tienen una sólida educación religiosa, lo cual las aisla del resto de sus compañeros y por ello intentan romper con esas barreras. Ambas se encuentran en pleno despertar sexual que es sinónimo de crecimiento de sus poderes paranormales. Y, aunque Thelma no sufre bullying, si se siente inadaptada ante su tendencia sexual que a la vez produce un conflicto con su moral religiosa. Y vuelta a los poderes. Porque Thelma no puede controlarlos y son sus sentimientos los que toman el control. Es ahí donde se separa de Carrie. Por ello este film, primordialmente psicológico, de paso pone sobre la mesa temas de tipo social como la religión o la homosexualidad. Se hace, pues, una especie de híbrido entre el drama, en terror y la ciencia ficción. Donde otros harían una historia efectista aquí se hace un relato retorcido, oscuro y perturbador. Para colmo la ambientación puramente noruega, que se hace notar especialmente en la iluminación y la fotografía. Y su tono onírico le da margen para mostrar imágenes visualmente evocadoras.
   Interpretación: Siempre me sorprendió cuando un actor o actriz joven es el protagonista total de una película porque les exige estar casi de forma omnipresente en pantalla y si tienes alguna carencia interpretativa, sale a relucir. Pues he aquí otro nuevo descubrimiento de actriz muy joven que soporta sobre sus hombros todo el peso de la película y se va creciendo con cada escena. Eili Harboe realiza una actuación sensible e hipnótica, pero es tan capaz de provocar que nos apiademos de ella como que le tengamos miedo, unas veces alternativamente, otras all mismo tiempo.
   Escena (spoiler): Ya en el prólogo nos hacemos la primera pregunta de por qué un padre va a querer matar a su hija pequeña. Luego, a través de varios flashbacks, esa niña, llamada Thelma es capaz de hacer desaparecer a su hermano bebé y hacerlo aparecer en otro sitio. En una ocasión bajo el hielo de un lago. Pero todos estos actos son involuntarios y responden a cuando Thelma tiene algún sentimiento incontrolable. Como cuando conoce a Anja (Kaya Wilkins) con quien sueña despierta en una fiesta con una escena lésbica que acaba con una serpiente introduciéndose en su boca. O como Anja “le mete mano” en el teatro y nadie se da cuenta, pero Thelma está haciendo que el techo se balancee peligrosamente. Y cuando es plenamente consciente de su homosexualidad y choca de lleno con su convicción religiosa, que hace desaparecer a Anja. Y se da cuenta que tiene un poder ilimitado. Que no controla hasta darse cuenta de que su padre va a matarla, toma el control y acaba con él, para después curar la parálisis de piernas de su madre. La escena final, con Anja de nuevo, deja claro que Thelma ya controla su poder y ha vuelto a traer a su amiga. De hecho, desde un principio es Thelma quien ha hecho, inconscientemente, que se enamore de ella. Anja desde el momento que conoce a Thelma, ha sido su juguete, y al final los es, pero conscientemente, lo que le da un grado de maldad.
   LO PEOR: Lo he dicho muchas veces, no me importa la lentitud mientras me estén contando algo. Y esta lo hace. Pero ya estoy viendo a los impacientes quejándose en las redes sociales y demás, de lo lenta que es. Y otra cosa, no es una película de sustos ni de efectos especiales, a pesar del terror, con lo cual otros tantos se quejarán de ello. Yo simplemente lo aviso.
   CITAS: “¿Le cuentas todo a tu padre? Si, ¿No debería?”. “Estoy enfadada contigo, Dios. ¿Porque me estás haciendo esto?”. “Ha desaparecido una chica y creo que es culpa mía”. “Señor, ayúdame a liberarme de estos pensamientos”. “Solo debes asegurarte de no perder el control”.
   REFERENCIAS: Juega en la misma liga de chicas con poderes paranormales como “La furia”, “Push” y sobre todo “Carrie”. Y despertares sexuales que abren otras posibilidades como “Crudo”.
   CONCLUSIÓN: 7’5. Es la versión escandinava de “Carrie”. Es decir, tiene muchos nexos pero el tratamiento es completamente diferente.



martes, 28 de agosto de 2018

Escenas Míticas: Leyendas - Candyman, el dominio de la mente




   Es difícil que a alguien se le mencione el nombre de “Candyman” (una vez, tranquilos) y no sepa de que estamos hablando. Sin embargo, considero que la película fue injustamente tratada por público y crítica. Es cierto que, en su momento, ésta última no la recibió mal, pero me llama la atención que aún hoy, cuando es considerada un título de culto, siga teniendo unas notas medias bastante bajas en las principales webs de cine.




   El caso es que, aunque a la gente recuerde la película como uno de los clásicos de los noventa, anterior al fenómeno de “Scream”, en su estreno no acompañó demasiado al film. Es más, no fue nada rentable pues se invirtieron 30 millones en su producción, de los cuales solo se recuperaron 25. Sin embargo, a la larga tuvo su tirón, en cuanto a la explotación en alquiler y venta, lo que provocó que llegaran a hacerse hasta dos secuelas más. Hasta la fecha, porque durante años ha habido rumores con otra más, que no ha llegado de momento.



   Candyman responde al espíritu de un esclavo que fue apaleado y mutilado por la muchedumbre, que le acusaban injustamente de violar a una mujer blanca (véase la connotación racista) y que dejaron que fuera devorado por las abejas. No creo que fuera el único en pensar que esta leyenda tenia su base real. No es así y no debe confundir con un asesino en serie cuyas víctimas eran niños y que fue apodado Candy Man en los setenta.



   Pero la película si coge prestado de otra leyenda mucho más famosa y que según la etimología de cada país presenta variantes distintas. Y consiste en repetir frente a un espejo el nombre de un fantasma, o personaje que supuestamente habría muerto bajo circunstancias violentas e injustas, una serie de veces (el numero varia de tres a cinco). Entonces se completaría el ritual de invocación de su espíritu, Sí, es folkclore. Y nadie nos lo creemos ¿verdad? Podéis hacer la prueba. Poneros frente al espejo, apagad la luz y repetid varias veces uno de los nombres; Verónica, María Sangrienta, Bloody Mary (sí como el cocktail) o quizás, Candyman.



   Bueno si seguís leyendo es que o bien no os habéis atrevido a hacer la prueba o la habéis llevado a cabo sin ningún efecto o sobreviviendo a las consecuencias. La cuestión es que la historia de Candyman parte de “Lo prohibido”, del célebre escritor de terror, Clive Barker, quien ha sido comparado no pocas veces con el que considero el rey en esta parcela, Stephen King, y que es creador de otro de los grandes iconos del cine de terror, “Hellraiser”, llevado a la pantalla por el mismo.



   El encargado de dirigir el asunto fue Bernard Rose, director habitual del genero de terror, y que normalmente ha transitado por la serie B. Es “Candyman” su mayor obra. No dirigió ninguna de las secuelas. Curiosamente después si realizó dos filmes alejados del género predominante, “Amor inmortal” (sobre Beethoven) y una versión de “Anna Karenina”.



   La película fue rodada en una zona urbana pobre y peligrosa, un área de viviendas de protección oficial llamada Cabrini-Lireen. Y hubo que llegar a un acuerdo económico con la banda delincuente que gobernaba el lugar, además de dejarlos aparecer como extras. Se dice que la productora contrató a un francotirador por si la cosa se desmadraba. No sabemos si también es leyenda, lo que sí es seguro es que la escena de las abejas es totalmente real, con abejas de solo doce horas de vida y que así sus aguijones no pudieran hacer daño. Al actor, se le colocó un protector bucal para que los insectos no se le introdujeran por la garganta.



   La protagonista esta vez no fue una típica “Scream Queen” aunque Candyman en realidad era la variante de un slasher clásico pero de origen fantástico. Se trataba de Virginia Madsen, que venía de ser una de las sex symbols de “Labios ardientes” junto a Don Jonhson y Jennifer Connally. Y el papel de Candyman recayó en un desconocido Tony Todd, ahora clásico precisamente por este papel. Ha aparecido en numerosas películas de serie B y como secundario, sin mayor transcendencia. “El cuervo” o “Destino final” son un par de las más destacadas.



   Lo curioso son los actores propuestos originariamente. Sandra Bullock y Eddie Murphy respectivamente. Cuesta creerlo ahora, la verdad. La película tiene 99 minutos pero existe una edición especial de 127, no fácil de encontrar, por cierto.

domingo, 26 de agosto de 2018

Megalodón



   FICHA TÉCNICA

Película: Megalodón.
Dirección: Jon Turteltaub.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 113 min.
Género: Aventuras, ciencia ficción, acción.
Interpretación: Jason Statham, Bingbing Li, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis, Robert Taylor, Masi Oka, Ólafur Darri Ólafsson, Jessica McNamee, Page Kennedy.
Guión: Belle Avery, Dean Georgaris, Erich Hoeber, Jon Hoeber, James Vanderbilt (Novela: Steve Alten).
Producción: Lorenzo di Bonaventura, Colin Wilson, Belle Avery.
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Tom Stern.
Distribuidora: Warner Bros.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Durante una investigación submarina para el estudio del verdadero fondo oceánico, se produce un ataque por parte de una criatura de enormes proporciones. Para el rescate de la tripulación atrapada en el sumergible, deciden contratar los servicios de un especialista en la materia y que quizá ya tuvo contacto con dicha criatura, la cual llegan a la conclusión que podría ser un tiburón prehistórico, el megalodón.
   LO MEJOR: Cuando leo cosas como que la película tiene un guión pobre, me da por pensar que quizá alguien estaba esperando el “Ciudadano Kane” de las monsters movies veraniegas. O puede que una obra maestra del calibre de la de Steven Spielberg, hazaña que por cierto, nadie ha logrado volver a emular. Las carencias del film eran más que obvias desde mucho antes del visionado, y para el que tuviera dudas ya estaba el tráiler promocional para confirmarlo. Así que no me creo que sabiendo lo que vas a ver, y es más que evidente, te puedas sentir decepcionado. Igual al personal se le olvida que por mucho presupuesto que tenga, no deja de ser un producto de serie B en forma de blockbuster para el verano, que, por cierto, no ha tenido mucha competencia y se lo va a llevar muerto. Estas películas tienen su función, que no es otra que ofrecer un espectáculo desenfadado de evasión con el entretenimiento como exclusivo objetivo. Y hay que decir que ahí cumple con creces. No engaña a nadie ni se toma demasiado en serio a sí misma. Es tan sumamente descarada que resulta sobradamente divertida y atractiva para ver en pantalla grande. Tiene un buen ritmo, pues no dejan de pasar cosas continuamente, enganchando una secuencia con otra, bastante vistosas todas.
   Interpretación: Sin ser mucho menos santo de mi devoción, hay que reconocer que es un lujo para una película de este tipo, tener a toda una super estrella del cine de acción como Jason Statham. Ha sido bastante valiente de meterse en este tinglado. Eso si, su expresión no dista de la de toda su filmografía. Es decir, así como cabreado. Al resto del reparto casi ni merece la pena hacerles mención. Le falta al film un personaje femenino de mayor empaque, y si hubiera sido posible con un nombre cercano al estatus de Statham.
   Escena (spoiler): Hay para dar y tomar. Toda la parte desarrollada en el fondo marino es la más interesante de largo, incluyendo el rescate con los submarinos y los primeros “roces” con el pececillo. Me gusta bastante la escena en la que el escualo deja la marca de sus dientes en el túnel transparente. Ya en la superficie asistimos a reformulación sobredopada de la caza de “Tiburón”. Incluso alguien es atacado en una moderna jaula para clavarle una agujita. Por cierto, que la secuencia es de lo mejor de la película. Si es cierto que tiene un buen giro tras cazarlo y descubrir que había un segundo megalodón, incluso más grande. El que se dispone a realizar una enorme masacre en las playas chinas, un banquete que se queda en mero aperitivo y donde está claro que ha entrado en juego la autocensura. El duelo final con los submarinos es una ida de olla tan fantasmada que resulta cómica.
   LO PEOR: Madre del amor hermoso, el daño que hacen las limitaciones de calificación por edades y como someten a su dictadura a las superproducciones que se ven limitadas a bajar esa calificación en pos de abrir el arco de espectadores para recuperar su gran inversión económica. Esta película pedía a gritos una R (es decir, para mayores de 18 años) como hizo “Piraña 3D” de Alexandre Ajá, con un festival de sangre que aquí brilla por su ausencia. Me es inevitable imaginar que habría pasado con Eli Roth al mando, que era la primera opción para la dirección. Quizá por eso se le descartó.
   CITAS: “Hemos hecho el descubrimiento de nuestras vidas. Hemos encontrado un mundo completamente nuevo”. “Hay algo aquí abajo”. “Me niego a que me coma un pez prehistórico”. “¿Estás segura de esto? Claro que no”. “Menos mal, era un farol”. “¿La especie humana contra la del megalodón? No, gracias”.
   REFERENCIAS: Pues coge de aquí y de allá. Está claro que copia descaradamente, no solo de “Tiburón” sino de sus secuelas. Toma prestada de esas películas de bases submarinas como “Leviathan”, “Profundidad 6” y especialmente “Deep Blue sea”.
   CONCLUSIÓN: 6. Le pese a quien le pese, es el fenómeno veraniego de este año y cumple con su premisa de dar lo que promete.



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