jueves, 29 de noviembre de 2018

Escenas Míticas: Especial Slasher - La matanza de Texas (1974)



   Si decíamos que “La noche de Halloween” había sido el pistoletazo de salida para el slasher, no lo era del todo en sentido estricto. Por supuesto que hay slashers antes de la película de Carpenter. Por ejemplo, “La matanza de Texas”, cuatro años antes. Pero “Halloween” puso de moda un perfil de asesino que se diferenciaba del de ésta, Leatherface. Diferencias sutiles pero importantes.



   Para empezar, Leatherface no es un asesino solitario. Vive en el seno de una familia de perturbados caníbales, pero familia, al fin y al cabo. Tampoco mata por venganza ni lo hace con un arma blanca como el cuchillo de Michael Myers o el machete de Jason Voorhees, aunque ya sabemos que están abiertos a otros métodos de asesinato alternativos. Pero ningún parecido a una motosierra. Además, “La matanza de Texas” tiene más tratamiento de un survival de terror que de un slasher puramente dicho.



   Pero desde luego no puede negársele al film su capacidad de influir en el género a partir de él. Claro que hay de Leatherface (máscara, deficiencia mental) en Michael Myers y más en Jason Voorhees. Además, varios directores de alto nivel han reconocido su influencia en sus películas, como Ridley Scott en su “Alien, el octavo pasajero” o Rob Zombie en “La casa de los mil cadáveres” y su secuela “Los renegados del diablo”.



   Pero ¿de donde surgió la idea? Pues en un asesino real llamado Ed Gein, que incluso tiene varias películas directamente basadas en su biografía, como “Trastornado” (1974, mismo año del estreno que “La matanza de Texas”), “Ed Gein” (2000) o “Ed Gein, the butcher of Plainfield” (2007). Y que inspiró a Tobe Hooper para esta película y al propio Alfred Hitchcock para “Psicosis”. Eso si desde ángulos completamente diferentes.



   El maestro del suspense tomó la obsesión de Ed Gein por su madre muerta y que supuestamente le hablaba, para su Norman Bates, cuya psicopatía era bastante similar. Otra de las aficiones de Gein era utilizar la piel de sus víctimas o de cadáveres que robaba del cementerio de Plainfield, para forrar el mobiliario de la casa (muebles, lámparas, sofás, etc.). Y de ahí salió lo de que Leatherface usara la cara de los que pasaban por allí como máscara. Y si me apuras, el Buffallo Bill de “El silencio de los corderos”, haciéndose un traje de mujer con la piel de las jovencitas que mataba.



   Sin embargo, todos tenían que ver bien poco con el verdadero Ed Gein. Si acaso mucho más con Norman Bates. Como él, vivía aislado en una gran casa. Tímido, retraído y que cualquiera aseguraría que no era capaz de matar a una mosca. Aunque su fama se debió más a lo que se encontró en su casa con aquello de la piel, tazas, cubiertos, y demás hechos con huesos humanos; que al numero de víctimas. Tan solo dos se le reconocen; Benice Worden, encontrada en un cobertizo, desnuda, decapitada, eviscerada y abierta en canal, colgada de un gancho (ahí si es como Leatherface). Y May Hogan, que había desaparecido anteriormente y Gein reconoció haber secuestrado y asesinado. Pero nunca admitió ni pudo demostrarse que hubiera practicado necrofilia o canibalismo.



   “La matanza de Texas” se la reconoce como una de las mejores óperas primas de un director. Pero lo cierto es que no es exacto este dato pues Tobe Hooper había realizado una película de muy bajo presupuesto cinco años antes,”Egghells”. Después vendrían algunas resultonas películas también bastante humildes como “El misterio de Salem´s lot”, “La casa de los horrores” (clara influencia para “La casa de los mil cadáveres”), la injustamente menospreciada “Lifeforce, fuerza vital” y la primera secuela “La matanza de Texas 2” (quizá la mejor de las secuelas).



   Siempre se ha mantenido en la serie B, como John Carpenter (para mi muy superior) y George A. Romero. Porque yo no considero “Poltergeist” suya. Cualquiera puede ver que Steven Spielberg tiene mucho más que ver en ella que Tobe Hooper. El caso es que “La matanza de Texas” se convirtió en un título de culto casi de forma inmediata, siendo acogida por muy buenas críticas (que la veían como un retrato de la América profunda) y suponiendo un excelente negocio para el propio Hooper y su amigo Lou Ferrigno (el Hulk antiguo), que le ayudó a financiarla. Les costó 140000 dólares y reportó en la taquilla 30 millones.

   Hoy en día, en muchas encuestas sobre las películas más terroríficas de la historia del cine, llega a superar a títulos como “La noche de Halloween” o “El exorcista”. Tuvo tres secuelas más, un remake en 2003, que contó con sus propias dos precuelas y otra secuela más. En total, ocho películas hasta la fecha. Marilyn Burns (por cierto, murió en Texas) gozó de cierta popularidad por su participación y tras la máscara estuvo el islandés Gunnan Hensen, pero a lo largo de la saga han sido hasta siete actores más.

martes, 27 de noviembre de 2018

Los Libros de Zoe: Las supervivientes



   AUTOR: Riley Sager  (USA, 1971). Publicación: 2018. Género: Terror, Survival. Riley Sager es un seudónimo. Tras él se oculta el periodista y editor Todd Ritter, que aunque ha escrito más libros, éste en concreto lo ha hecho bajo pseudónimo,con lo que estamos ante la primera novela de su alter ego literario.
   SINOPSIS: Hace diez años, Quincy, actualmente con una vida más que rutinaria, fue la única  superviviente de Pine Cottage, una terrible masacre en la que murieron cinco amigos suyos y que su memoria ha bloqueado. Por ello la prensa la denomina como una de las Final Girl. Hay otras dos supervivientes más: Lisa y Sam. Quincy y Lisa se conocen, pero ninguna conoce a Sam, que parece haberse evaporado. Pero un día Sam aparece en la puerta de Quincy y le anuncia que Lisa ha sido hallada muerta.
   PERSONAJES: La novela se focaliza en tres mujeres: Quincy, Samantha y Lisa. Cada una de ellas es llamada “La Última Chica”, debido a que las tres han sobrevivido a diversas matanzas quedando ellas como únicas supervivientes. No se conocen entre sí pero son famosas, la prensa las acosa y quiere saber todo sobre ellas. Quincy, la protagonista, en realidad no ha superado para nada lo ocurrido, vive bajo una superficial vida anodina, pero esta aterrorizada de que el asesino o un copycat vaya a por ella.
   LO MEJOR: Estamos ante una novela que se estructura bajo dos vías temporales. La presente, en la que Quincy nos va relatando su vida y la del pasado, en la que se nos va narrando lo acontecido en Pine Cottage (lugar de la matanza), proporcionándonos la información a medida que la protagonista va recordando. Asimismo la novela nos proporciona dos versiones respecto a como sobrevivir a un tragedia de esas dimensiones, ésto es la de Quincy obstinada en seguir adelante y no querer saber nada, y la de Sam, la típica versión de quien está marcado de por vida, siente ira, se rebela contra el mundo y no consigue adaptarse del todo a las normas sociales. La tercera vía que queda muy bien reflejada en esta novela, es la periodística: la persecución a las protagonistas, el sensacionalismo y la noticia. Al margen de lo anterior, es una trama oscura, la novela está llena de giros, y cuestiones que tardan en ser contestadas. De hecho, te mantiene en vilo hasta el final. Todo el mundo parece sospechoso y resulta casi imposible e imprevisible imaginarse que pasó exactamente aquel día en Pine Cottage, ya que Quincy no recuerda casi nada de lo que pasó el día en el que mueren todos sus amigos en una cabaña donde estaban pasando el fin de semana.
   LO PEOR: Efectivamente, la novela cae constantemente en tópicos, pero al fin y al cabo es un survival. Otro problema de mayor peso, es que no he conectado con la protagonista hasta casi las últimas páginas, hay algo en ella que me repele un poco (pero tampoco puedo dar más detalles). En otro orden de cosas, por ultimo hubiera estado bien que se profundizara más en las otras dos supervivientes, aunque entiendo que quizás eso hubiera hecho que se convirtiera en una novela coral, aun así lo eché de menos. Por último los personajes masculinos están muy desaprovechados y debería haberlos desarrollado un poco más, porque se quedan en puros clichés.
   CITAS: "El bosque tenía garras y fauces. Quincy corría entre los árboles gritando mientras todas aquellas rocas, espinas y ramas la mordían y la arañaban, pero no se detuvo. Ni cuando las piedras se le hincaron en las plantas de los pies descalzos. Ni cuando un tallo le azotó la cara como un látigo y un hilo de sangre le chorreó por la mejilla. Detenerse no era una opción. Detenerse era morir." "Soy su creación, forjada con sangre y dolor y el frío acero de una cuchilla. Joder, soy una Última Chica". "Nosotras no estábamos en una película. Nos pasó en la vida real. Nuestra vida. La sangre no era de mentira. Los cuchillos eran de acero, afilados como en las pesadillas. Y quienes murieron desde luego no merecían morir. Sin embargo, por alguna razón, nosotras chillamos más fuerte, corrimos más rápido, luchamos con más ahínco. Nosotras sobrevivimos."  
   CONCLUSIONES: Las supervivientes” es una espeluznante novela de misterio y suspense psicológico, acuciante y repleta de giros argumentales, con una intriga muy bien elaborada y estructurada, de ritmo muy ágil y en la que no hay lugar para el aburrimiento. En toda la novela se palpa  un ambiente muy tenso, nervios, locura. Es muy visual (hay escenas bastante duras y de gran violencia, con mucha sangre), por lo que no sería extraño su adaptación a la gran pantalla o al formato televisivo. Con todo ello, solo os digo, en especial a los amantes del género, que la leáis, vibréis y disfrutéis con ella.



domingo, 25 de noviembre de 2018

Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte



   FICHA TÉCNICA

Título: Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte.
Dirección: Fede Álvarez.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 117 min.
Género: Thriller, drama, intriga.
Interpretación: Claire Foy, Sverrir Gudnason, Vicky Krieps, Sylvia Hoeks, Claes Bang, Stephen Merchant, Keith Stanfield, Cameron Britton, Synnøve Macody Lund, Christopher Convery, Andreja Pejic, Beau Gadsdon, Carlotta von Falkenhayn, Alexander Yassin, Sonja Chan, Felix Quinton, Johan Eriksson, Martin Müller
Guión: Steven Knight, Fede Álvarez, Jay Basu (Libro: David Lagercrantz. Personajes: Stieg Larsson).
Producción: Eli Bush, Elizabeth Cantillon.
Música: Roque Baños.
Fotografía: Pedro Luque.
Distribuidora: Sony Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: A Lisbeth le es encargada la tarea de robar un importante archivo que contiene un sistema de control de misiles para el servicio secreto norteamericano. Desde ese momento será perseguida para acabar con ella y hacerse con ello. Lisbeth pedirá a ayuda a su amigo Mikael Blomqvist.
   LO MEJOR: Me preguntaban que diferencia había entre intriga y suspense, y yo contestaba que intriga se basa en la curiosidad y el suspense en la tensión. Otra cosa es que ambas puedan ir de la mano. Como ocurre en este caso. Pero la elección del uruguayo Fede Álvarez (sorprendente para mí en un principio), director del remake de “Posesión infernal” de 2013, y “No respires”, productos de pura tensión, incluso, incluso más propiamente de terror, ha inclinado más la balanza hacia el lado del suspense. Cosa que no habría sido así de haber vuelto a contar con David Fincher, a buen seguro. Pero ese dato no ha sido precisamente negativo pues han conseguido lo que pretendían, darle otro aire a la saga, girando hacia las claves del último cine de espionaje y acercándose hacia las sagas protagonizadas por Ethan Hunt (“Misión imposible”), Jason Bourne o incluso James Bond. Para ello también han evolucionado el personaje principal, Lisbeth Salander, hacia una heroína en clave de justiciera como máxima encarnación en la lucha feminista contra la violencia de género. Incluso tiene cierto toque al cine de superhéroes pues todos esos cachivaches tecnológicos de hacker son a Lisbeth lo mismo que sus gadgets a Batman. Aun así, la película se estructura de forma similar a las del resto de la saga, mezclando la trama de investigación con la del pasado personal de la protagonista. Aunque el ritmo es notablemente superior, con bastantes más acción (con excelentes secuencias). De hecho, podría ser la entrega más entretenida de la serie.
   Interpretación: La papeleta de Claire Foy para encarnar un personaje tan icónico y cuyas anteriores actrices habían dejado tan buen sabor, era de considerables proporciones. Noomi Rapace leyó magníficamente el enigmático personaje de Lisbeth en la trilogía sueca. Y Rooney Mara había replicado a las mil maravillas en el remake americano, siendo hasta nominada al Oscar por su interpretación. De hecho, era mi favorita para volver a meterse en su piel. Pero lo cierto es que a Foy no le ha pesado la responsabilidad y defiende excepcionalmente su versión del personaje. No ha tenido tanta suerte Sverrir Gudnason (“Borg McEnroe”) no porque sea un mal actor sino porque no me cuadra como Mikael Blomqvist. Es demasiado joven cuando la diferencia de edad es una de las peculiaridades de su relación con Lisberth. No es culpa suya, parece más un error de casting. La que si esta maravillosa es Sylvia Hoeks como villana, lástima no poder disfrutarla más tiempo en pantalla.
   Escena (spoiler): Ese tono de heroína justiciera que le han dado a Lisbeth ya queda marcado desde la primera escena tras el prólogo de las hermanas del pasado de la protagonista. Pero en donde se ha lucido especialmente Fede Álvarez es en las secuencias de acción, con una puesta en escena exquisita. Prueba de ello es el intento de asesinato de Lisbeth (lanzamiento de cabeza a una bañera incluido), la pelea en el baño que acaba con el personaje de Balder muerto, la escapada en  moto por el hielo, la persecución terminada en el puente o el final con el francotirador. Aunque lo más interesante es el diálogo de las hermanas Salander en el precipicio, que termina con el suicidio de la villana.
   LO PEOR: Esa intención de cambio se ha cobrado sus víctimas. La más evidente es que se han pasado al libro literalmente por el forro. Apenas tiene unos cuantos elementos de la trama de la novela como planteamiento y esqueleto de la película pero la libertad que se han tomado como adaptación ha sido más que generosa.
   CITAS: “No volverá a hacerte daño”. “¿Por qué has ayudado a todo el mundo menos a mí?”. “¿No eres Lisbeth Salander? La que hace daños a los hombres que hacen daño a las mujeres”. “¿Por qué las arañas no se quedan atrapadas en sus telarañas?”. “Me dicen que eres la única capaz de hacer el trabajo. Necesito que hagas lo imposible”. “¿Qué estoy buscando? La suma de mis pecados”. “Alguien siempre tiene que cargar con el dolor. Ahora te toca a ti”. “Creías que ella no tenía un plan”. “Ahora el mundo arderá y todos sabrán que fuiste tú quien prendió la cerilla”. “
   REFERENCIAS: Está basada en la cuarta novela homónima de la saga “Millennium”, escrita esta vez por Michael Lagercratz, retomándolo tras la muerte del escritor original, Stieg Larsson. Aunque la adaptación se ha acercado al cine de agentes secretos tipo “El caso Bourne”.
   CONCLUSIÓN: 7. Un cambio de aire que le da un nuevo aire a la saga y la acerca más al cine de suspense y acción que al de intriga. Lo cual quizá haga que sea la más entretenida.



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