sábado, 28 de noviembre de 2020

Patria

 
  
   FICHA TÉCNICA


Título: Patria.
Dirección: Aitor Gabilondo (Creador), Félix Viscarret, Óscar Pedraza.
País: España.
Año: 2020.
Duración: 55 min (8 episodios).
Género: Drama.
Interpretación: Elena Irureta, Ane Gabaraín, Loreto Mauleon, Susana Abaitua, Mikel Laskurain, José Ramón Soroiz, Jon Olivares, Eneko Sagardoy, Iñigo Arambarri, Javier Beltrán, Alvar Gordejuela, Nagore Aranburu, Manuel Morón, Alba Brunet, Jesús Gallo, Begoña Maestre, Bruno Martín, María Isabel Díaz, Marcel Borrás, Lander Otaola, Fernando Guallar, Mario Mayo, Patxi Santamaria, Johanna Wallmeier, Adolfo Fernández, Txema Blasco.
Guion: Aitor Gabilondo (Novela: Fernando Aramburu).
Producción: Aitor Gabilondo.
Música: Fernando Velázquez.
Fotografía: Álvaro Gutiérrez, Diego Dussuel.
Distribuidora: HBO España.


    CRÍTICA


    SINOPSIS: Cuando ETA decide acabar con la actividad terrorista, la mujer de un empresario que fue víctima de un atentado, vuelve a su pueblo, del que tuvo que irse tras el asesinato. Allí se enfrentará con las miradas que la acusan de querer remover el pasado.

    LO MEJOR: Probablemente sea uno de los mejores años en cuanto a series en España. Y ésta está entre lo más destacado, sin duda. Una propuesta sumamente valiente teniendo en cuenta el tema que trata, que lo hagas como lo hagas va a suscitar críticas por todas partes. Los españoles somos un pueblo al que nos cuesta pasar página y eso se refleja en el cine. Por ejemplo, el cine de Estados Unidos saca mucho más provecho de su historia por muy negra que sea, y si no, hacer una lista de películas basadas en Vietnam, el asesinato de JFK o incluso en el 11-S. O cuántas películas hay sobre el IRA. Sin embargo, aquí no tenemos ni una sobre el 11-M. Pero el tema de ETA es especialmente candente en este país y es normal. En mayor o menor medida todos hemos vivido el clima de terrorismo y es cierto que cuesta. En ese sentido tengo que contradecir a aquellos que acusan a la serie de no posicionarse respecto al conflicto. No es cierto, si lo hace. Si señala quién son los monstruos. Lo que pasa que se centra en otros aspectos de éste. En el punto de vista de las familias, tanto de las víctimas como de los terroristas y como esta situación no ha hecho otra cosa que contribuir a su destrucción, además de romper comunidades, amistades, vidas. Si se posiciona porque señala con el dedo como se justificaban unos atroces actos con el objetivo de una libertad que no ofrecían a sus conciudadanos. Se quería liberar a un pueblo imponiendo otro régimen, y eso se refleja perfectamente en la serie.

    Interpretación: Se ha optado por que todos los integrantes del reparto fueran vascos para que no hubiera que imitar el acento si no que fuera natural. Todo pivota respecto a dos personajes que representan dos posiciones totalmente antagónicas, los interpretados por Elena Irureta y Ane Gabarain, que están imperiales. Pero es tan enormemente respaldadas por Mikel Loskuain, Jon Olivares, Ramón Saroiz y especialmente por Loreto Mauleón, que quizá tiene el personaje más difícil de interpretar.

    Escena (SPOILERS!!): El asesinato es mostrado en varias ocasiones a lo largo de los episodios, yendo a caballo entre el presente (situado en el final de la actividad terorista de ETA) y el pasado, con unos flashbacks que nos lo muestran desde distintos ángulos pero que cada uno nos revela algo nuevo como si estuviera componiendo un puzle. Algunas de las escenas más significativas y emotivas. La carta donde el etarra pide perdón o el abrazo de las dos protagonistas. Muy tensa es la del atentado con coche bomba ante la posibilidad de que la mujer y el hijo de la víctima suban al coche. Pero hay dos secuencias que me han parecido más trascendentales. La de las pintadas en el pueblo, lo que les señala como familia apestada y a continuación pasan a serlo instantáneamente, y la del padre del etarra suicidado, en la carnicería, harto ya del discurso político de ETA.

    LO PEOR: Se la va a juzgar más por las creencias políticas de cada uno que por la calidad en sí como producto televisivo. También es normal. La objetividad en un tema tan espinoso y todavía reciente es complicada. Mucho más dependiendo de cómo le haya tocado a cada uno esta situación. Personalmente, ha habido cosas de la historia que me han resultado especialmente duras.

    CITAS: Lo que nos faltaba, ser víctimas de las víctimas”. “No te saludo porque me traería problemas pero que sepas que si te veo por la calle te estoy saludando con el pensamiento”. “Yo no he educado a mi hijo para que mate”. “Matan y les matan”. “¿Y si es él el que hace daño a los demás”. “Soy su madre, siempre lo seré, pase lo que pase”.

    REFERENCIAS: Adapta y de forma muy fiel la novela homónima de Fernando Aramburu. El documental “El desafío ETA” puede ser un buen complemento para la serie. Otras películas con este tema son “Yoyes” o “El lobo”, pero desde perspectivas muy diferentes.

    CONCLUSIÓN: 8. Valiente propuesta por lo candente del tema y lo fácilmente que es que caiga en acusaciones de todas las partes. De lo mejor en series de este año, muy apoyada en sus interpretaciones y la fidelidad a la novela.




 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Escenas Míticas: Cine coreano - El extraño

 

 
    Si anteriormente fue el cine japonés el que en mayor medida nos llegaba a Occidente en su vertiente de terror, explotándonos un concepto de éste distinto al que estábamos acostumbrados, basado en sus propias leyendas y con un ideal de fantasma muy particular, el cine coreano nos ha llegado más a través del policíaco y de acción, sobrepasando en interés al género de terror japonés quizá un tanto sobrevalorado.
 
 

 
   Prueba de ello son las dos películas anteriores, y las únicas pues Na Hong-Jin tan solo tiene tres títulos, en su filmografía, al menos si atendemos a los largometrajes.”The chaser” y “The yellow sea” van precisamente en esa línea de thrillers de acción y policiaco. Pero precisamente en su tercer film, aunque comenzando en un tipo más de psicokiller, paulatinamente va tornando hacia el terror.



   De hecho, cumple esa premisa que venimos comentando como característica del cine coreano, la mezcla de géneros. De tal manera que si la trama se nos presenta como un thriller policíaco de asesinos en serie, por el camino incluso tocando la comedia, termina situándose claramente en el terror con toques de fantástico sin perder ocasión de dar un mensaje social.
 


   Porque toca el tema de la precaución de los acechadores de las zonas rurales de Corea, el temor por los depredadores sexuales, la pederastia y asesinos rituales. Todo también relacionado con una crítica a la xenofobia. No es casualidad que “El extraño”, el peligro por la comunidad coreana , este representado en un japonés, fobia que ya se había visto en el chino.
 

   Pero básicamente, o más bien predominantemente, es una película de terror. En ese sentido lo tiene todo. Hay posesiones, brujería, leyendas e incluso zombis y el mismísimo diablo. No le falta de nada. Pero en un estilo muy distanciado del terror japonés, más fundamentalmente basado en el miedo a través de sustos. Aquí ese miedo nos llega mediante el horror implícito en la historia.



   Una de sus características qué más la aleja de la fórmula habitual es no desarrollarse prácticamente nada en el interior de las casas. Nos muestra una Corea rural, haciendo un excelente uso del paisaje, de sus montañas y sus bosques, de las zonas poco pobladas, y remarcándolas con una gran fotografía. Además, no se corta en absoluto en el uso de la violencia, la cual muestra de forma explícita, con generosas dosis de sangre, incluso algo de gore.


    Una de las bazas que mejor utiliza es el tratamiento del montaje, al que habría ayudado para ser más equilibrado especialmente con el ritmo, un recorte de metraje por qué, como a otras tantas películas coreanas, se le va la mano en este aspecto, aquí hasta las dos horas y media. Aunque es cierto que viendo la película no hay partes que descaradamente sobren. Quizá cuando más se acerca a la comedia en su primer tercio. Pero no hay una sensación de que haya alargado en demasía.



   Otra característica que cumple con el cine coreano es el de tener un final trágico. No es casualidad que las cuatro películas de este ciclo compartan ese rasgo. Dicho ésto, “El extraño” tenía una escena final, un epílogo que finalmente fue eliminado, en el que el japonés, sentado en un banco junto a la carretera, ofrecía dulces a un niño, pero antes de llegar a tocarle, su madre se lo llevaba, y el japonés sería recogido por su cómplice en coche y se marchaba ante la mirada de la “mujer de blanco”.
 


   La película fue premiada en la mayoría de los certámenes asiáticos de 2016. E incluso fue galardonada como mejor Película Asiática en el Festival de Sitges. Además de llevarse la fotografía. Obtuvo generalmente muy buenas críticas, y también funcionó en lo económico, costó 8 millones de dólares y recaudó 51 en taquilla.
 



domingo, 22 de noviembre de 2020

La mujer que camina delante

 

    FICHA TÉCNICA


Título: La mujer que camina delante.
Dirección: Susanna White.
País: Estados Unidos.
Año: 2017.
Duración: 102 min.
Género: Drama, western.
Interpretación: Jessica Chastain, Sam Rockwell, Ciarán Hinds, Michael Greyeyes, Chaske Spencer, Bill Camp, Luce Rains, Rod Rondeaux, Louisa Krause, Boots Southerland, Kindall Charters, Jacob Browne, Rulan Tangen, Monika Crowfoot, Debbie Black Lance, David Midthunder.
Guion: Steven Knight.
Producción: Edward Zwick, Marshall Herskovitz, Erika Olde, Rick Solomon, Andrea Calderwood.
Música: George Fenton.
Fotografía: Mike Eley.
Distribuidora: A24.


    CRÍTICA


    SINOPSIS: Tras la muerte de su marido, Catherine Weldon se desplaza de Nueva York a la reserva india de Dakota, donde viven los sioux, con intención de pintarle unos retratos a su jefe, Toro Sentado. Pero en su estancia, se implicará en su lucha por mantener sus tierras.

    LO MEJOR: Puede que resulte un tanto típica pero me parece que es un episodio de la historia de EEUU que merece la pena conocer puesto que extrañamente apenas se ha acercado al cine a una de las figuras más importantes de la cultura india nativa americana, Toro Sentado, salvo para colocarle como villano en películas en la que formaba parte de los culpables de la masacre del Séptimo de Caballería y su General Custer en la batalla de Little Bighorn, cómo “Murieron con las botas puestas”, de Errol Flyn. Sin embargo, aquí, sin llegar a ser un biopic como “Gerónimo” pues solo pone atención a una parte de su vida y muy corta, se toma su final y nos muestra cómo se originó una masacre pero de indios, niños y mujeres en su mayoría, de la que incluso el Congreso de los Estados Unidos ha tenido que pedir perdón formalmente por tal atrocidad. Tampoco oculta las cometidas por los sioux pero se centra en la relación real de amistad entre la pintora Catherine Weldon , con la que se le da un toque de feminismo a la historia, y Toro Sentado, para hablarnos de pacifismo, racismo e incluso democracia, temas muy presentes en la actualidad estadounidense. No es un western clásico por tanto. No va de indios y vaqueros, aunque si aporte soluciones visuales típicas del género como el uso del paisaje y la influencia de la naturaleza.

    Interpretación: Jessica Chastain es una actriz cuya sola presencia ya es reclamo suficiente en sí mismo. Que aunque se siente en una mecedora hacer punto, ya resulta interesante. Y aquí hace bastante más que eso, así que con ésto queda dicho todo. Me llama la atención que no tenga ya un Oscar. Pero el reparto tienes otras baluartes. Como la participación de ese gran actor que es Sam Rockwell en un personaje no tan esquemático como parece. También Ciaran Hinds y Bill Camp aportan con sus breves pero importantes papeles. Aunque con quién Chastain mantiene un “tú a tú” es con Michael Greyeyes, y muy bien salvado.

    Escena (SPOILERS!!): Uno de los aspectos más interesantes a nivel de guion es el juego de roles entre los personajes de Silas Groves (Rockwell) y el general Crook (Camp). En un principio es Groves quien parece tener un odio especial por los indiosy Crook quien muestra respeto por ellos. Pero Crook revela, en la cena con McLaughlin (Hinds) que tiene cuentas pendientes con ellos. Lo cual se confirma en uno de los momentos más importantes de la película, la votación sobre el Tratado, el cual Groves ha hecho todo lo posible por sacar adelante incluso mediante trucos bastantes sucios y, sin embargo, lo que pretendía era evitar otra guerra y la posterior masacre de los sioux, y Crook se vengarse de lo de Little Bighorn provocando su negativa al Tratado y así tener la excusa para perseguirlos. Las otras dos escenas importantes son la brutal paliza que se lleva Catherine (Chastain) en el pueblo, y el “atentado” a Toro Sentado. La masacre posterior en Wounded Knee no llega a salir.

    LO PEOR: La directora, Susanna White, posee una gran experiencia en el campo de la televisión interviniendo en series como “Generation kill” o “ Boardwalk Empire”, por mencionar algunas y eso se hace notar. Narra muy bien pero con una dirección un tanto plana que le da un aspecto a la película un poco televisivo.

    CITAS: Solo he venido a pintar un retrato”. “Ésta es una de las obras más hermosas que he visto nunca. Vivió todo eso y lo convirtió en algo hermoso”. “La insignificancia es lo único contra lo que yo he luchado”. “El tiempo no se puede detener. Los cambios llegan como la lluvia. Esos días jamás regresarán”. “Si perdemos la votación tendrán excusa para declarar la guerra. En el fondo eso es también lo que Toro desea”.

    REFERENCIAS: Pertenece a esos western que señalan el maltrato a los nativos americanos, como “Soldado azul” o “Bailando con lobos, pero mucho menos explícita.

    CONCLUSIÓN: 6’5. Curiosamente, toca temas que valen para esa época y la actual, aproximándose a la figura de Toro Sentado, a através de ojos de una Jessica Chastain que vuelve a estar perfecta.





sábado, 21 de noviembre de 2020

Gambito de dama

 

    FICHA TÉCNICA


Título: Gambito de dama.
Dirección: Scott Frank (Creador), Allan Scott (Creador), Scott Frank.
País: Estados Unidos.
Año: 2020.
Duración: 60 min (7 episodios).
Género: Drama.
Interpretación: Anya Taylor-Joy, Thomas Brodie-Sangster, Bill Camp, Harry Melling, Isla Johnston, Moses Ingram, Chloe Pirrie, Janina Elkin, Marielle Heller, Marcin Dorocinski, Patrick Kennedy, Matthew Dennis Lewis, Russell Dennis Lewis, Rebecca Root, Christiane Seidel, Millie Brady, Akemnji Ndifernyan, Eloise Webb, Alexander Albrecht, Tatsu Carvalho, Michel Diercks, Murat Dikenci, Rebecca Dyson-Smith, Reda Elazouar, Sam Gilroy, Hubertus Grimm, Charlie Hamblett, Madeline Holliday, John Hollingworth, Tim Kalkhof, Raphael Keric, David Masterson, Steffen Mennekes, Alberto Ruano, Kyndra Sanchez, Sarah Schubert, John Schwab, Ricky Watson, Martin Müller.Guion: Scott Frank (Novela: Walter Tevis).
Producción: Scott Frank Allan Scott.
Música: Carlos Rafael Rivera.
Fotografía: Steven Meizler.
Distribuidora: Netflix.


    CRÍTICA


    SINOPSIS: Desde muy niña, Beth Harmon demuestra una gran habilidad para jugar al ajedrez. Capacidad que se irá incrementando a lo largo de los diferentes torneos en los que participa que le harán vivir una vida muy excitante pero también caer en ciertas adicciones. Deberá vencerlas para conseguir su gran objetivo, ser la mejor.

    LO MEJOR: Es como para seguirle la pista a Scott Frank, al menos en cuanto a series de televisión, que ya había sido el creador de otra muy buena muestra de ello con la incomprensiblemente no tan conocida como debiera, el western “Godless”. Aquí ha vuelto a demostrarlo, que es un medio y un formato en el que se siente a gusto. “Gambito de dama” (el nombre corresponde a una apertura de ajedrez y eso no es porque si), nos narra de forma brillante la evolución de un personaje emocionalmente muy golpeado y como su apego a este juego afecta al desarrollo de su vida, su personalidad y su caracter. Haciendo referencia a la inestabilidad propia de muchos genios, nos introduce a uno en el que su principal genialidad, su extraordinaria capacidad para jugar al ajedrez, ejerce de contrapeso equilibrador de su lado emocional y no al revés. Mostrándonos el ajedrez como un juego trepidante, que hará las delicias de sus aficionados pero también de los que no lo son. No son pocos los que han manifestado que la serie les encanta a pesar de no tener ni idea de jugar. De todas formas, es un nivel tan alto que ni los jugadores hemos podido seguir la jugadas. No pasa nada, entretiene igual, Frank ha hecho una serie para todo el mundo, no para los ajedrecistas. Por eso se ha empeñado tanto en la reconstrucción histórica (el vestuario y los escenarios están cuidados al detalle) y el desarrollo del personaje principal.

    Interpretación: He alabado tanto el talento de esta actriz que corro el riesgo de resultar reiterativo. Pero si la chica borda cada papel de su todavía corta carrera que le vamos a hacer. Se come la cámara y la prueba es que con tan solo 24 años ya está liederando repartos como quien sale a pasear por el parque. Si se aprecia que intenta, y hace muy bien, no encasillarse en un perfil de personaje ni estancarse, como quizá le está pasando a otras actrices jóvenes como Chloe Moretz. Pero además, aquí Anya Taylor-Joy se ve muy bien acompañada por Thomas Brodie-Sangster, Harry Melling, Bill Camp o Marielle Heller.

    Escena (SPOILERS!!): A lo largo de los primeros episodios hay momentos muy reseñables como su aprendizaje con el conserje del orfanato, la multipartida en la universidad siendo una niña de nueve años o la muerte de su madre adoptiva. Son importantes los flashbacks con su perturbada madre genética porque aportan información sobre lo que le ha podido afectar psicológicamente a Beth (Taylor-Joy), siendo muy breves y no abusando de este recurso narrativo. Son significativas sus reacciones a sus derrotas en el tablero, como la de Benny Watts (Brodie-Sangster) o las dos com Vasily Borgov (Marcin Dorocinski) aunque también sus vistorias, com contra el niño. Pero el último episodio es el más emocionante con la partida final, ella espoleada por el recuerdo de quien la enseñó a jugar, cuando descubre que había seguido toda su evolución hasta su propia muerte. Como la ayudan todos desde Estados Unidos y rodar la partida como un auténtico combate de mentes es un acierto.

    LO PEOR: Prácticamente no tiene fisuras. He leído a algunos que señalaban que la serie, cuando se apartaba un poco del ajedrez, bajaba muchos enteros. No estoy de acuerdo, la serie homenajea al ajedrez pero en contra de lo que muchos piensan, no es el centro de la historia.

    CITAS: "Es huérfana. Una sobreviviente. Es como nosotros, perder no es una opción para ella. Si no, ¿qué sería de su vida?". "Es todo un mundo de sólo 64 cuadrados. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, puedo dominarlo y es predecible. Así que, si me hago daño, sólo me tengo a mí misma para culparme". "La creatividad y la psicosis a menudo van de la mano. O, para el caso, genio y locura". "Nosotros, los estadounidenses, trabajamos solos porque todos somos psicópatas individualistas. No nos gusta que nadie nos ayude". "La rabia es como el picante. Una pizca te despierta, pero en exceso te adormece". "Es absurdo correr el riesgo de enloquecer por pura vanidad". "Estoy aquí porque necesitas que esté aquí, eso hace la familia. Es lo que somos". "Has sido el mejor en lo que haces durante tanto tiempo que ni siquiera sabes cómo es para el resto de nosotros" .

    REFERENCIAS: No son pocas las referencias que se hacen al que probablemente fue el mejor ajedrecista norteamericano, porque los estadounidenses siempre han estado buscando alguien que ganara a los rusos. “En busca de Bobby Fischer” o “El caso Fischer” son buenos ejemplos.

    CONCLUSIÓN: 8. Anya Taylor-Joy luce en cada casilla de este tablero convirtiéndose en una versión femenina de Bobby Fischer, en una de las mejores series de este año, que es todo un homenaje al ajedrez pero no está dirigida a los aficionados al juego.





martes, 17 de noviembre de 2020

Escenas Míticas: Cine coreano - Encontré al diablo

 

 
   Cada vez que alguien pide recomendaciones de películas coreanas, sea en redes sociales o donde sea, esta película está entre las más repetidas. No es para menos porque desde luego es un estupendo thriller y es inevitable quedar impactado tras su visionado. Ahora, ¿Es tan bueno? ¿Ese impacto tiene que ver con la calidad del film o con la violencia de sus imágenes?
 
 


   Siendo sinceros creo que lo segundo. Lo dice uno que tiene este título entre sus preferidos del cine coreano, y la prueba es que la estoy incluyendo en esta selección. Precisamente por su alto nivel, hay que exigirle la comparación con lo mejor de este cine. En esa premisa, “Encontré al diablo” no es perfecta. Por ejemplo, “Parásitos” llegaba a la excelencia por el equilibrio entre los factores que hacen sobresaliente a una película.
 


   De donde más adolece es del guion. Por mostrar algunas de sus debilidades, no se entiende como la película tiene una lista de sospechosos a los que no les hace ninguna clase de seguimiento. Pero que el protagonista encuentra con una facilidad clarividente. Tampoco que éste deje constantemente libre al culpable de la muerte de su novia, permitiéndole sembrar el país de cadáveres. Porque si quieres vengarte de alguien, le coges, te lo llevas a un lugar apartado y ahí le haces lo que quieras. 
 


   Por cierto, que no sé si es que Corea tiene el mayor porcentaje de asesinos en serie del planeta pero en la película da la impresión que das una patada y salen por todas partes. Pero bueno, se le acepta. La otra debilidad es el metraje excesivo, una característica muy habitual en el cine coreano. Con un recorte de veinte minutos habría mejorado ostensiblemente el ritmo, qué es bastante irregular.
 


   Pero hasta ahí, lo demás es sumamente admirable. Otra de las constantes del cine de este país es la mezcla de géneros. No es extraño que algunos la calificaran en su momento como una mezcla de “Seven” o “Saw”. Porque aunque tiene evidentes toques del policiaco y la acción, gran parte de la película transita en el psicokiller y tiene evidentes toques del cine de terror, en su vertiente de horror.


 
    Porque ese impacto del que hablamos que produce su visionado es por su extrema violencia y sobre todo de como la muestra. Toda la narración está impregnada de sangre y hasta gore, pues nos deleitan con descuartizamientos, decapitaciones y canibalismo, y no hay prácticamente ni una de esas escenas que sea fuera de plano. Es más, incide tanto en esos momentos de brutalidad que resulta desagradable, e incluso redundante.
 

   El tema de la venganza es otro de los predominantes en el cine coreano. Aquí, en esa variante de género de terror, podría incluirse este título en uno de sus subgéneros, el de “violación y venganza”, salvo que el castigo no es llevado a cabo por la propia víctima, como ya ocurría en una de las máximas representantes de ese tipo de películas, “La última casa a la izquierda”. Pero realmente el tema central del film es el concepto de monstruo.

 

   De hecho, en ese juego del gato y el ratón entre el psicópata y el policía, que a veces cambia de dirección e intercambian los roles de perseguidor y perseguido en ese duelo interpretativo que mantienen Lee Byung-hun (habitual en la filmografía del director) y Choi Min-sik (habitual es la de Park Chan-wook, otro especialista en películas de venganzas como “Oldboy”) pero también equiparan sus perfiles como versiones paralelas de monstruos cuando entran en ese bucle de violencia que solo genera más víctimas.

 

 
    Dirige Kim Jee-woon, de quién nos puede sonar “Dos hermanas”, “A bittersweet life” y esa especie de remake qué es “El bueno, el malo y el raro”, y que incluso ha dirigido a Arnold Schwarzenegger en “El último desafío”. La película tuvo muy mayoritariamente críticas positivas, llegando a ser nominada a la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Costó 6 millones de dólares y recaudó 12 en taquilla.


domingo, 15 de noviembre de 2020

Emma

 

    FICHA TÉCNICA


Título: Emma.
Dirección: Autumn de Wilde.
País: Reino Unido.
Año: 2020.
Duración: 124 min.
Género: Comedia, drama.
Interpretación: Anya Taylor-Joy, Angus Imrie, Letty Thomas, Gemma Whelan, Bill Nighy, Aidan White, Rupert Graves, Edward Davis, Johnny Flynn, Miranda Hart, Esther Coles, Mia Goth, Myra McFadyen, Josh O'Connor, Nicholas Burns, Callum Turner, Tanya Reynolds, Chloe Pirrie, Suzy Bloom, Anna Francolini, Lucy Briers, Connor Swindells, Amber Anderson, Isis Hainsworth, Christopher Godwin, Charlotte Weston, Oliver Chris.
Guion: Eleanor Catton (Novela: Jane Austen).
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Graham Broadbent.
Música: Isobel Waller-Bridge, David Schweitzer.
Fotografía: Christopher Blauvelt.
Distribuidora: Focus Features.


    CRÍTICA


    SINOPSIS: La joven, bella y admirada Emma Woodhouse se pasa el tiempo ejerciendo de casamentera para otras chicas porque ella no tiene ninguna intención de casarse. Sin embargo, no le gustan las cosas cuando no salen como las ha planeado.

    LO MEJOR: Tampoco voy a venir yo a descubrir temas de las novelas de Jane Austen. A poco que alguien se haya interesado en su literatura, sabes que incide notablemente en los matrimonios concertados de la época, la diferencia de clases sociales, los bailes de salón como manifestación de las apariencias y la posición social de los personajes. Pero sobre todo en el amor y en la posibilidad de que sea verdadero y correspondido. “Emma” probablemente sea la más adaptada tanto al cine como la televisión. ¿Porque me parece mejor que las anteriores? Principalmente por el guión de Eleanor Catton, una escritora que fue la más joven en conseguir el Premio Booker (27 años) con su novela “Las luminarias”. Gran parte del interés de esta película reside en los diálogos que Catton adapta de Austen, y como su humor inteligente la hace, no desternillante (tampoco lo pretende) pero si muy divertida. Además, le saca un enorme partido a su muy escueto presupuesto, tan solo diez millones de dólares, y hace que luzca como de más envergadura. Especialmente en el diseño del vestuario y los escenarios. Por todas estas razones, esta versión de “Emma” ha subido a mi podio personal de adaptaciones de novelas de Jane Austen.

    Interpretación: Sé que me repito pero es que no puedo hacer otra cosa. Anya Taylor- Joy es una de las fuerzas interpretativas de la naturaleza hollywoodense y punto. Ya no es necesario tratarla como promesa. Es presente. Otra cosa es que su futuro se presente como incluso mejor. Luce por encima de un reparto que de por sí es bastante competente. Mia Goth está perfecta y Johnny Flynn notable, aunque su química con Taylor-Joy no sea total, quizá porque ella es una caníbal que se come a quién está con ella en pantalla. Con Goth no pasa tanto, eso sí. El papel de Bill Nighy es corto pero está genial. Y me ha gustado mucho Miranda Hart.

    Escena (SPOILERS!!): Los bailes siguen siendo la manera en la que Austen ponía en su sitio a los personajes. Algo que en la película se ve especialmente en el que nadie baila con Mía Goth y es Johnny Flynn quién la saca después de que la despreciara otro personaje. Eso los define a ambos. Hay secuencias muy divertidas como cuando Emma (Taylor-Joy) pinta el cuadro y su posterior enmarcamiento. Aunque quizá la mejor escena sea en la que Emma humilla públicamente al personaje de Miranda Hart, y luego es abroncada por Flynn, ante lo que se hunde y decide arreglar posteriormente su desagravio ante lo que Hart responde sin ningún rencor Ésto también los define. Por qué en la película, los actos de sus personajes los definen como personas. Eso sí, no falta la típica escena de declaración de amor, un tanto peculiar, eso sí.

    LO PEOR: Tampoco es ningún secreto qué Jane Austen se repetía bastante en sus planteamientos y el perfil de sus personajes. Así que nadie se espere una historia muy innovadora. Y en ocasiones, aunque esquiva bastante bien la escasez de presupuesto, se nota en determinadas escenas.

    CITAS: “Tu felicidad está en tus manos”. “Creo qu eya sé lo que quiero. Diría que ya me he decidido. Voy a recharzarlo”. “Digas lo que digas, acaba suciediendo”. “Ha ido a Londres solo para cortarse el pelo, como se puede ser tan fróvolo”. “Ahí radica la dificultad, en no decir más de tres cosas absurdas”.

    REFERENCIAS: Por poner algunas de las anteriores versiones, la de 1996 con Gwyneth Paltrow o la televisiva con Kate Beckinsale. Cómo adaptaciones de las obras de Jane Austen, es inferior a “Sentido y sensibilidad” y “Orgullo y prejuicio”. Pero sube al podio con ellas.

  
   CONCLUSIÓN: 7. Aún siendo la enésima adaptación de la novela de Jane Austen, supera a las anteriores versiones tanto en entretenimiento como diversión, merced a apostarlo todo sobre Anya Taylor-Joy.




sábado, 14 de noviembre de 2020

Microcríticas Express: On the rocks/Las vírgenes suicidas/La seducción

 



    Sofía Coppola, que ya le dio el que probablemente fue el mejor papel de la carrera de Bill Murray y éste se lo agradeció en forma de su mejor interpretación, vuelve a darle un personaje a su medida. Aunque mucho más ligera que “Lost in traslation”, Coppola le envuelve en una historia entre el drama y la comedia, pero dominando más lo segundo, con un puñado de momentos bastante divertidos, que sirven para conocer la relación de padre e hija personificada en el propio Murray, que de nuevo está magnífico y una muy natural Rashida Jones. La química entre ellos es total y eso beneficia mucho a la empatía por esta singular pareja de “detectives” en busca de pruebas de la infidelidad del marido de ella, que dicho sea de paso, es el punto más flaco de la película. Aunque claro, compartiendo pantalla con estos dos pues normal que quedes empequeñecido. No supera ni tampoco iguala a la mencionada “Lost in traslation” (por mucho) ni a “Las vírgenes suicidas”, pero si toma su estela porque la Coppola no ha perdido su estilo personal y se muestra más madura. 6.
 
 
    Para mí Sofía Coppola demostraba con esta película la personalidad que tenía porque después de haber sido masacrada como actriz y teniendo en cuenta que su padre es uno de los mejores directores de la historia del cine, hay que tener muchas narices para ponerse a dirigir y encima hacerlo con un marcado estilo personal, como podía verse en su ópera prima, basándose en una extraña historia real, que a mí siempre me ha recordado al caso también adaptado al cine, “Picnic en Hanging Rock”. Se revelaba como una directora intimista y metafórica, reflejado en una narración casi como de cuento, a medio camino entre el drama y el misterio, que hacía la radiografía de la vida en un barrio residencial americano en los setenta pero tocando el tema del fanatismo religioso. La historia es conocida (fue una tragedia que conmocionó a la sociedad norteamericana) pero no revelo detalles de la trama por si acaso. Creo que tras a “Lost in traslation” es la mejor película de Sofía Coppola, el tratamiento que le da a las chicas como prácticamente ángeles es interesante. Por cierto, tiene un gran reparto. 7.

 

    Es el remake de aquella protagonizada por Clint Eastwood y dirigida por Don Siegel. Me llama la atención que la traducción literal del título original sea "El seducido" (o engañado) y no "El seductor" ni "La seducción". Parece una tontería pero cambia bastante el sentido. Que iba a ser lenta ya lo esperaba porque dirige Sofía Coppola, autora de mi adorada "Lost in translation". Pero el clima de tensión, tanto sexual de las mujeres con el soldado como de celos entre ellas mismas, está muy bien creado. Las interpretaciones de ellas son lo mejor de la película, especialmente Nicole Kidman, Kirsten Dunst (ha madurado mucho esta actriz) y Elle Fanning (ojo al futuro de esta chica). La película no me ha entusiasmado y me sigo quedando con la clásica, pero me ha parecido realizada correctamente y muy bien interpretada. Y hay detalles interesantes y muy sutiles de la dirección de la Coppola. 6’5.

 

jueves, 12 de noviembre de 2020

Escenas Míticas: Cine coreano - Parásitos

 

 
    Sin duda, la película de moda del cine coreano, tras su éxito en los Oscar de la edición de este año, dando la sorpresa y dejando a propios y extraños con la boca abierta. Lo triste es que antes de este triunfo personalmente tuve problemas para encontrar un cine en el que lo proyectaran. Los mismos que tuve con otros títulos como “Midsommar” o “Suspiria” (2018). Y cuando las ví, en la sala no había ni diez personas.

 

 


   Digo ésto para todos esos que se quejan de la secuelitis, de la alta población de películas de superhéroes, de los remakes y los reboots, pero luego llenan sus salas. Pero películas más modestas y con carácter de autor, son ignoradas por la mayoría del público, que después va a las redes sociales a quejarse de lo mismo que ellos están provocando. Y es lo que le habría pasado a “Parásitos” si no fuera por sus Oscars.
 

   De todos modos, me alegro de que muchos hayan descubierto un cine de tal calidad cómo es el coreano, qué adelantó al que era más internacionalizado de Asia cómo era el japonés, en su faceta de terror principalmente, o al chino, con el wuxia. De repente, aparecía gente en Facebook o Twitter recomendando películas coreanas, páginas realizando lista de los mejores títulos de ese país, porque es lo que tienen las modas, qué hay que explotarlas.
 

    “Parásitos” fue la primera película coreana en ganar la Palma de oro en Cannes y la primera película de habla no inglesa en ganar simultáneamente el Oscar a la mejor Película Extranjera y mejor Película en general, lo que a uno le hace pensar que para qué sirve la primera categoría. Es como poder ganar la Europa League y la Champions a la vez. De todos modos, el año pasado estuvo a punto de conseguirlo “Roma” pero no.
 

    Además de esos, “Parásitos” consiguió otras dos de las estatuillas más preciadas, la de director y la del guion original. Vaya por delante que simpaticé con la idea de que un tipo de Corea llegara a Estados Unidos y barriera. Pero personalmente para mí la mejor era “Joker”, aunque no albergara esperanzas en que ganara y por ello aposté por “1917”. No obstante no me chirrió que ganara la coreana.



   Porque a su director, Bong Joon-ho ya le venía siguiendo desde “Memories of murder”, interés que confirmó con “The host” (aunque en un primer visionado no terminó de convencerme) y “Mother”. Ya en su etapa más anglosajona, con dos titulos como "Rompenieves” (de la que incluso se ha hecho una serie, aunque no le hace justicia) y “Okja”. De producción coreana pero repartos americanizados. “Parásitos” es mejor que todas ellas.



  Bong Joon-ho, fiel a sí mismo, explotó excelentemente dos constantes de su cine. Por un lado la mezcla de géneros, desde la comedia, pasando por el drama y hasta el thriller de intriga. Y por otro, tocando uno de los temas que más preocupan al cineasta, las diferencias entre las clases sociales. En ese aspecto, es muy importante el concepto de “Parásitos” y cómo va atribuyéndose a distinta clase de personajes en la película.


   A grandes rasgos, se podría pensar que es la familia que se va introduciendo en la casa de los ricos y la que está parasitando. Es lo más literal. Pero Bong Joon-ho  va más allá y lo que quería realmente decir es que son precisamente los ricos los “parásitos”. Gente que no pueden enseñar a sus hijos, conducir sus coches, cocinar sus comidas o llevar sus casas sin la ayuda de personas contratadas para tales menesteres.

 


   La historia está inspirada en un suceso ocurrido en 1930, cuando Christine y Lea Popin asesinaron a sus empleadores. Por supuesto, la película tuvo excelentes críticas y funcionó perfectamente el económico. Costó 11 millones de dólares y recaudó en taquilla 128. Por cierto, a los que dudaban si el final era feliz o no, la respuesta es no. El hijo jamás conseguirá el dinero para comprar la casa, porque ese es el mensaje de la película.

 


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