Ya
decía que no íbamos a referirnos a películas de posesiones estándar
sino a buscar algunas variantes. Sin duda, esta es una bastante
peculiar porque si normalmente el espíritu/fantasma/demonio/entidad tiene el objetivo de poseer el cuerpo de la víctima, prácticamente tomándolo como una especie de avatar, aquí lo que
quiere es poseerlo pero sexualmente. En otras palabras, lo que sea viola
sistemáticamente a una mujer.
De
hecho, los aficionados a programas de misterio y temas relacionados
quizás perciban que el caso corresponde más a un poltergeist. Pero
también, porque en ese caso los fenómenos están vinculados al
lugar, a una casa habitualmente, y pueden estar relacionados también
con la manifestación mental de la persona. Aquí, los fenómenos
persiguen a la víctima donde quiera que vaya.
Aclarado
esto vayamos a la historia original. La cual incluso se llegó a
considerar un bulo promovido por la propia película para ejercer
como publicidad extra en el momento de su estreno. Pues no, el caso
existió. Luego cada uno puede creer lo que quiera, incluso que fuera
un engaño, pero existir existió y fue previo a la película.
Es
más, esta se basa en el libro homónimo de Frank de Felitta acerca
del caso de Carla Moran, que afirmaba ser agredida sexualmente y de
forma muy violenta por algo que no podía ver. Carla fue sometida a
diversos estudios. Primero psiquiátricos, donde a pesar de tener una
infancia en la cual pudo haber sufrido abusos sexuales por parte del
padre, no pudo determinarse que padeciera ningún trastorno
psicológico derivado.
Después
parapsicológicos, por parte de un equipo de la universidad de UCLA,
en los que sometieron a Carla Moran a una observación constante
llegando incluso a recrear una imitación de su casa en las
instalaciones de la universidad con el fin de poder aislar al ente.
Donde presenciaron como su cuerpo claramente era tocado por algo,
como una especie de dedos invisibles presionaban su piel. Además,
posteriormente presentaba moretones, arañazos e incluso, en exploraciones ginecológicas, lesiones compatibles con una
violación.
Como
decía, ya cada uno puede tener su propia opinión sobre ello. No
obstante, yo siempre me pregunto, qué gana la persona con mentir.
Carla Moran no ganó dinero con esto. Su familia sufrió el estigma de
la sombra de la estafa. Tampoco consiguió popularidad o fama, pues
sentía la misma vergüenza de cualquier otra víctima de violación,
incluso se mudó a otro estado y se cambió de nombre. Si estaba
mintiendo, no sacó nada de ello.
El
papel fue ofrecido a Jill Clayburgh, Bette Midler y Jane Fonda con
idéntica respuesta negativa, llegando a Bárbara Hershey,
curiosamente ya considerada una sex symbol tras su polémica
interpretación como María Magdalena en “La última tentación de
Cristo”, y que consiguió con su actuación como Carla Moran quizás
el mejor y más icónico personaje de su carrera. La acompañaba Ron
Silver (“Acero azul”).
Dirigía
Sidney J. Furie, para el cual también quedaría como la mejor
película de su filmografía, que no es que fuera la leche, con las
cuatro entregas de la saga “Águilas de acero” o “Superman IV”.
Aunque antes había tenido algún título interesante como “Ipcress”
o “Los chicos de la compañía C”.
La
película tuvo muy malas críticas y apenas salvó los muebles en
taquilla, consiguiendo recaudar 13 millones de dólares, habiendo
invertido 9 en su producción. Sin embargo, la gente que acudió a
las salas de cine salía describiéndola como angustiosa,
incómoda y aterradora.
Comercialmente quizá fue perjudicada también por el estreno cercano de "Poltergeist". Con el tiempo, es una película que se ha ido revalorizando hasta llegar a la categoría de título de culto, siendo muy apreciada por el público.
Personalmente me parece una de las mejores películas sobre el tema fantasmas y demás, las escenas de las agresiones me resultaron ya en su momento sumamente impactantes, potenciadas por la banda sonora. Y Martin Scorsese, que algo sabe de cine, la situó entre las once mejores películas de terror de toda la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario