El
universo de John Wick se expande y ha llegado esta precuela en forma
de miniserie centrada en el personaje de Winston Scott en su juventud
cuando todavía no era gerente del ya mítico hotel Continental. Más
tarde llegará el spin off, con Ana de Armas, “Ballerina”.
Miniserie que es como si fuera una película por partes y cada uno de
sus episodios correspondiera a los tres actos de un largometraje. Lo
más interesante es que, aunque las escenas de acción vayan muy en
la línea de las películas de Keanu Reeves, tiene su propia
personalidad. Es más, va por el camino del noir e incluso tiene
ciertos
aires
a
las películas de robos tipo “Ocean’s eleven”. Al igual que
tiene un toque de humor que no tiene la saga. Y está bien que tome
su propio estilo. De hecho, en los dos primeros episodios no hay
mucha acción, salvando alguna que otra secuencia intercalada en la
trama casi para cubrir expediente. Pero el tercero, madre mía el
tercer episodio. Es un puñetero festival de tiroteos y peleas cuerpo
a cuerpo de lo más brutales. Porque esa es otra, es muy sangrienta.
Hay cierto combate entre dos féminas verdaderamente impresionante.
Es tercer acto es pura diversión, como si se hubieran estado
conteniendo hasta ese momento. Respecto al casting está
absolutamente acertado. Aparte de Mel Gibson, no hay nombres muy
conocidos pero están todos bastante bien. Eso si, a Gibson se le
nota que se lo está pasando bomba como villano. 7.
Mike
Flanagan es un competente director de películas de terror pero sus
mejores obras han venido en el formato de miniseries, donde parece
estar haciendo una antología del terror clásico, homenajeándolo,
cuando no directamente basándose en obras literarias clásicas. Como
en este caso, que precisamente realiza una antología de los relatos
más representativos de la literatura de Edgar Allan Poe, pero
hilados por uno de ellos, “La caída de la casa Usher”, de forma
que todos juntos den lugar a una sola historia. Pero si, cada
capítulo hace referencia a uno de esos relatos y poemas, como “La
máscara de la muerte roja”, “El cuervo”, “El péndulo”, .
. . Esto hace que quien ya conozca esas historias sepa por donde van
los tiros de cada
capítulo e incluso como va a terminar. Bueno, pues no importa en
absoluto porque se centran más en el como que en el que. Además, es
una modernización tan libre que igualmente te puede sorprender.
Y
ya si no has leído a Poe, mucho más. Pero quien si lo haya hecho,
sabrá que sus novelas trataban más del misterio que del terror
puro. Y eso lo conserva esta miniserie. Que nos habla de la clase
rica, de su vanidad, opulencia y codicia, a la que somete a una
lección ética y moral. No obstante, Flanagan aprovecha esta
actualización para tocar temas tan actuales como el maltrato animal,
las empresas farmacéuticas, el abuso de poder y la inclusión
racial y de género. Flanagan recurre a gran parte de sus repartos de
las anteriores series, lo que parece ya su equipo fetiche, volviendo
a destacar una maravillosa Carla Gugino. Es perfecta candidata a ser
la mejor miniserie del año. 8.
No hay comentarios:
Publicar un comentario