FICHA
TÉCNICA
Título:
Diciembre.
Dirección:
Anshul
Chauhan.
País:
Japón.
Año:
2022.
Duración:
99
min.
Género:
Thriller,
drama.
Interpretación:
Shogen,
Megumi, Ryo Matsuura, Shingo Fujimori, Miki Maya, Toru Kizu, Takashi
Kawaguchi, Takuzo Shimizu
Guion:
Rand
Colter.
Producción:
Anshul
Chauhan, Mina Moteki.
Música:
Yuma
Koda.
Fotografía:
Petter
Moen Jensen.
Distribuidora:
Kowatanda
Films.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Tras
varios años tras la muerte de su hija, un matrimonio ya separado,
vuelve a reunirse para el juicio por la revisión de la condena de su
asesina.
LO MEJOR: En los últimos años el cine coreano le ha pasado por la derecha al japonés que ostentaba el primer puesto del cine asiático, sobre todo en su época de auge con el terror, el que incluso lograban exportar a Estados Unidos y a Europa. Sin embargo, ni unos ni otros se han prodigado demasiado en el drama judicial. Lo han hecho esta vez los japoneses. Y digo drama porque creo que predomina sobre la otra vertiente de la película, el thriller. Básicamente por qué incide en gran parte sobre los efectos de una gran tragedia, sobre cómo el duelo y la pérdida afectan a los dos miembros de un matrimonio que ha sido partido por la mitad tras la desaparición de la hija de ambos. No obstante, es la parte del juicio la que plantea las ideas más interesantes. Sin disculpar en ningún momento a la asesina ni justificar para nada su crimen, simplemente muestra todas las cartas, todos los hechos, para obligar al espectador a reflexionar sobre una serie de cuestiones. Como si se puede (y se debe) reinsertar a una persona en la sociedad que ha cometido un asesinato . Si se deben considerar atenuantes que rebajen la pena del homicida. Si sirve para algo tener a alguien en la cárcel cuando ya no representa un peligro para la sociedad y que incluso puede servir para que otros no se equivoquen de camino, como ella. O si en un momento dado podríamos ser nosotros esos homicidas. Y plantea una pregunta muy incómoda para las familias:¿Conocen realmente los padres a sus hijos?
Interpretación:
La
columna vertebral de la película se apoya sobre tres intérpretes.
Por un lado por los dos que hacen de padres de la víctima, Shogen y
Megumi, quienes están mucho más sobrios y contenidos de lo que
suelen estar los actores asiáticos y japoneses en particular. Pero
quien destaca por encima de ellos a pesar de tener menos tiempo en
pantalla es Ryo Matsuura, la asesina adolescente.
Escena
(SPOILERS!!): Podemos
destacar algunas escenas de las más tensas. Las más evidentes son
los “careos” de los padres por separado con la agresora de su
hija. En el de la madre se revela el verdadero móvil, la verdadera
razón del asesinato. O más bien se confirma. Porque ya nos lo
habían contado antes, con lo que me parece un brillante uso del
recurso de flashback, dosificado en forma de pequeñas píldoras de
apenas varios segundos pero donde queda claro que la víctima no era
tan inocente como creían sus padres, que era la acosadora y
maltratadora de la que después la mataría para dejar de sufrir. De
hecho la película me parece que en realidad es una denuncia del
bullying y sus posibles consecuencias. La visita del padre es más
tensa por su intención de matarla con un cristal, lo cual no
consigue al doblegarse cuando ella le dice que quiere guiar a otras
personas que están en su situación para que no cometan el mismo
error. Lo de que al final la madre siga el mismo camino de su
exmarido insinúa que aunque le haya dicho que intenta reconducir
su relación con su actual pareja, seguramente no va a ser así, sino
que va a volver con él.
LO
PEOR: Más
que una queja sobre un aspecto negativo de la película, es una
advertencia para quien se acerque a ella pensando que va a haber un
thriller judicial vibrante. No es así, el tono es más bien
dramático. La parte judicial es sólo la excusa para incitar a la
reflexión a los espectadores.
REFERENCIAS:
Hay
películas en las que se clama por la justicia de un hijo perdido,
como en “Tres anuncios a las afueras”. En los que hay juicios
donde la versión inicial no es la verdadera, como en “Doce hombres
sin piedad”. Pero esta se acerca más a la española “El hijo”
por razones que de explicarlas caería en el spoiler.
CONCLUSIÓN: 7. Entre el drama y el thriller judicial, lanza al espectador una serie de reflexiones muy incómodas acerca de las sentencias penales y su utilidad, mientras denuncia problemas sociales muy actuales como el bullying.
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