sábado, 31 de agosto de 2019

Minicríticas Express: El método Kominsky/Mindhunter T2/Por trece razones T3






    Serie muy nominada en los Globos de Oro y con algún premio pero que sinceramente no me ha parecido nada del otro mundo. Es verdad que tiene muy buenas interpretaciones, Michael Douglas y Alan Arkin están especiamente acertados. Además tienen una gran química y resultan incluso entrañables. Se hace una reflexión del paso del tiempo y de hacerse mayor. Pero, aunque los diálogos son bastante buenos, no son lo mordaces y ácidos que prometían. De hecho, me parecen más bien moderados. Eso si, se ve con mucha facilidad pues son capítulos muy cortos, de 25 minutos de media. 6'5.





   Sinceramente creo que es de las mejores series que hay actualmente. O será que el tema me interesa y lo veo muy bien tratado. Sigue al nivel de la primera temporada. Esta vez se centra en los asesinatos de Atlanta y sigue la evolución de la trama en cuanto a aplicar un método de perfiles psicológicos por parte del FBI. David Fincher dirige solo tres de los episodios pero incluso los que no lo hace, su estilo está impregnado por todas partes. La ambientación es perfecta. La única pega es que me he quedado con las ganas de que las entrevistas a Manson y Berkowitz (el Hijo de Sam) fueran más largas. 8.


   No tenía muchas esperanzas tras el gatillazo del final de la segunda temporada y precisamente por eso puede que me haya sorprendido engancharme tanto en esta tercera. Porque resulta que se ha reinventado a si misma desde el drama adolescente que pasó a tintes judiciales para convertirse en todo un thriller del llamado Whodunit (quien lo hizo) que me ha mantenido clavado hasta el último minuto. Por supuesto, es bastante tramposa, personajes que cambian radicalmente de comportamiento u opinión, secretos sacados en el último minuto, pero así y todo se las ingenian para conformar un puzzle bastante entretenido. Eso si, los temas que reinvidicaban en la primera temporada han pasado de finalidad a pretexto. Por no decir que no gustará nada el intento de humanización que hacen de los agresores. Y creo que deberían haberlo dejado aquí porque quedaba bastante bien cerrada. 6'5.

jueves, 29 de agosto de 2019

Escenas Míticas: Tarantino - Django desencadenado




   Hace un tiempo, planteaba un compañero cinéfilo en redes sociales, quienes eran los mejores directores de western hasta el momento y le sorprendía que en mi contestación colocará a Quentin Tarantino entre ellos. Yo justificaba mi respuesta en que su pregunta era en cuanto a calidad, no a la cantidad. De tal manera que consideraba que hacer más películas de este género, incluso especializarse en él, no hacía que un director fuera mejor.




   Y es que, en mi humilde opinión, Tarantino ha rodado dos de los mejores western de las últimas décadas. De hecho, no salía de un cine tan satisfecho con una película del oeste desde que otro de los que considero mago del género, Clint Eastwood, nos regalara esa obra maestra que es “Sin perdón". Para colmo, Tarantino resucitaba un género del que en los últimos tiempos no se producían casi títulos. Pero con ”Django desencadenado” y luego “Los odiosos ocho”, volvió a ponerlos de moda, incluso dando lugar a una corriente llamada el neo western.



   Aunque “Django desencadenado” no tenía nada de “neo”. Per si tiene, como suele hacer siempre este director, un elemento innovador, y es la mezcla de temáticas. Tarantino vuelve a hacer un homenaje a su amado spaghetti western, y efectivamente en numerosos guiños a él, además de la manera de rodar ciertas escenas, e incurrido en un argumento habitual en este tipo de películas, la venganza. Como ya hizo en "Kill Bill".



   Pero Tarantino quería mezclarlo con una temática que solo se aborda en películas de tono social, el racismo. Y para colmo ahondar más concretamente en algo de lo que se avergüenzan los Estados Unidos de su historia, la esclavitud. De tal manera que Tarantino hizo una película sobre la esclavitud pero desde el formato del spaghetti western. Y desde luego, entonces no iba a renunciar a su peculiar y característico humor negro para tocar temas escabrosos sin ningún pudor.



   Y si ya se había atrevido con Hitler y los nazis, y acaba de tocar uno de los hechos más famosos y menos mostrados en el cine, en un modo no documental, como la masacre donde mataron a Sharon Tate, en “Django desencadenado” introducía gran porcentaje de parodia en materia de racismo, hasta el punto que uno de las escenas más cómicas implica al Ku Klux Klan.



   Muchos ya teníamos ganas de verle en un western puro, habida cuenta de saber que era un ferviente admirador del spaghetti, y especialmente de Sergio Leone. Uno de sus favoritos es “Hasta que llegó su hora”(en España) pero su traducción literal era “ Érase una vez en el oeste”, a la que homenajea, a la vez de otra de sus admiradas “Erase una vez en América”, en el título de su última película.



   Tarantino tomaba elementos, además del nombre, de “Django”, un western italiano de 1966, no demasiado conocido, protagonizado por Franco Nero, al que le reserva un cameo en su película. No era la primera vez. Ya había tomado prestada la escena en la que el Señor Rubio le corta una oreja a un policía en “Reservoir dogs”. Pero independientemente de ello, Quentin ya había tanteado tratamientos y claves del género, como puede verse en “Kill Bill”, en ciertos planos y en la música escogida.


 
   Cómo es marca de la casa, otro reparto brutal. Jamie Foxx como protagonista, escoltado de maravilla por Christoph Waltz (segunda colaboración y segundo Oscar como secundario) y Leonardo DiCaprio (primera vez que ejercía de villano) y de qué manera se estrenaba. Secundario de lujo como su actor fetiche Samuel L. Jackson, Kerry Washington, Walton Goggins (con el que repetiría en “Los odiosos ocho”), y los cameos de Jonah Hill, Don Johnson y Franco Nero.



   Tarantino contó su presupuesto más holgado, 100 millones de dólares, pero nuevamente resultó rentable en taquilla, 425 a pesar de sus 165 minutos. Además, tuvo cinco nominaciones a los Oscars (película, guión, actor de reparto, fotografía), curiosamente no a su dirección. Pero ganó su segunda estatuilla como guionista. Por cierto, se criticó la exageración con los “chorros y salpicones” de sangre. Lo que quiso es hacer un guiño al recurso antiguo de hacer el efecto de la sangre colocando bolsas de pintura roja en el cuerpo de los actores y hacerlas estallar a cada disparo.



martes, 27 de agosto de 2019

Los Libros de Zoe: El hombre duplicado



   AUTOR: José de Sousa Saramago (Azinhaga, 1922, Lanzarote, 2010). Escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. Premio Nobel de Literatura en 1998.Género: suspense psicológico. Publicación: 2002.
   SINOPSIS: Un profesor de historia descubre, durante el visionado casual de una película, que uno de los actores secundarios es exactamente igual a él. A partir de ese momento se obsesiona con la existencia de esa persona.
   PERSONAJES: Tertuliano Máximo Afonso; un profesor de historia que vive una vida bastante monótona hasta el descubrimiento de un ser idéntico a él. Antonio Claro; es la persona que encuentra Tertuliano actuando como secundario en una película de poca monta. María Paz; pareja de Tertuliano, al que exige mayor compromiso en su relación. Helena; esposa de Antonio, a la que afecta mucho la existencia de un hombre igual a su marido
   LO MEJOR: Quizá podría ser una de las novelas más complejas de José Saramago. Y es que este escritor no viene a ofrecernos sus libros como meros entretenimientos. Tampoco nos llevemos a equívoco, la trama es lo suficientemente interesante para mantenernos imbuidos en ella. Además, tiene verdaderos giros perfectamente planificados e insertados de manera natural, sin buscar el efectismo de la sorpresa, en el argumento. Pero no es el objetivo principal de Saramago. Su tono es profundamente reflexivo, hasta filosófico, a medio camino del ensayo. Concretamente en "El hombre duplicado” pretende hacernos pensar en que pasaría si hubiera alguien igual a ti. Como te afectaría y que te haría plantearte a nivel de tu modo de vida. Porque, aunque durante su lectura, queremos resolver lo que está ocurriendo, si son dos versiones de la misma persona, si son gemelos, no es lo que principalmente sugiere el autor, quien deja claro que hay dos personas, al fin y al cabo. No como en la película que libremente adaptaba la novela, que tiraba por la teoría del único sujeto, y solo eran dos personalidades, es decir, que había una disociación, aunque es solo una de las interpretaciones. Por lo demás, encontramos algunos detalles distintivos de la narración de Saramago, como mencionar los nombres completos de los personajes, con sus apellidos, absolutamente todas las veces. O la disposición en prosa, sin puntos y aparte, de los diálogos.
   LO PEOR: Básicamente, la historia se divide en tres actos. En el primero se produce la búsqueda del doble. En el segundo se dan los encuentros. Y en el tercero el desenlace. Pues bien, el primero es excesivamente pesado, solo describiendo como el protagonista ve una película tras otra. Además, varias veces se va por las ramas para explicar algunos pensamientos. Es como si el propio escritor divagara.
   CITAS: “Necesitamos tanto echar las culpas a algo lejano, cuanto valor nos falta para enfrentar lo que tenemos delante”. “Lo que llamamos hoy realidad, fue imaginación ayer”. “Lo que tenga que ser, será. Conozco esa filosofía. Suelen llamarle predestinación, fatalismo, hado, pero lo que realmente significa es que harás lo que te dé la real gana, como siempre”. “El caos es un orden por descifrar”. “Para ganar una batalla a veces es necesario perderla”. “Ser hombre no debería significar nunca un impedimento para actuar como un caballero”. “Cuanto más te disfraces más te parecerás a tí mismo”. “Los enemigos no nacen de nuestra voluntad de tenerlos y sí del irresistible deseo que tienen ellos de tenernos a nosotros”. “Todos andamos por ahí. Más o menos todos somos figuras públicas, lo que difiere es el número de espectadores”.
   CONCLUSIONES: Personalmente lo considero más un libro de psicología (incluso aparece el “sentido común” como personaje) donde Saramago nos hace pensar sobre un aspecto existencial. La novela fue adaptada por Denis Villeneuve con el título de “Enemy”y Jake Gyllenhaal como protagonista del doble papel. Sin embargo, aunque es una adaptación parte por parte del libro, el director canadiense introduce cambios vitales para dar una interpretación bastante más libre y distinta.



domingo, 25 de agosto de 2019

22 de julio



   FICHA TÉCNICA

Título: 22 de julio.
Dirección: Paul Greengrass.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 143 min.
Género: Thriller, drama.
Interpretación: Jonas Strand Gravli, Anders Danielsen Lie, Caroline Glomnes Johansen, Jon Øigarden, Lars Arentz-Hansen, Anneke von der Lippe, Øystein Martinsen, Tommy Hyving, Håkon Smeby, Trim Balaj, Trygve Svindland, Ola G. Furuseth, Pål Espen Kilstad, Kenan Ibrahimefendic, Endre Hellestveit, Marita Fjeldheim Wierdal
Guion: Paul Greengrass.
Producción: Eli Bush.
Música: Sune Martin.
Fotografía: Pål Ulvik Rokseth.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Recreación de los atentados terroristas cometidos por el radical derechista Anders Breivik donde murieron 77 personas. Los hechos que se dieron después, como la recuperación de los supervivientes y el juicio del acusado.
   LO MEJOR: Es una de las dos películas que, con bastante cercanía entre ellos, han realizado sobre el atentado más impactante de Europa, a pesar de no ser el de más víctimas, por desgracia, en Madrid se superó ampliamente la cifra de 77 de Noruega. Pero tuvo gran importancia mediática por la forma en la que se produjo. En ésto, Paul Greengrass, que no es neófito en ésto de recrear atentados terroristas como bien atestigua su “United 93”, lleva a cabo una rigurosa reconstrucción de los hechos, tan asépticos que casi es un ejercicio periodístico cercano al documental que cubre todo el caso cronológicamente desde el principio, en la propia preparación del atentado, tras la cual se efectúa su ejecución, para pasar a mostrar la situación psicológica y física de las víctimas y terminar con el juicio, en tres actos bastante claramente diferenciados. De todos modos, aunque está claro que Greengrass sabe mover perfectamente la cámara, no sé si por estar bajo la mirada de una plataforma como Netflix o por ser respetuoso con las víctimas, está especialmente comedido y hasta contenido, de hecho, como nunca le había visto. Y se aplica más en mostrar todos los puntos de vista y centrarse en temas como las secuelas de las víctimas y la repercusión social. Pero deja claro que el asesino, Breivik, fue un terrorista y no un asesino de masas, alejándolo de las masacres estadounidenses, para recalcar que tras sus ideales existe un trasfondo político y un peligro y un muy preocupante movimiento de ultraderecha.
   Interpretación: No es una película de grandes interpretaciones porque tampoco es que se hayan buscado. Además, la historia se sigue a través de unos cuantos personajes para mostrar las diferentes situaciones y no tienen un protagonismo claro. Parecen más bien todos secundarios. Lo que si podemos comentar es la elección de Anders Danielsen como Anders Behring Breivik. Lo primero que había que decir es que su parecido con el verdadero es más bien escaso. Parece más joven, es más delgado y no infunde ni por asomo la presencia del verdadero Breivik, que era más fornido e impresionaba su semblante. Aun así, considero que hace un buen trabajo interpretativo con lo que ha tocado.
   Escena (spoiler): Donde mejor se maneja Greengrass es en la parte de la preparación y ejecución de la masacr,e donde más capacidad tiene de mostrar la situación de un modo tremendamente realista. Lástima que esta fase dure apenas media hora. Debería haberse empleado más tiempo en este segmento de la historia. Incluso llega a ser decepcionante. Luego pasamos a escenas que muestran aspectos interesantes como la operación del chico con la bala fraccionada en el cerebro o cuando sale con la moto de nieve, pues está desesperado por no poder superar lo ocurrido ni psicológica ni físicamente. O mostrarnos también a situación del abogado que reclamó Breivik, obligado a defender a ese monstruo y a la vez recibiendo llamadas de amenaza. En el juicio queda patente la postura de las víctimas y la soledad de Breivik, ni siquiera apoyado por partidarios de la ultraderecha.
   LO PEOR: Siendo un director del músculo de Paul Greengrass, sinceramente esperaba mayor intensidad. La parte donde podría haber exhibido su talento es demasiado corta. Y en la segunda mitad, quiere desprenderse tanto de cualquier adorno estilístico que se aproxima peligrosamente al tono de telefilm.
   CITAS: “En este país todos son bienvenidos sea cual sea su nacionalidad. Eso es lo que apoyaría si fuera primer ministro”. “Algo no se hizo bien y debemos averiguar que fue”. “Solo quiero que vea lo que hizo”. “Noruega no está en juicio. Tú lo estás”. “Puedes ser débil y fuerte a la vez”. “Aún tengo esperanza, familia, sueños y amigos. Y elijo vivir”.
   REFERENCIAS: La otra película, desde un foco distinto, centrada en la masacre y casi a tiempo real es “Utoya”. Es inevitable que nos acordemos de películas que recrean otras masacres como “Elephant”. Pero me habría gustado que tuviera la tensión de “El día del patriota” de Peter Berg
   CONCLUSIÓN: 6’5. Rigurosa reconstrucción de todos hechos relativos al atentado de Utoya, desde su preparación y ejecución hasta sus consecuencias, secuelas y posterior juicio. Bien en su labor documental, regular como thriller.



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