FICHA TÉCNICA
Título: Midsommar.
Dirección: Ari Aster.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 145 min.
Género: Intriga,
terror, drama.
Interpretación: Florence
Pugh, Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper, Ellora Torchia, Archie
Madekwe, Vilhelm Blomgren, Julia Ragnarsson, Anna Åström, Anki Larsson, Lars
Väringer, Katarina Weidhagen van Hal, Isabelle Grill.
Guion: Ari
Aster.
Producción: Lars
Knudsen, Patrik Andersson.
Música: Bobby Krlic.
Fotografía: Pawel Pogorzelski.
Distribuidora: A24.
CRÍTICA
SINOPSIS: Una
mujer que carga con un gran trauma, acude con su pareja, con la cual no está
pasando por buenos momentos, a un festival que se celebra cada noventa años,
donde se ponen en práctica una serie de rituales tradicionales en una aldea
perdida en Suecia. Todo parece ir bien hasta que van descubriendo en que
consisten sus actividades festivas.
LO MEJOR: Es una gran noticia. Independientemente de que pueda
gustarnos más o menos, hay que sentirse agradecido, si lo que de verdad importa
es el cine, de la irrupción en el panorama cinematográfico de directores como
Ari Aster. Porque “Midsommar” es la confirmación de que “Hereditary” no fue
casualidad y aquí hay un cineasta valiente y con personalidad propia, ya que
con tan sólo dos largos ha dado suficientes motivos para que la sigamos la
pista. Aster vuelve a mezclar el drama con el terror, pero alejándose
diametralmente de su anterior obra. Un terror no basado en las claves
habituales (demasiado) del género, es decir, las escenas de suspense
monopolizadas por el sonido y la música, la oscuridad y los sustos. De hecho, prácticamente
toda ha película transcurre a pleno sol. Pero si exige de toda nuestra atención
pues es tremendamente metafórica, escondiendo simbolismos por todas partes. Porque
si a priori podríamos considerar que trata del tema del fanatismo de las
sectas, en realidad el mensaje nos cuenta la necesidad de superar ciertas fases
psicológicas de la vida, tales como la pérdida de seres queridos o la toxicidad
de una determinada relación de pareja. Pero además nos habla de
interesantísimos aspectos del folclore nórdico a las que acompaña de una
exquisita ambientación natural apoyándose en la banda sonora y los cantos. Y
tampoco faltan momentos de especial crudeza donde caben incluso unas gotitas de
gore. El resultado es un film hipnótico, impactante, malsano, grotesco, muy
perturbador y, a pesar de ello, optimista.
Interpretación: No es una película en la que el apartado interpretativo,
no estando mal, sea lo más destacado. En gran parte por lo coral del protagonismo.
Salvo una notable excepción. Florence Pugh, que en ocasiones me ha convencido en
películas como “Lady Macbeth” pero no tanto en otras como la serie
“La chica del tambor” donde podría haberse lucido, aún cumpliendo, no me
dio la sensación de aprovechar todo el potencial que sin duda tiene. Pues en
“Midsommar" sí se la ve en plena forma.
Escena (spoiler): Básicamente hay dos teorías que explicar. Una es la de la secta y otra
el mensaje de la película. Respecto a la primera, el festival se celebra cada
noventa años porque es el tiempo que consideran necesario para revitalizar la
sangre de la comuna. Para ello tienen que traer a gente de fuera, a la cual
utilizan para varios menesteres; ejercer de sementales (el/los elegidos), como
sacrificio y para integrar nuevos miembros en la comunidad. Es por ello que
eligen a Christian para "copular" con una de las chicas autóctonas. Y por lo que
cada uno de los visitantes van siendo asesinados en distintos momentos con la
excusa de producir alguna ofensa contra ellos. Por cierto, una de ellas se hace
recreando un ritual vikingo especialmente sangriento, el “águila de sangre”,
que consiste en sacar al sujeto los pulmones por la espalda dejándolos como si
fueran alas. Pero Dani (Pugh) se gana el derecho a ser integrada proclamándose
Reina de la Primavera en el baile, lo cual hace que empiecen a venerarla. Respecto
al mensaje, Dani sufre el dolor de la tragedia de toda su familia a su vez se
encuentra en una relación totalmente tóxica, con un novio que solo está con
ella por pena pero que no la quiere. Todo el proceso de su estancia en el lugar
supone la superación de esas fases psicológicas. Es por eso que ya antes de
llegar era la mejor opción para ser integrada en la comunidad, y le hace
especial ilusión al amigo que les lleva allí que ella se una a la excursión. La
escena del suicidio de los ancianos representa admitir el final de una fase de
su vida. Y el hecho de que Dani elija a Christian (su novio) para el sacrificio
final, supone como ella decide pasar página eliminándole. Ahora tiene con quien
compartir su dolor y quienes la ayudan a desprenderse de él, como muestra la
escena en la que todas las mujeres gritan y lloran con ella. Y su sonrisa final
indica que ya ha conseguido seguir adelante.
LO PEOR: Me paso el año leyendo postureos en las redes
sociales de gente quejándose de la falta de imaginación en el cine, inundando
de secuelas, remakes y reboots. Pero cuando se hace algo distinto, no tiene ni
mucho menos el seguimiento que se supone que debería tener ante tal demanda de
creatividad. Al final esos “eruditos” van a ser justo lo que están criticando y
dan de lado a alternativas como ésta. De la tal manera que, sin haber pasado ni
una semana de su estreno, he tenido serias dificultades para encontrar un cine
donde verla. Por lo que nuevamente tengo que decir que es cine para ciertos
paladares.
CITAS: “Es
como de otro mundo”. “Desde que he estado aquí, nunca he estado solo. Y tú
necesitas lo mismo”. “No quiero adaptarme, quiero irme”. “No sé porque nos invitaste”.
“Se celebra una vez cada noventa años”. “Prefiero que lo veáis mañana”.
REFERENCIAS: Como curiosidad, hay que decir que se basa
en un festival real, el “Midsummer” celebrado todos los años en el comienzo del
solsticio de verano, el 24 de junio y del que han tomado ciertos elementos para
la película. Cinematográficamente, hay reminiscencias de “El hombre de mimbre”
o incluso “El bosque” de Shyamalan. Desde luego tiene el estilo de dirección
de “Hereditary”. Pero su carácter metafórico y simbólico me ha recordado a
“Madre” de Aronosfky.
CONCLUSIÓN: 8. Es la confirmación de que "Hereditary" no fue casualidad y Ari Aster es un director diferente, que nos trae un drama de terror muy metafórico no para todos los paladares.
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