Lo de que Quentin Tarantino es muy asiduo a los metrajes extensos,
ya es algo que se espera en sus películas. Es habitual ver que lleguen a las
dos horas y media, incluso a las tres, sin que sus fans se quejen ni un ápice
con ello, considerando que cuanto más de su cine, mejor. Sin embargo, aquí se
le fue la mano considerablemente, llegando hasta las cuatro horas. Lo que
provocó que decidiera dividirla en dos volúmenes.
Aunque Tarantino fue alabado por su trabajo en “Pulp fiction”,
las voces más críticas le acusaban de abusar del uso de la violencia. Algunas
de esas voces aplaudieron que ese nivel descendiera en su tercera película, “Jackie
Brown”. Pero no así el público. La respuesta de Tarantino fue “Kill Bill” donde
mandaba un mensaje muy claro tanto a sus detractores como al público. Iba hacer
lo que le diera la gana.
Se podría decir que “Kill Bill” es su película más friki,
donde más influencias, homenajes y referencias hay a otras películas clásicas y
géneros. De hecho, ofreció mil dólares a quien pudiera encontrar todos los
guiños que había incluido en las dos partes del film. Y, al parecer, no tuvo
necesidad de pagárselos a nadie.
Sin embargo, respecto a la violencia, Tarantino, parecía
querer darle en las narices a todos sus críticos. Consideraba que se era injusto
con sus guiones, vertebrados por los personajes y adornados con la violencia y
el humor negro, y no al revés. De hecho, es cierto que “Reservoir Dogs” y “Pulp
Fiction” contienen altos grados de violencia, pero para nada abusa de lo explícito,
haciendo bastante uso del “fuera de plano”.
Se puede apreciar en
“el corte de oreja” (“Reservoir Dogs”) o en “la voladura de cabeza” (“Pulp
Fiction”). Pero con “Kill Bill”, Tarantino quiso decir “Ahora os vais a quejar
con razón y en lugar de una taza vais a tener dos”. Y realizó el que probablemente
es su trabajo con más acción, notablemente más sangriento, y desde luego, más
explícito, hasta el punto de resultar hasta paródico por lo excesivamente adrede que
es.
Para colmo, Quentin, parecía querer hacer un homenaje a
todo ese cine que había consumido compulsivamente en ese videoclub del que era
empleado antes de convertirse en director de cine. De tal manera que podemos
encontrar referencias al spaghetti western, al cine de gansters, al manga y a la serie B en general, como al de las artes marciales.
Porque una de las influencias más claras en las dos
películas es el cine producido en Hong Kong. Está claro que Tarantino tiene
gran admiración por esas películas de Kung Fu, y escenas como el enfrentamiento
con los 88 maniacos o el duelo con Gogo Yubara (Chiaki Kuriyama) son un ejemplo
de ello. Ya en “Pulp Fiction” se hacía un guiño a las katanas.
Aquí Sony Chiba, ya veterano, uno de los primeros actores
de artes marciales en alcanzar la fama, realizó un cameo interpretando al
creador de espadas Hatori Hanzo. Pero quien se lleva la palma en cuanto a
guiños es, sin duda, Bruce Lee. El chándal amarillo que lleva Uma Thurman al
final del Volumen I es claramente el que llevaba el actor y luchador chino en
“Juego con la muerte”. La máscara que llevan los 88 maniacos es como la de
Kato. Su personaje en la serie “El avispón verde”. Además, de una colección de gestos
y posturas de luchacarecterísticos de él.
Y es que el propio villano era el protagonista de la serie
“Kung Fu”, que para colmo, iba a ser protagonizada por Bruce Lee inicialmente y
que fue sustituido por David Carradine. Antes de "Kill Bill" su carrera estaba acabada. Pero ya
estaba Tarantino para rescatarlo, como hizo con Travolta.
Aunque Carradine, no continuó por la buena senda tras trabajar
con Tarantino, muriendo en extrañas circunstancias. En el reparto le
acompañaron Daryl Hannah (otra rescatada), Lucy Liu, Michael Madsen (“Reservoir
Dogs”), Vivica. A Fox y Michael Parks (que se convertiría en un habitual de
Tarantino y amigos, como Robert Rodriguez). Samuel L. Jackson hace un fugaz
cameo como pianista. Y el propio director aparece disfrazado de uno de los 88
maniacos.
No me olvido de la verdadera protagonista, Uma Thurman, de
quien Tarantino quedó prendado durante el rodaje de “Pulp Fiction” y a quien
une una amistad de más de veinte años, de la que siempre se ha rumoreado que
era algo más. “Kill Bill” fue escrita para ella y el guion se lo entregó como
regalo de cumpleaños. Tarantino siempre ha reconocido que era su musa, pero lo
cierto es que no ha vuelto a trabajar con ella.
Hubo también el rumor de un “Kill Bill III”, incluso un
volumen IV. También que sería una versión en formato anime. O que sería una
precuela. O una secuela con la venganza de los hijos de los protagonistas de
ésta. Al final nada y sinceramente no creo que se haga. La cuestión es que tuvo
a la crítica más dividida que nunca, donde muchos le acusaron de efectista.
Pero al publico le encantó. Costaron entre las dos 60 millones y recaudaron 330 en taquilla.
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