Escenas Míticas: Especial Juicios - Algunos hombres buenos

   Llegamos al final de este ciclo de películas judiciales que originalmente partía con la excusa del estreno de “Cuestión de justicia”, con Michael B. Jordan, Brie Larsson y Jaime Foxx. Desgraciadamente, como sabéis, a causa de la situación provocada por la pandemia del coronavirus, los cines se encuentran cerrados por el “Estado de Alarma” y los próximos estrenos importantes se han visto obligados a posponerse.

   Por lo que los ciclos preparados para los próximos meses se verán modificados o pospuestos, incluso puede que no tengan que ver con ningún evento cinematográfico determinado del mes. Pero bueno en el que estábamos, pretendíamos no sólo hacer homenaje al género “judicial” sino al hecho de hay películas de subgéneros tales como "submarinos", "cárceles", . . . juicios, . . .

   De hecho, "Algunos hombres buenos" figura entre las diez mejores películas nombradas por la AFI,S Top 10 (Clasificación de las diez mejores películas en un género determinado), en la categoría de películas judiciales ocupando la quinta posición aún hoy.

   Personalmente es mi favorita de este tipo. Puede que las haya mejores, pero creo que es una de las que se centra mas en el juicio en sí. Se hace una perfecta construcción de la trama, una gran narración donde vamos siguiendo las distintas estrategias de abogados. Y contiene una de las mejores escenas de duelos interpretativos de la década de los noventa.

   No obstante, dentro de los títulos judiciales elegidos, se pretendía que tuvieran una labor de denuncia. Quizá esta película sea la que menos. Retrata a fondo un juicio militar y que en ella se critica algunos métodos expeditivos del sistema militar estadounidense. Pero a la vez se le reconoce su labor, lo que elimina el mensaje antimilitarista y antibelicista.

   Pero antes de película fue una obra de teatro de Aaron Sorkin, quien la adoptó a guion él mismo. Entre las anécdotas, Sorkin descartó una escena romántica entre los dos personajes principales, tras conocerse a los actores que los interpretaban, llegando a pronunciar la frase “las mujeres tienes más propósitos que el de acostarse con Tom Cruise”.

   Un Cruise que firmó una de las mejores interpretaciones de su carrera. Y eso que no lo tenía nada fácil pues tuvo que mantener varios duelos en la pantalla con el todopoderoso Jack Nicholson. Por cierto, que éste venia de interpretar a Jimmy Hoffa (mucho antes que Al Pacino) a las ordenes de Danny de Vito. Y el enfrentamiento final entre Cruise-Nicholson que no estaba incluido inicialmente en el guion, fue ensayado cincuenta veces.

   Les acompañaba un gran elenco de secundarios encabezados por Demi Moore con un trabajo muy serio antes de caer en papeles más sexualizados como “Una proposición indecente”, “Acoso” o “Striptease”, seguida de Kevin Pollak, Kevin Bacon, Kieffer Sutherland, J.T. Walsh y los muy jóvenes por entonces Cuba Gooding Jr. y Noah While (“Urgencias”). En la dirección estaba un Rob Reiner en gran estado de forma que venía de firmar “Cuenta conmigo”, “La princesa prometida”, “Cuando Harry encontró a Sally” y “Misery” de forma consecutiva.

   La película tuvo excelentes críticas y fue un gran éxito de taquilla. Costó 40 millones de dólares y recaudó 248. Por si fuera poco, optó a cuatro Oscars, incluidos las categorías de mejor película, que tuvo que enfrentarse a “Sin Perdón”, y a la de actor secundario para Jack Nicholson. Los otros dos fueron de sonido y montaje. Aunque no logró ninguno de ellos.

El infinito

   FICHA TÉCNICA

Título: El infinito.

Dirección: Justin Benson, Aaron Moorhead.

País: Estados Unidos.

Año: 2017.

Duración: 111 min.

Género: Terror, ciencia ficción, thriller.

Interpretación: Aaron Moorhead, Justin Benson, Tate Ellington, Callie Hernandez, James Jordan, Lew Temple.

Guion: Justin Benson.

Producción: Justin Benson, Thomas R. Burke, David Lawson Jr., Aaron Moorhead, Leal Naim.

Música: Jimmy Lavalle.

Fotografía: Aaron Moorhead.

Distribuidora: Well Go USA.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Tras varios años después haber salido de una secta, dos hermanos reciben una cinta de vídeo que les hace plantearse volver para pasar unos días. Pero una vez allí, comienzan a advertir una serie de fenómenos extraños.

   LO MEJOR: Sin ser ninguna obra maestra es un perfecto ejemplo de que el género de la ciencia-ficción no necesita, a menos no es imprescindible, de la espectacularidad de los efectos especiales y de la holgura de los grandes presupuestos. Por tanto, “El infinito” es una digna muestra del género en clave modesta y humilde, más preocupada de suscitar el interés mediante su trama, dosificando cuidadosamente la información, fomentando así la curiosidad, sin prisa ni movimientos precipitados, a un ritmo de cocción de fuego lento. Enlaza con otros géneros como el fantástico, en esa línea qué sigue y recuerda al más puro estilo Lovecraft. Pero a su vez dando pinceladas muy sutiles y nada efectistas de terror psicológico. Es de esas películas extrañas, bastantes sesudas, qué esconde su cometido principal bajo un planteamiento inicial que utiliza como escalera. De tal manera que tenemos un argumento orientado al tema de las sectas, y es cierto que buena parte del film trata acerca de que son y cómo se comportan, pero en realidad es un trampolín para zambullirse en el terreno de las paradojas temporales, saltando así de un género a otro y haciendo gala de una historia más compleja de lo que cabría esperar, dando lugar a diferentes lecturas.

   Interpretación: Hay que darle su mérito a Justin Benson y Aaron Moorhead. No por sus interpretaciones, a las que podríamos calificar que son moderadamente correctas y cumplen con dignidad. Sino por combinarlas con distintas funciones dentro de la película. Aparte de codirigirla, se ocupan del guion, la producción e incluso la fotografía y el montaje. Son los creadores absolutos en un “yo me lo guiso, yo me lo como”, del que salen bastante airosos en las respectivas parcelas.

   Escena (spoiler): Vayamos directamente a la explicación de la trama, o al menos a la interpretación que un servidor le da. No se sabe porque el terreno montañoso en el que se aloja la secta tiene unas propiedades mágicas, el que un “ente” superior tiene encerrados a distintas personas en una especie de burbujas en cuyo interior dan una serie de bucles temporales de muy distintas duraciones, que pueden ir desde varios segundos a varios años. ¿Porque ocurre ésto? Dado que los personajes son conscientes de ello, que intentan variar sus actos para así poder salir sin demasiado éxito, pero los dos hermanos si lo tienen, la conclusión que saco es que ese ente no les permite salir hasta que logran superar un comportamiento. De tal manera que el hecho de que uno de los hermanos deje de sobreproteger al otro y respete su decisión es el acto redentor que les permite salir de su bucle. Aunque cabe la posibilidad que puedan estar en un bucle incluso más grande y aunque crean haber salido no lo han hecho. La razón es el lugar junto a la carretera donde se supone qué ha muerto su madre y han dejado una serie de objetos y por los que parecen no haber pasado el tiempo. En dicha carretera, uno de ellos advierte una imagen simétrica a ambos lados del coche, una bandada de pájaros que forman una figura exactamente igual.

   LO PEOR: No por típico hay que negar que tiene su grado de confusión, especialmente en su tercer y último acto. Aunque no es menos cierto que en gran parte es a lo que juega, cómo demuestra una conclusión bastante abierta y que da lugar a varias posibles interpretaciones.

   CITAS: “¿Qué sentido tiene volver ahora?”. “Aquí hay algo, ¿verdad?”. “Quieres saber lo que lidera todo esto. Descúbrelo tú mismo”. “?Y si nos quedamos?”. “Eran nuestra familia”.

   REFERENCIAS: Está conectada a otra película anterior de Benson y Moorhead, “Resolution” pero más como spin off lejano que como secuela. De hecho, pueden verse independientemente. Pero la película juega en el terreno de “Otra tierra”, “Coherence”, la serie “The OA”, incluso de “Primer”.

   CONCLUSIÓN: 6’5. Perfecto ejemplo de que la ciencia-ficción no requiere de efectos especilaes sino de imaginación. Película extraña, que salta de un género a otro con una historia mucho más compleja de lo que parece.

Microcríticas Express: Resolution/Frozen River/The guilty

   Película hecha con muy muy poco dinero, descubierta por casualidad al leer en alguna parte que tenía cierta relación con “El infinito”. Y efectivamente, aparte de que es obra de la misma pareja de directores, Justin Benson y Aaron Moorhead, ambas tramas se inician con el recibo de una extraña cinta de vídeo, y desde luego tienen argumentos sumamente rarunos. Sin embargo, sus vínculos terminan ahí pues aunque ésta es anterior, no podría considerarse precuela. El caso es que, aunque durante gran parte de ella me ha resultado lenta, posee situaciones que me han generado curiosidad. Y creo que el final tiene varias metáforas. 5’5.

    Me gusta esta clase de cine independiente, basado en las relaciones humanas y en los problemas sociales actuales. Además, como están hechas con cuatro duros, no tienen la atadura de incluir alguna persecución, tiroteo o romance con el fin de que resulte mejor comercialmente. No, pueden mostrar la historia de forma tan cruda y real como ésta. Película que juega con las posibilidades que le da su escenario nevado que muestra la vida en un lugar tan inhóspito y despoblado. Toca el tema de la inmigración ilegal, pero desde el punto de vista de los que se aprovechan de ellos para ganar dinero. Me ha gustado bastante. La interpretación de Melissa Leo fue nominada y no me extraña. 7.

   Un solo escenario, prácticamente un solo actor (al menos a la vista) y un presupuesto mínimo. Pues me ha tenido clavado al sofá los 85 minutos que dura. No se puede sacar más rendimiento a menos recursos. Pero claro, tira de guion y tira de interpretación. Una trama que va creciendo exponencialmente en tensión, tanto en el estrés de la situación (con muy buenos giros) como en la propia del protagonista. Una propuesta minimalista y humilde pero altamente entretenida sobrepasando sus primeros minutos. 7.