domingo, 8 de marzo de 2020

Diamantes en bruto



   FICHA TÉCNICA

Título: Diamantes en bruto.
Dirección: Ben Safdie, Joshua Safdie.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 135 min.
Género: Thriller, drama.
Interpretación: Adam Sandler, Julia Fox, Kevin Garnett, Idina Menzel, Keith Stanfield, Eric Bogosian, Judd Hirsch, The Weeknd, Sean Ringgold, Sahar Bibiyan, Keith Williams Richards, Paloma Elsesser, Pom Klementieff, John Amos.
Guion: Ronald Bronstein, Ben Safdie, Joshua Safdie.
Producción: Martin Scorsese.
Música: Daniel Lopatin.
Fotografía: Darius Khondji.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Howard Ratner es el propietario de una joyería donde van a comprar ricos y famosos. A su vez, tiene pensado realizar un gran negocio con un mineral extraído en África. Pero también se debate entre su adicción a las apuestas y las deudas que tiene con gente muy peligrosa.
   LO MEJOR: No me cansaré de solicitarlo. Por favor, Netflix, déjanos disfrutar de tus mejores películas en una sala de cine. Porque la famosa plataforma vuelve a destaparse con una gran película, y viniendo con precedentes en 2019 como “Historia de un matrimonio” o “El irlandés”, es como para tener en cuenta. Una película que es un triste aunque muy realista retrato social de la actualidad, donde asistimos dolorosamente a la caída a los infiernos de un adicto al dinero. Caída que ya está en curso al iniciar la narración, en la cual se muestra una sociedad devota de los bienes materiales hasta llegar prácticamente al fetichismo, dónde se pagan cantidades desorbitadas por simples artículos estéticos. Una sociedad en la que los ricos viven en otra realidad paralela, y los demás sueñan y aspiran a ella. Y dónde en otras partes del mundo, hay personas que mueren para que esos ricos obtengan sus antojos. Pero la película retrata principalmente a esos que ansían la riqueza hasta el punto de vivir por encima de sus posibilidades, sumergiéndonos desde el principio en un mundo de chanchullos, de casas de apuestas y ludopatía, al fin y al cabo. Todo en conjunto podría considerarse una crítica al capitalismo consumista. Pero es que además, formalmente el film  también es atractivo, con una excelente puesta en escena y un ritmo endiablado, que llega a ser extenuante.
   Interpretación: Jim Carrey es un buen ejemplo de que cuando un actor de los considerados cómicos, se le da un papel adecuado para demostrar su talento dramático, son capaces de hacerlo. Es justo lo que ha hecho aquí Adam Sandler. Aunque ya había apuntado maneras en “The Mayerowitz Stories” (Bambauch), es en esta gran interpretación, seguramente la mejor de su carrera, con la que ha dado un puñetazo en la mesa. Y atención al debut de la explosiva Julia Jones, que anteriormente tuvo ocupaciones tan variopintas cómo ejercer de dominatrix, pintora (con varias exposiciones), qué afirma tener varios guiones escritos y que desea dirigir. No parece que se la pueda parar. Por cierto, aparece el verdadero jugador de la NBA, Kevin Garnett.
   Escena (SPOILERS!!): Aunque en un momento dado pueda producirnos empatía desde el punto de vista de dar lástima, lo cierto es que durante toda la película se pone de manifiesto lo deplorable que es como persona. Capaz de descuidar a sus hijos, destrozar su matrimonio, empeñar a su padre, utilizar a su amante. Lo cual le lleva sufrir varios correctivos, cómo durante el secuestro en plena obra teatral de su hija o en la paliza pública tras intentar amañar la subasta. De esa situación extrema se da cuenta el propio Garnett cuando se apuesta todo el dinero que le da por la piedra de África a su partido de baloncesto de esa noche. Pero el momento más tenso es precisamente cómo se vive ese partido. Pura tensión y demostración dramática de Sandler. Ese trágico final solo es el único posible que podría pasar. Si no en ese momento sería en otro después. Porque las personas así nunca tienen suficiente y no pueden parar.
   LO PEOR: A lo largo de la película hay muchas situaciones que pueden resultar repetitivas. Bueno, es de lo que va. Y ese ritmo tan alto puede dar la sensación de ser agotador. La trama parece que siempre está en el mismo punto. Pero no es cierto, no deja de avanzar desde el minuto uno.
   CITAS: “Hice una apuesta muy arriesgada y está a punto de dar sus frutos”. “No sé. Solo lo sé”. “- Es la apuesta más tonta que haya escuchado. – No estoy de acuerdo”. “Terminé. No significa nada. Dame otra oportunidad”. ”Te dije como iban a estar las cosas. ¿Te gusta como van las cosas”. “Así soy yo. Así gano”.
   REFERENCIAS: Nada de la filmografía de Adam Sandler sirve como referencia, así que  dejaros de prejuicios con el actor. Pero los directores, Ben y Joshua Safdie, sí tratan alguno de los enfoques exhibidos aquí en su película interior, “Good time”.
   CONCLUSIÓN: 7’5. Retrato de la adicción al dinero y de una sociedad viciada como crítica al capitalismo y al consumismo, donde Adam Sandler se reivindica como actor dramático.



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