Hunters

   FICHA TÉCNICA

Título: Hunters.

Dirección: David Weil (Creator), Nelson McCormick, Dennie Gordon, Wayne Yip, Alfonso Gomez-Rejon, Millicent Shelton, Michael Uppendahl.

País: Estados Unidos.

Año: 2020.

Duración: 60 min (10 episodios).

Género: Thriller.

Interpretación: Al Pacino, Logan Lerman, Saul Rubinek, Carol Kane, Lena Olin, James Legros, Dylan Baker, Raphael Sbarge, Josh Mostel, Victor Slezak, John Noble, Christian Oliver, Izabella Miko, Jeannie Berlin, Josh Radnor, Lou Martini Jr., Tiffany Boone, Caleb Emery, Kate Mulvany, Sam Daly, Brian Donahue, Kathryn Kates, Louis Ozawa Changchien, Jerrika Hinton, Robbie DeRaffele, Gibson Frasier, Ben Livingston, Michael Iacono, Justin Clarke, Ben Cole, Gyula Mesterházy, Henry Hunter Hall, Miles G. Jackson, Timothy Patrick Klein, Max MacKenzie, Musto Pelinkovicci, Kristoffe Brodeur, Ed Moran, Greg Austin, Jonno Davies, Joshua Satine, Lauren Yaffe, Marc Schöttner, Ryan Welsh, Anastasia Barzee, John Cashin, John Combs, Krista Donargo, Frank Fernandez, Robert John Gallagher, Tricia Paoluccio, Mark Rowe, Johnny Solo, Yury Tsykun.

Guion: David Weil, Nikki Toscano, Mark Bianculli, Eduardo Javier Canto, Ryan Maldonado, David Rosen.

Producción: Jordan Peele

Música: Cristobal Tapia de Veer.

Fotografía: William Rexer, Tim Norman.

Distribuidora: Amazon Studios.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: El asesinato de la abuela de un chico judío le lleva a conocer a un pintoresco y variopinto grupo de cazadores de nazis que se encuentran integrados en la sociedad del Estados Unidos de los setenta

   LO MEJOR: Digo lo mismo que decía de “Servant” en cuanto a la influencia de Shyamalan en la serie, pues aunque el verdadero creador es David Weil, la mano de Jordan Peele es bastante notoria. Más si cabe cuando no se le conocen proyectos anteriores a Weil. Y se palpa en cuanto al enfoque porque aunque la historia que nos cuentan es puramente de venganza, el tono de denuncia está ahí, especialmente en cuanto a lo que se refiere al tema del racismo, pues son bastante frecuentes las alusiones tanto a la discriminación de los judíos como a la de los negros. No hay que olvidarse que aunque el formato estético, muy intencionadamente pulp, en ocasiones muy cercano al cómic, e incluso a ciertas películas de Quentin Tarantino, lo que nos dice acerca de los nazis “traídos” clandestina y vergonzosamente a Estados unidos, dándoles una identidad nueva para poder aprovechar sus conocimientos, no es para nada una ficción. Pero si, básicamente es una especie de “Los jueces de la ley” en la que un grupo de judíos se toma la justicia por su mano. Para ello y para reforzar en sentimiento de empatía y venganza en el espectador, nos salpican la narración con una serie de flashbacks sobre diversas subhistorias inspiradas en las atrocidades cometidas por los alemanes en los campos de concentración. Pero a la vez plantea si el vengarse es ponerse a la altura de los nazis, si haciéndolo se convierten ellos mismos en monstruos.

   Interpretación: Aunque no es exactamente el protagonista, Al Pacino es la estrella total de la función. Nuevamente está genial. Incluso estando bastante contenido, él solo es capaz de ejercer de aliciente por si solo para ver la serie. Logan Lerman se ha tomado muy en serio su papel y su imagen está muy lejos de la que tuvo en las películas de “Percy Jackson”. La intervención de Lena olin es bastante intermitente pero es que su rol le viene al pelo. Quien más me ha sorprendido es el desconocido para mí, Greg Austin, como villano.

   Escena (SPOILERS!!): Ya la primera escena, la masacre en el jardín de la piscina es toda una declaración de intenciones. Me han parecido curiosas las parodias que se hacen en el televisor de como detectar a un nazi o como se decidió traer a los nazis, incluso la propia presentación comiquera de todo el grupo. Lo que contrasta con los flashbacks de los campos de la Segunda Guerra Mundial, muy dramáticos y algunos muy duros. Porque la serie no escatima en violencia. Precisamente, la escena del ajedrez humano ha sido la que más polémica ha suscitado. Y es que Weil no se ha basado sino inspirado en hechos reales, y los juegos crueles, sádicos y muy creativos de los nazis con los prisioneros estaban a la orden del día. Pero lo ocurrido en el último episodio es de una sorpresa brutal. No creo que nadie hubiera podido adivinar que Meyer (Pacino), en realidad, era “El lobo”, aunque es cierto que eso explica algunos detalles en su comportamiento. No obstante, es un tanto increíble. Pero por si fuera poco, en la última escena vemos a un personaje con el bigote característico de Hitler, que llama a la Coronel (Olin), Eva, que podría ser Braun. Es decir, la teoría de que ambos no se suicidaron y lograron huir a Argentina.

   LO PEOR: Si es cierto que se toma una gran cantidad de licencias históricas y hay bastantes inexactitudes, pero es que tampoco han pretendido hacer un documental, por lo que las diversas quejas de judíos y, especialmente, del Museo de Auschwitz, me parecen absurdas. Lo que si creo es que habría sido mejor hacer episodios más cortos, porque aunque sean entretenidos, habría sido más ameno.

   CITAS: “Pasar por aquello para que al final un tipo le pegara un tiro en su salón”. “Supongo que todo asesinato es personal”. “¿Sabes cual es la mejor venganza? La venganza”. “El mal vive aquí. Son nuestros vecinos”. “En América puedes librarte de cualquier cosa”. “Hacemos justicia divina”. “Creemos que hay nazis viviendo en América y que hay alguien que se los está cargando”. “Se puede hacer justicia de una forma correcta o incorrecta”. “Si lo haces pasarás a ser el mal que intentas derrotar”.

   REFERENCIAS: Si Tarantino Y Peele se hubieran reunido para ponerse tras la cámara, es fácil pensar que habría salido algo parecido a esto. De hecho, el enfoque de denuncia racial de Peele es notorio, y a nadie se le escapa que tiene cierto paralelismo argumental con “Malditos bastardos”.

   CONCLUSIÓN: 7. Se nota la mano en la producción de Jordan Peele en cuanto al mensaje de denuncia racial pero básicamente en un producto de entretenimiento violento muy pulp, algo de cómic y un tanto tarantiniano.