FICHA TÉCNICA
Título: El hombre invisible.
Dirección: Leigh Whannell.
País: Estados Unidos.
Año: 2020.
Duración: 124 min.
Género: Ciencia ficción, intriga, terror.
Interpretación: Elisabeth Moss, Storm Reid, Harriet Dyer, Aldis
Hodge, Oliver Jackson-Cohen, Zara Michales, Michael Dorman, Benedict Hardie,
Renee Lim, Brian Meegan, Nick Kici, Vivienne Greer, Nicholas Hope, Cleave
Williams, Cardwell Lynch, Sam Smith, Serag Mohamed, Nash Edgerton, Anthony
Brandon Wong.
Guion: Leigh Whannell (Novela: H.G. Wells).
Producción: Jason
Blum, Leigh Whannell.
Música: Benjamin Wallfisch.
Fotografía: Stefan Duscio.
Distribuidora: Universal Pictures.
CRÍTICA
SINOPSIS: Cecilia escapa de la vida con su novio maltratador. Tras un
tiempo escondida, se entera que éste se ha suicidado y le ha dejado en
testamento todos sus bienes. Pero comienzan a ocurrir una serie de extraños
sucesos que le hacen sospechar que aún sigue vivo.
LO MEJOR: Muy grata sorpresa la de una película a
la que iba con muy pocas expectativas y de la que desconfiaba por varios
motivos. Por un lado porque se convirtiera en un panfleto feminista metido con
calzador y, por otro, porque se hubiera limitado a añadir un puñado de sustos
efectistas para acercarla al género del terror. Pues encantado de haberme
equivocado, porque precisamente como mejor funciona es como película de terror,
aunque mucho más en el terreno del suspense que el del horror, encajando
perfectamente en el cine de fantasmas. Además también tira de las claves de las
home- invasión. Pero es que también hubiera funcionado, si así lo hubieran
elegido como película con protagonista con trastornos psicológicos (esquizofrenia
paranoide, por ejemplo). Pero no, se asoma más a la ciencia-ficción que a lo
fantástico y ofrece un efectivo entretenimiento que a la vez sirve de cine de
denuncia, mostrando tanto el retrato de un maltratador como el de una mujer
empoderada, por lo que como mensaje feminista es de los que mejor se ajusta a
la actualidad. Porque más que una nueva versión, se ha hecho una reinvención, con tensión
casi constante desde el primer minuto, giros verdaderamente sorprendentes, que
le dan un carácter muy impredecible, y ojo, unos dignísimos efectos especiales
teniendo en cuenta un presupuesto tan escueto que no llega a los diez millones.
Interpretación: Qué capacidad
interpretativa que tiene esta actriz. Porque aunque Elizabeth Moss vuelve a
hacer de mujer maltratada, como en la serie que protagoniza en “El cuento de la
criada”, el personaje, con algunos nexos, está cortado por otro patrón. Una
Moss omnipresente y caníbal, pues se come la pantalla y a quien la acompañe
en ella. Y menos mal porque uno de los puntos flacos es el poco peso de los
secundarios. Al villano, Oliver Jackson Cohen, evidentemente, le vemos poco, y
casi mejor.
Escena (SPOILERS!!): Comienza con una larga secuencia de huida que
casi corta la respiración. Y no se queda atrás el juego del gato y el ratón que
se trae la protagonista y su invisible agresor en la casa donde se encuentra
alojada. Pero tiene varios giros brutales. Sin duda, la mayor sorpresa es la de
la muerte de la hermana ante toda la clientela de un restaurante. Otro, menos
impactante, es cuando descubrimos que el hermano abogado del villano está en el
ajo. También tiene buenas escenas de acción, como la del hospital, dejando
fuera de combate a todos los agentes de seguridad o el de la casa con el ataque al amigo
y a su hija. Con otra sorpresa más. El broche final también es de nivel, con
Cecilia (Moss) devolviéndole la jugada al villano con su propia medicina.
LO PEOR: Descuida la parte científica. Ésto es,
aunque se dice más o menos por dónde van los tiros de cómo se ha logrado la invisibilidad,
no explica prácticamente nada de cómo ha sido el proceso. habría sido
interesante pues se deja entrever que es hasta plausible. Pero no entra
demasiado en ello.
CITAS:
“Según su voluntad, te corresponden cinco millones de dólares,
supeditados, eso si, a que no te declaren incapacitada”. “Decía que fuera a
donde fuera, me encontraría. Se acercaría y yo no podría verle”. “Ha
descubierto la forma de hacerse invisible”. “La única genialidad mayor que
inventar algo que le haga invisible es idear la manera de torturarte incluso
estando muerto”. “El verdadero talento de Adrian era saber manipular a la
gente”. “¿está diciendo que la persona que quiere matarla está en este cuarto pero
no podemos verla?”.
REFERENCIAS: Tiene narices pero la
teoría de la invisibilidad comparte más similitudes con la primera versión de
“El hombre invisible”, la de 1933, más fiel a la novela de H. G. Wells. Pero la
psicopatía del villano está más cerca a “ El hombre sin sombra” . Pero vamos, está
muy lejos de ambas. A mí me ha recordado a “Durmiendo con su enemigo”.
CONCLUSIÓN: 7. Muy efectivo entretenimiento que mantiene la tensión tomando elementos de varios géneros del terror, y a la vez funciona como cine de denuncia machista, con una magnífica Elizabeth Moss.
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