Música de Película: Crudo

   "Crudo" es de esas películas audiovisuales en las que la compenetración de las imágenes con la música y las letras de los temas elegidos es vital. El tema principal de la banda sonora compuesta por Jim Williams está cargado de significado, con el órgano como elemento predominante que le da un aire eclesiástico para resaltar la sensación de pecado de la protagonista de la trama. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el tema de The Do, cuyo título define mejor que nadie su situación; desesperación, resaca y éxtasis.

Tema: Main theme.

Película: Crudo.

Intérprete o compositor: Jim Williams.

Tema: Despair, hangover & ecstacy.

Película: Crudo.

Intérprete o compositor: The Do.

Death Note 1/2

   FICHA TÉCNICA

Película: Death Note/Death Note, el último nombre.

Dirección: Shusuke Kaneko.

País: Japón.

Año: 2006.

Duración: 126 min/141 min.

Género: Thriller, intriga.

Interpretación: Tatsuya Fujiwara, Ken'ichi Matsuyama, Asaka Seto, Shigeki Hosokawa, Erika Toda, Shunji Fujimura, Takeshi Kaga, Yu Kashii, Shido Nakamura, Sota Aoyama.

Guión: Tetsuya Oishi (Manga: Takeshi Obata, Tsugumi Ôba).

Producción: Takahiro Sato, Takahiro Kobashi,Toyoharo Fukura.

Música: Kenji Kawai.

Fotografía: Kenji Takama.

Distribuidora: Warner Bros.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un cuaderno mágico llega a las manos de Light. Con solo escribir un nombre en él, la persona morirá. Con el pseudónimo de Kira, comenzará a matar a todos los criminales de los que conoce el nombre. Pero tendrá que enfrentarse a una mente privilegiada, el mejor y más astuto investigador del mundo, que se apoda L.

   LO MEJOR: Me sumergí en esta historia en la más absoluta de las ignorancias, sin conocer ni el manga ni el anime que precede a estas películas. Esperaba una propuesta cercana al terror con unos cuantos sustos y muertes molonas. Claro, no podía estar más equivocado pues “Death note” ofrece algo muy distinto y con mucha más miga. Tanto es así que tuvieron que hacerlo en dos películas, en total, 267 minutos (el remake 105) en los que no cabe el aburrimiento. Ya después, interesándome por los precedentes de los que viene, he podido comprobar que efectivamente conserva el espíritu del manga original, incluso con especial cuidado en lograr el parecido con los protagonistas y en emular ciertas situaciones y aspectos del anime. Por supuesto, tiene sus errores, pero el encanto del argumento te hace fácil perdonárselo. Porque su gran baza es la originalidad, no solo en la idea del cuaderno con capacidad de matar, que ya es atractiva de por sí, sino también de incorporar elementos fantásticos e incluso mitológicos. Y de paso, no pierde la oportunidad de plantear el dilema moral de lo que supone tomarse la justicia por su mano, con un poder quizá demasiado difícil de controlar (primero se trata de eliminar tan solo criminales, luego ya cualquiera que se interponga). Tampoco es que lo haga en profundidad pues no entra en el posible factor de error, es decir, de la posibilidad de eliminar inocentes. Pero da igual porque el otro gran acierto es no quedarse en el planteamiento inicial y evolucionar hacia otra clase de trama en un duelo entre el gato y el ratón, entre los dos antagonistas en una partida de ajedrez de inteligencia y astucia, repleta de giros.

   Interpretación: Seamos claros, normalmente en el cine japonés de consumo adolescente, las interpretaciones suelen ser bastante malas. No es que eso no ocurra aquí, pero hay dos actores que están bastante dignos. Tatsuya Fujiwara (Light) y Ken Matsuyama (L), especialmente este último. Llega a ser incluso gracioso la imitación del L del anime, muy parecido físicamente, pero incluso en miradas, gestos y posturas.

   Escena (spoiler): Pasan tantas, tantas cosas entre las dos películas que es imposible hacer otra cosa que enumerarlas, más que describirlas. Por supuesto, la llegada del cuaderno acompañado de Ryuk, el primer shinigami, un ser fantástico de leyenda. La muerte calculada de la novia d Light. La llegada del segundo Kira (killer japonés), en una masacre en directo en TV. Lo que da paso a la refrescante irrupción de Misa en escena, de la mano de Rem, el segundo Shinigami, que mola incluso más. La tortura a la que L somete a Misa y Light. Y el retorcido final y desenlace. Antes la actuación de un tercer Kira.

   LO PEOR: Quizá en su tramo final se le vaya un poco la olla en su constante obsesión de sorprender con repetidos cambios de dirección que a veces cae en “el giro del giro”. Pero lo lamentable es la auténtica tomadura de pelo que ha supuesto el remake americano, que arrasa con todo lo que acabo de destacar de la historia, reduciéndola a un puñado de efectismos baratos con la sangre como denominador común (las japonesas no se ve ni una gota).

   CITAS: “El humano cuyo nombre esté escrito en este cuaderno, morirá”. “Este cuaderno ayudará a crear un mundo sin crimen”. “El mundo está en mis manos”. “Yo soy la justicia”. “Si muero, tú serás el máximo sospechoso. Serás Kira”, “El nuevo Kira solo necesita ver la cara para poder matar”.

   REFERENCIAS: Todo nace en el manga homónimo del dúo Tsugami Ohba/Takesi Obata de 12 volúmenes, que dio lugar a una serie anime de 37 episodios, emitida entre 2006 y 2007. Acaban de sacar una tercera película titulada “Death Note, el nuevo mundo” y existe un spin-off, “L, cambia el mundo”. Y un remake de Netflix en el que es mejor no perder el tiempo.

   CONCLUSIÓN: 7. Capta perfectamente el espíritu del anime y explota sus mejores aciertos. Al contrario que el remake americano

  

Escenas Míticas: Agentes secretos - Mentiras arriesgadas

   Da igual a que agencia o servicio secreto pertenezca, al final todos los agentes secretos descienden de 007. A partir de ahí cada película introduce sus propias variantes y pinceladas, pero en esencia es James Bond quien los inspira. Eso debió pensar James Cameron cuando pensó en hacer su propia versión de esta temática.

   Está claro que la corona de “Rey Midas” de Hollywood es de Steven Spielberg, pero hay otros directores que cuentan cada uno de sus estrenos por éxitos. Uno de ellos es James Cameron. Por cierto, que esta película es muy del estilo de otro de esos rompedores de taquilla, como es, pese a quien pese, Michael Bay. Claro está, Cameron no abusa de ese electrizante montaje característico de Bay, pero si apuesta por el espectáculo.

   James Cameron se saltó su línea de ciencia-ficción con títulos tan rompedores como “Aliens, el regreso”, “Abyss” y las dos primeras partes de “Terminator” para apostar por una fórmula de acción muy espectacular mezclada con grandes dosis de humor. Y más concretamente de héroes emparejados. Algo que copió “Sr y Sra Smith” por ejemplo.

   Hay que decir que todavía quedaban algunos años para el 11-S, y el pueblo americano no tenía ese miedo a sufrir un atentado en suelo estadounidense. Se podían permitir el lujo de tomarse a broma la película, de aceptar el argumento como una comedia. No me imagino estrenarse esta película, que se basa en el terrorismo islámico atentando directamente contra USA, tras la caída de las Torres Gemelas.

   El caso es que Cameron tenía muy claro cuál sería el tono de la película. Una apuesta clara por el cine espectacular, por el blockbuster, con escenas de acción verdaderamente impresionantes, como la del Harrier, pero con ese toque de humor, como el striptease de Jamie Lee Curtis, que está entre lo más sensual de toda la década de los noventa.

   Sin embargo, no es ni mucho menos una película redonda, aunque sus grandes virtudes son capaces de enmascarar sus defectos. Pero haberlos haylos. Por ejemplo, su estructura es irregular y varias veces se rompe el ritmo, especialmente en la parte central, con el conflicto matrimonial cuando el guión se olvida de la trama terrorista durante unos buenos gags que contribuyen al entretenimiento. Se le va la mano con la duración.

   El reparto era tremendo. Comencemos por los secundarios. Tom Arnold que se podría decir que es el personaje más gracioso. Un habitual de los rodajes de James Cameron, su Bill Paxton (su escena es lo más cómico de la película. Un clásico como terrorista árabe como Art Malik. La jovencísima Eliza Dushku (era una niña) que luego se convirtió temporalmente en una estrella del terror teen. Y un casi cameo de Charlton Heston con un parche en el ojo en un claro guiño a Nick Furia.

   Pero el secreto del éxito está en la sorprendente química entre Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis, sobre todo por parte del austriaco. Aunque es cierto que tampoco es que la comedia haya sido un género que no hubiera tocado, “Los gemelos golpean dos veces”, “Poli de guardería” y mucho más cercano a su personaje aquí, “El último gran héroe”. No obstante, aquí la verdadera estrella fue la otra “reina del grito” en “La noche de Halloween”, Jamie Lee Curtis.

   En general, las críticas fueron buenas. Y económicamente tampoco le fue mal. Invirtieron 115 millones y consiguieron en taquilla 400. Hoy en día, está considerada todo un clásico de acción de los 90, que tiene el mérito de no haber envejecido prácticamente nada.