Y algo tendrá que es la única de la cual hay tres versiones. Bien es cierto que las anteriores no habían sido producidas por EON Productions, propietarios de la franquicia. Tanto es así, que esas versiones, en 1954 y 1967 (una parodia con David Niven como 007), no se incluyen en la saga que colocan como primera entrega a “007 contra Dr. No”.
Sin embargo, es en “Casino Royale” donde se inicia el personaje. Es más, es al principio del film donde Bond consigue el doble 0 de nivel de agente. Es por ello, que con la versión de 2006, y el estreno de Daniel Craig en el personaje, se pretendía un reinicio de la franquicia. ¿Y qué tiene de especial ésta respecto a las demás? Para empezar, es la única basada realmente en una novela de su creador Ian Fleming. En las demás se ha elaborado un guión a partir de ciertos argumentos y elementos de las novelas, pero de forma muy libre. Con “Casino Royale” verdaderamente se adaptaba a uno de los libros. Y eso se nota en la concepción del personaje principal, James Bond, duro pero sensible, más inexperto, también oscuro, que incluso llega a dimitir y enamorarse.
Se eligió a Martin Campbell (“Limite vertical”, “La máscara del zorro”) como director que diez años antes ya había iniciado el ciclo protagonizado por Pierce Brosnan en “Goldeneye”. Quizá el buen resultado los animó a elegirlo para este reinicio. Pero, al parecer, también había sido considerado Mathew Vaughn, que ya había trabajado con Craig en “Crimen organizado” y paradójicamente ahora ha estrenado la segunda parte de “Kingsman”, también sobre agentes de un servicio secreto británico, y que es el motivo de este especial.
El caso es que corrió el rumor de que Quentin Tarantino podría haber sido el director. No queda muy claro si esta opción llegó a considerarse en serio, pero confieso que me habría encantado. Además, que creo que, de los argumentos habituales en las películas de 007, éste le iba como un guante a Tarantino. Una pena. Finalmente, todo quedó que fue el propio Quentin que en un determinado momento se interesó por el proyecto.
No obstante, la polémica se centró en la sucesión de Pierce Brosnan, que tras cumplir 50 años decidió abandonar, para encarnar a James Bond. Como siempre, la retahíla de actores fue bastante amplia. Ahora parece que no tuvo reconocimiento, pero los fans de las franquicia protestaron enérgicamente ante la retirada de Brosnan. La cuestión es que el favorito era Henry Cavill pero terminó descartado por su juventud. Con el tiempo ha acabado interpretando a otros de los personajes más icónicos del cine, Superman.
La elección de Daniel Craig conllevó no pocas críticas, aduciendo que no encajaba en el perfil, que era muy frio e inexpresivo. Ahora todo el mundo se lleva las manos a la cabeza cuando pretendía dejar de ser Bond, y han terminado por darle un sueldazo para que aceptara continuar un poco más. Pero no estaba solo, el reparto era de campanillas. La celebre chica Bond fue Eva Green (y fue de las mejores también, Judi Dench como M, Mads Mikkelsen (“Hannibal”) como gran villano; y Jeffrey Wright y Giancarlo Giannini como secundarios.
Se
invirtieron 150 millones y se obtuvieron 600 en taquilla, es decir,
cuatro veces más. Además, las críticas fueron muy positivas, destacando
el trabajo de Craig. Personalmente le situó al lado de Sean Connery y
Roger Moore, gustándome Craig incluso más. Brosnan me pareció muy digno,
y Timothy Dalton y George Lazenby fallidos.
Es
curioso como otras sagas, al llegar a la cuarta o quinta entrega se
cuestiona su continuidad. Sin embargo, nadie se plantea, tras 24
películas, que la de James Bond no siga. Es muy complicado calar tan
hondo en el público como lo hace este personaje.
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