Consagrada en su momento y menospreciada ahora, era necesario acudir a ella ante el cercano estreno del remake dirigido por Andrés Muschietti (“Mama”) y que tan esperado era. Yo creo que ni en su momento, la miniserie era tan buena ni ahora tan mala. Simplemente estaba en la televisión de 1990, donde la violencia que podemos ver hoy en las series era bastante limitada.
Y hay que decir que como adaptación no estuvo nada mal pues condensar las 1500 páginas del tomo enciclopédico escrito por Stephen King no era una labor fácil ni mucho menos. Evidentemente, faltan bastantes cosas, pero la esencia de la novela está perfectamente plasmada en los 192 minutos de la miniserie. Al parecer, Muschietti va a mostrar la historia en dos películas, la primera de ellas de 135 minutos, en la que tratarán con los personajes en la infancia. En la segunda cuando ya son adultos.
Hay que señalar que además de la gran extensión del libro de King, ésta presenta bastante complejidad. La narración no es lineal y presenta continuos saltos adelante y atrás en el tiempo, haciendo bastante confusa la historia principalmente en la primera mitad. Aun así, en la segunda hay continuos flashbacks. Y para rematar, muchos personajes, los cuales se desarrollan de forma tanto individual como colectivamente.
En realidad, a Pennywise le llaman “eso” por llamarle de alguna manera, pero lo que está claro es que es la encarnación absoluta del mal, y que siempre ha estado, desde el principio de los tiempos como influencia en todos los actos malvados. Su caracterización como payaso, un aire al Ronald McDonald de la famosas hamburgueserías, es la más habitual pero no la única pues puede presentarse de cualquier forma.
Tampoco creo que fuera casualidad que el malo fuera un payaso. King era perfectamente consciente del pavor que producen los payasos a mucha gente. No en vano, la coulrofobia es la fobia a los payasos y muchas personas confiesan sufrirla. Para colmo, durante esos años existió un asesino en serie que se disfrazaba de payaso y cuyas víctimas favoritas eran los preadolescentes, John Wayne Gracy. Fue atrapado en el 94. La novela en el 86 y la miniserie en el 90.
La intención del maestro literario del terror era incidir en los miedos infantiles, además de repetir en temáticas recurrentes en su obra como los abusones (“Carrie”, “Christine”). Las pandas de amigos (“El cazador de sueños”, “Cuenta conmigo”), el maltrato paterno (“El resplandor”) y hacia un homenaje costumbrista del estado norteño natal de Maine.
En la dirección estaba Tommy Lee Walace, un habitual de las producciones televisivas. Años más tarde participaría en la famosa serie “En los límites de la realidad”. Y el reparto, salvo excepciones, era también puramente televisivo, muchos de ellos bastante conocidos, como son los casos de Richard Thomas o John Ritter. La esporádica de “Superman 3” antes de ésta, . Y OliviaHussey Julieta en la película de Franco Zeffirelli. El papel de Pennywise quedó para el actor más experimentado, Tim Curry, que lo bordó.
En mi opinión, como otras adaptaciones de novelas de Stephen King, sean películas o miniseries, tales como “Cementerio viviente” o “El misterio de Salem´s lot”, el tiempo no pasa en balde y han envejecido mal, poniendo de manifiesto la evidencia de sus carencias originales. Es por eso por lo que considero acertado este remake, o nueva adaptación, aún no queda claro. Al parecer, a Stephen King le ha gustado bastante, lo cual no es una garantía, pero si una referencia.
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