FICHA
TÉCNICA
Película: Que Dios
nos perdone.
Dirección: Rodrigo Sorogoyen.
País: España.
Año: 2016.
Duración: 125 min.
Género: Policiaca,
thriller.
Interpretación: Antonio
de la Torre, Roberto Álamo, Javier Pereira, Luis Zahera, Raúl Prieto, María de
Nati, María Ballesteros, José Luis García Pérez, Mónica López, Rocío
Muñoz-Cobo, Teresa Lozano, Francisco Nortes, Andrés Gertrúdix, Jesús Caba,
Alfonso Bassave, Raquel Pérez, Javier Tolosa, Josean Bengoetxea.
Guión: Isabel
Peña, Rodrigo Sorogoyen.
Música: Olivier Arson.
Fotografía: Alejandro de Pablo.
Producción: Tornasol
Films, Atresmedia Cine, Mistery Producciones AIE, Hernández y Fernández P.C.
CRÍTICA
SINOPSIS: En
el verano de 2011 en Madrid, en medio de movimientos populares de protesta y la
visita del Papa, dos inspectores, de métodos muy diferentes, tienen que cazar a
un asesino en serie que está matando a mujeres de avanzada edad.
LO MEJOR: El cine español está experimentando un
evidente aumento de nivel de unos años a esta parte. Ésto se debe a la entrada
en liza de directores jóvenes liberados del obcecamiento predecesor en ignorar
el cine de género, no fuera que les fueran a acusar de acercarse en demasía a
la fórmula hollywoodiense. Y uno de los géneros que goza de una creciente buena
forma en España es el policíaco y de intriga, que no le duelen prendas en
utilizar formatos narrativos más propios del mercado internacional y, más
concretamente, el anglosajón. Como muestra un botón, esta película es un tenso
thriller, oscuro, opresivo, que no decae en el interés de su trama aderezada
bajo un clima de sensaciones malsanas donde acompañamos a los protagonistas en
un descenso al infierno acentuado por la atmósfera de violencia inherente en el
propio argumento, en los crímenes y especialmente en los personajes, que no
hace otra cosa que radiografiar una sociedad preocupantemente enferma. Digo
ésto porque es difícil diferenciar quien es más psicópata, si el asesino o los
policías que los persiguen. Todo ésto enmarcado es una convulsa ciudad de
Madrid y que ejerce como personaje en sí mismo sobretodo situada en un momento
social extremo, en la ola de calor del verano de 2011, con la visita del Papa y
el movimiento del 15-M en las calles.
Interpretación: Es uno de los fuertes,
sino el principal, de la película. Y es que la pareja protagonista funciona
como una perfecta maquina engrasada, con una química brutal. Mención especial,
aunque fuera Roberto Álamo quien se llevara el Goya, para Antonio de la Torre,
con el papel de un inspector tartamudo, retraído, tímido, de pocas palabras,
con evidentes problemas para relacionarse, pero profesionalmente metódico e
intuitivo. Roberto Álamo representa lo opuesto, un ser visceral, impulsivo, con
graves problemas de autocontrol y tendencia a la violencia. Sin embargo, juntos
forman un tándem que se complementa a la perfección. Los secundarios no tienen
una influencia excesiva más allá que para contrastar con los dos protagonistas.
Excepto Javier Pereira que si aporta algo propio.
Escena (spoiler): Ya la primera autopsia
es un aviso que lo que vamos a ver a continuación no es ningún juego de niños,
rasgo que iremos confirmando en las sucesivas escenas de los crímenes, a cuál
más cruda y sórdida. Aunque resulta demasiada casualidad como dan con el
asesino por primera vez, sin llegar a cogerle. Bastante representativa es la
escena de Velarde (de la Torre) con la mujer en su casa, de que tiene evidentes
problemas para relacionarse de forma normal. La cosa ya se pone especialmente
tensa al ver uno de los crímenes del asesino y conocer la naturaleza de sus
actos, lo que le descubre cuando al ir a buscar al escenario una medalla
perdida, se encuentra con Alfaro (Álamo) para terminar matándole. El final
queda bastante abierto porque cuando por fin Velarde consigue dar con él y
reducirle, no queda claro que se dispone a hacer con él; si dejarle libre,
entregarle a la policía o matarle.
LO PEOR: Para mi gusto hay ciertas escenas
injustificadamente explícitas. Lo que es un error ya clásico en el cine español
que no entiende que no hay necesidad en esa crudeza. Y otro de los “debes” de
este género en España es la escasa, casi nula, presencia de la banda sonora a
lo largo del metraje, rasgo que me resulta exasperante.
CITAS: “Pero tú eres policía o que cojones
eres”. “- Imagínate que lo tienes delante, ¿Qué harías? – Tú ya sabes que
haría”. “Ese tío va a volver a matar pero lo más importante es que tú salves el
culo”. “El médico me dijo que se iría igual que vino. Médicos”. “- Eres un buen
policía. – Que va, pero gracias, monstruo”.
REFERENCIAS: En mi opinión,
bastante superior a “Tarde para la ira”. Bebe de fuentes fuera de nuestras
fronteras, como el atormentamiento de los detectives de “Seven” o los dobleces
de “True detective”. Pero en España la
veo al nivel de “La isla mínima”.
CONCLUSIÓN: 7'5. Se hace muy buen cine de género por fin en este país, y el policíaco es el más en forma. Grandes interpretaciones de Roberto Álamo y Antonio de la Torre.
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