Es la primera vez que voy a incluir una serie en esta sección. Este espacio está habitualmente reservado para películas. La excepción corresponde a que esta serie es uno de los mejores exponentes de historia de piratas en muchos años, ejerciendo como variante a lo anteriormente propuesto e incluso superando ampliamente a muchas películas de este subgénero.
Sin embargo, sorpresivamente no es una serie demasiado famosa. No ha gozado de la popularidad de otras producciones televisivas, ni si quiera en comparación con algunas de ese mismo corte, digamos “histórico”, como, por ejemplo, “Vikingos”, aun superándola con mucha facilidad. No ha gozado de la promoción de “Juego de tronos” o “Spartacus” (también de Starz).
Tampoco ha contado para la entrega de premios, a pesar de contar con las alabanzas de la mayor parte de la crítica profesional y en redes sociales. En mi opinión, se encuentra un escalón por debajo de “Juego de tronos”, pero solo uno, lo cual ya es decir bastante.
La propuesta de “Black sails” está muy alejada de la visión romántica de los piratas cinematográficos, especialmente, “Piratas del Caribe”. “Black sails” se sitúa en un marco histórico realista, en las Antillas de 1715. No obstante, la historia es totalmente ficticia. Pero exenta de elementos fantásticos y de comedia.
Aunque si hay algo de reconstrucción histórica real. El contexto de la época está muy dignamente recreado, y la situación de la piratería en dicho periodo también. Se trata de la precuela de la novela juvenil “La isla del tesoro”, de Robert Louise Stevenson, desarrollándose la acción unos veinte años antes de los sucesos del libro.
Es por ello que,
entre los personajes, se mezclan figuras reales, como los piratas Charles Vane,
Jack Rackman, Barbanegra, Anne Bonny, Benjamin Hornigold, Ned Low, y el ex -corsario
metido a gobernador Wooders Rogers. Los que pertenecen a la ficción de la
novela son el Capitán Flint, Billy Bones y John Silver, el largo. Incluso hay
uno que aparece en el libro y además existió en la realidad, Israel Hands.
Los integrantes del reparto son más bien desconocidos para el gran público, pero hacen un excelente trabajo todos. El que más puede sonar es Toby Stephens, actor mayormente de televisión pero que apareció como villano en una de las entregas de James Bond, “Muere otro día” y protagonizó un duelo de esgrima contra Pierce Brosnan. Últimamente se le ha podido ver en “The machine” y “13 horas, los soldados secretos de Bengasi”. Le acompañan Luke Arnold (Silver), Toby Schmidtz (Rackman), Hanna New (Eleannor Guthrie), Jessica Parker Kennedy (Max), Clara Paget (Bonny), Tom Hooper (Bones), Zack McGowan (Vane), Ray Stevenson (Teach- Barbanegra). Todos ellos a un gran nivel. Mientras los creadores neófitos son Jon Steinberg y Robert Levine. Y entre los directores se encuentra Neil Mashall (The descent).
La serie lo
tiene todo, apoyado en un guión mucho más trabajado de lo que cabía esperar,
repleto de giros e idas y venidas, un desarrollo profundo de los personajes,
tremendamente carismáticos, ni buenos ni malos (característica que también
comparten con los de “Juego de tronos”) de unos piratas duros y muy agresivos,
pero humanizados. El grado de violencia es muy alto y las batallas navales muy
espectaculares, muchas veces superando a las del cine. Y una BSO genial.
Han sido 38
capítulos repartidos en cuatro excelentes temporadas.
Excelente producción en ésta serie, la mejor de Piratas que he visto muy apegada a la realidad histórica, sin serlo. Muy buena actuación y fotografía, digna de ser recomendada ampliamente aquellos que les interesa el género, acción y piratas.
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