FICHA TÉCNICA
Título: Millennium:
Lo que no te mata te hace más fuerte.
Dirección: Fede Álvarez.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 117 min.
Género: Thriller,
drama, intriga.
Interpretación: Claire
Foy, Sverrir Gudnason, Vicky Krieps, Sylvia Hoeks, Claes Bang, Stephen
Merchant, Keith Stanfield, Cameron Britton, Synnøve Macody Lund, Christopher
Convery, Andreja Pejic, Beau Gadsdon, Carlotta von Falkenhayn, Alexander
Yassin, Sonja Chan, Felix Quinton, Johan Eriksson, Martin Müller
Guión: Steven Knight, Fede Álvarez, Jay Basu (Libro: David Lagercrantz.
Personajes: Stieg Larsson).
Producción: Eli
Bush, Elizabeth Cantillon.
Música: Roque Baños.
Fotografía: Pedro Luque.
Distribuidora: Sony
Pictures.
CRÍTICA
SINOPSIS: A Lisbeth le es encargada la tarea de
robar un importante archivo que contiene un sistema de control de misiles para
el servicio secreto norteamericano. Desde ese momento será perseguida para
acabar con ella y hacerse con ello. Lisbeth pedirá a ayuda a su amigo Mikael
Blomqvist.
LO MEJOR: Me preguntaban que diferencia había
entre intriga y suspense, y yo contestaba que intriga se basa en la curiosidad
y el suspense en la tensión. Otra cosa es que ambas puedan ir de la mano. Como
ocurre en este caso. Pero la elección del uruguayo Fede Álvarez (sorprendente para
mí en un principio), director del remake de “Posesión infernal” de 2013, y “No
respires”, productos de pura tensión, incluso, incluso más propiamente de
terror, ha inclinado más la balanza hacia el lado del suspense. Cosa que no
habría sido así de haber vuelto a contar con David Fincher, a buen seguro. Pero
ese dato no ha sido precisamente negativo pues han conseguido lo que pretendían,
darle otro aire a la saga, girando hacia las claves del último cine de
espionaje y acercándose hacia las sagas protagonizadas por Ethan Hunt (“Misión
imposible”), Jason Bourne o incluso James Bond. Para ello también han evolucionado
el personaje principal, Lisbeth Salander, hacia una heroína en clave de
justiciera como máxima encarnación en la lucha feminista contra la violencia de
género. Incluso tiene cierto toque al cine de superhéroes pues todos esos
cachivaches tecnológicos de hacker son a Lisbeth lo mismo que sus gadgets a
Batman. Aun así, la película se estructura de forma similar a las del resto de
la saga, mezclando la trama de investigación con la del pasado personal de la
protagonista. Aunque el ritmo es notablemente superior, con bastantes más
acción (con excelentes secuencias). De hecho, podría ser la entrega más
entretenida de la serie.
Interpretación: La papeleta de Claire
Foy para encarnar un personaje tan icónico y cuyas anteriores actrices habían
dejado tan buen sabor, era de considerables proporciones. Noomi Rapace leyó
magníficamente el enigmático personaje de Lisbeth en la trilogía sueca. Y
Rooney Mara había replicado a las mil maravillas en el remake americano, siendo
hasta nominada al Oscar por su interpretación. De hecho, era mi favorita para
volver a meterse en su piel. Pero lo cierto es que a Foy no le ha pesado la
responsabilidad y defiende excepcionalmente su versión del personaje. No ha
tenido tanta suerte Sverrir Gudnason (“Borg McEnroe”) no porque sea un
mal actor sino porque no me cuadra como Mikael Blomqvist. Es demasiado joven
cuando la diferencia de edad es una de las peculiaridades de su relación con
Lisberth. No es culpa suya, parece más un error de casting. La que si esta
maravillosa es Sylvia Hoeks como villana, lástima no poder disfrutarla más
tiempo en pantalla.
Escena (spoiler): Ese tono de heroína
justiciera que le han dado a Lisbeth ya queda marcado desde la primera escena
tras el prólogo de las hermanas del pasado de la protagonista. Pero en donde se
ha lucido especialmente Fede Álvarez es en las secuencias de acción, con una
puesta en escena exquisita. Prueba de ello es el intento de asesinato de
Lisbeth (lanzamiento de cabeza a una bañera incluido), la pelea en el baño que
acaba con el personaje de Balder muerto, la escapada en moto por el hielo, la persecución terminada
en el puente o el final con el francotirador. Aunque lo más interesante es el
diálogo de las hermanas Salander en el precipicio, que termina con el suicidio
de la villana.
LO PEOR: Esa intención de cambio se ha cobrado
sus víctimas. La más evidente es que se han pasado al libro literalmente por el
forro. Apenas tiene unos cuantos elementos de la trama de la novela como
planteamiento y esqueleto de la película pero la libertad que se han tomado
como adaptación ha sido más que generosa.
CITAS: “No volverá a hacerte daño”. “¿Por qué has
ayudado a todo el mundo menos a mí?”. “¿No eres Lisbeth Salander? La que hace
daños a los hombres que hacen daño a las mujeres”. “¿Por qué las arañas no se
quedan atrapadas en sus telarañas?”. “Me dicen que eres la única capaz de hacer
el trabajo. Necesito que hagas lo imposible”. “¿Qué estoy buscando? La suma de
mis pecados”. “Alguien siempre tiene que cargar con el dolor. Ahora te toca a ti”.
“Creías que ella no tenía un plan”. “Ahora el mundo arderá y todos sabrán que
fuiste tú quien prendió la cerilla”. “
REFERENCIAS: Está basada en la
cuarta novela homónima de la saga “Millennium”, escrita esta vez por Michael
Lagercratz, retomándolo tras la muerte del escritor original, Stieg Larsson.
Aunque la adaptación se ha acercado al cine de agentes secretos tipo “El caso
Bourne”.
CONCLUSIÓN: 7. Un cambio de aire
que le da un nuevo aire a la saga y la acerca más al cine de suspense y acción
que al de intriga. Lo cual quizá haga que sea la más entretenida.
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