jueves, 2 de agosto de 2018

El misterio de Hanging Rock



    FICHA TÉCNICA

Título: Picnic at Hanging Rock.
Dirección: Larysa Kondracki, Michael Rymer, Amanda Brotchie.
País: Australia.
Año: 2018.
Duración: 360 min.
Género: Intriga, drama.
Interpretación: Natalie Dormer, Lola Bessis, Lily Sullivan, Harrison Gilbertson, Emily Gruhl, James Hoare, Madeleine Madden, Jonny Pasvolsky, Yael Stone, Samara Weaving, Bethany Whitmore, Kaarin Fairfax, Roslyn Gentle, Aaron Glenane, Nicholas Hope, Sibylla Budd, Mardi Edge, Ines English, Roby Favretto, Dan Haberfield, Jodi Haigh, Anna McGahan, Julie Nihill, Stephen Ballantyne.
Guión: Alice Addison, Beatrix Christian (Novela: Joan Lindsay).
Música: Cezary Skubiszewski.
Fotografía: Garry Phillips.
Distribuidora: Amazon Video.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Año 1900. Día de San Valentín. Las alumnas de una escuela de señoritas de Australia realizan una excursión a las cercanías de un conocido monte llamado Hanging Rock. Tres de las chicas y una profesora desaparecen sin dejar rastro y en la actualidad sigue siendo un misterio lo que ocurrió aquel día.
   LO MEJOR: Seguramente si Jack el Destripador hubiera sido apresado, su historia no habría trascendido ni una cuarta parte de lo que ha sido por el hecho de que se haya mantenido en el anonimato. Y es justo lo que ha ocurrido con el misterio de Hanging Rock pero extrapolándolo al país de los canguros, que de alguna manera reivindica esa Australia misteriosa. Fueron tantas y tan variopintas las teorías que se dieron que pasó a la historia como uno de los casos más intrigantes conocidos. En cuanto a la serie, su gran baza es estar muy segura de la definición estilística, con un tratamiento mágico, poético y onírico que, por cierto, es bastante familiar. Pues si me hubieran dicho que estaba dirigida por Sofía Coppola (que no ha tenido nada que ver ni en producción ni nada) quien anteriormente reconoció que la película que primeramente adaptó esta historia de la mano de Peter Weir influyó en dos de sus películas, “Las vírgenes suicidas” (evidente) y “María Antonieta”. Ahí podría estar la explicación de la presencia en la serie de temáticas como el despertar sexual en la adolescencia y un nada explícito pero si insinuado erotismo muy marcadamente impreso en la sensualidad de las actrices de la serie. Además, el guión nos esboza lo que podría haber sido una relación entre las chicas, en una vorágine de celos, amoríos y envidias. Todo bajo el influjo de una ambientación clásica pero mostrada en pantalla de forma muy moderna y actualizada y con una fuerte presencia de la fotografía, muy trabajada y que lo envuelve todo en un aura de misterio.
   Interpretación: Desde luego que aquí Natalie Dormer es la reina de la fiesta, a pesar de que,  según sus propias declaraciones lo pasó horriblemente mal en el rodaje de ciertas escenas relativas a castigos físicos de las alumnas. El reparto es mayoritariamente femenino y hay que decir que en líneas generales a un gran nivel. En el sector más joven habría que destacar el embrujo hipnótico que desprenden especialmente Samara Weaving (“The babysitter”) y Lily Sullivan (“La jungla). Sobre estas tres actrices se sustenta toda la historia con un poco de ayuda de Lola Bassis.
   Escena (spoiler): La serie da varias pistas sobre lo que pudo ocurrir, inclinándose por la visión más realista, pero sin llegar a decantarse claramente. Hay que resaltar que el lugar de la desaparición ya contaba previamente con una leyenda, quizá por ello se elucubraron diversas teorías de índole paranormal, como que las chicas fueron abducidas por un OVNI, que entraron en un universo paralelo o que fueron absorbidas por las propiedades mágicas de aquel monte. Otra teoría, más terrenal, es que quizá fueron secuestradas para abusar de ellas. Hubo dos sospechosos pero se me antoja cogido con pinzas porque una de ellas fue encontrada y recuperada y nunca los denunció, además de no presentar magulladuras. En la serie se aventuran también a que podría haber sido una huida pues llegan a preguntar por unas grutas en la montaña. Quizá pudieron perderse y morir en su interior. Pero no está documentada su existencia. Yo me inclino porque puede que las chicas, presas del calor (se quitaron corsés y faldas) y la insolación, cayeran por las rocas. O es posible que tuvieran planeado un suicidio en grupo y la desaparición de los cuerpos fuera producto de la acción de animales e insectos. Pero los huesos no desaparecen. Y la profesora ¿también formando parte de ese suicidio? Y la superviviente ¿estar durante nueve días inconsciente y sin rasguños en sus pies descalzos? Supongo que la respuesta nunca la conoceremos.
   LO PEOR: Ese estilo tan remarcado, esa apuesta tan clara por ser visualmente diferente puede dar lugar que se la acuse de pomposa y ese adjetivo que tanto les gusta a los haters, pretenciosa. Quizá, pero está claro que han pretendido hacer algo distinto y lo han conseguido. Y sí, tal vez en ocasiones el desarrollo sea algo lento. Pasa en las mejores familias.
   CITAS: “A partir de ahora no se volverá a hablar de las chicas desaparecidas ni  se pronunciará su nombre”. “Nada. Desaparecidas. Probablemente muertas”. “La cabeza y el corazón. Si elige uno, el otro le acosará como un fantasma”.
   REFERENCIAS: Joan Lindsay escribió la novela “Picnic en Hanging Rock” en la que se basó Peter Weir para realizar la adaptación a película del mismo título. Estilísticamente la serie se acerca a Sofía Coppola, especialmente en “Las vírgenes suicidas” y “La seducción”.
   CONCLUSIÓN: 7’5. Un tratamiento mágico, poético y onírico muy parecido al estilo de Sofía Coppola.


 

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