Escenas Míticas: Tarantino - Malditos bastardos

 

 

    Es, junto con Christopher Nolan, el único director del que iría a ver cualquier cosa que hiciera. Tal es mi confianza en su talento. Sus diálogos son simplemente geniales. Si bien, es cierto que hay que armarse de paciencia pues son considerablemente largos (Death Proof, por ejemplo). Las fuentes que utiliza son predominantemente clásicas, por lo cual se le ha acusado de plagiar. Pues para nada, Tarantino le da su propio toque personal haciendo una reinvención y modernización de las fórmulas antiguas del cine. De hecho, hay un "estilo Tarantino" que ha sido muchas veces copiado por otros cineastas. Su ritmo es pausado y esquemático y sus escenas largas pero lo combina con un humor negro muy afilado y una selección musical acertadísima.

 

 

 

 

 

   No me ha sorprendido que sea la última en la encuesta votada por vosotros, pero si con tan pocos votos (11%). Cuando leí que Tarantino iba a hacer una película sobre la Segunda Guerra Mundial, dije: "¿Que me estáis contando?" Pero tras verla te das cuenta que es un film típicamente Tarantino solo que enmarcado en ese periodo bélico. Sus señas de identidad siguen inalterables. Pero con ello demuestra que puede adaptarse a cualquier género sin perder su personalidad. 

 

   Esta escena constituye el prólogo de la película, una de esas masacres que tanto les gustaba hacer a los nazis. Por supuesto, he tenido que acotarla y poner una porción más corta pues entera son como veinte minutos. Hasta el visionado del film no conocía de la existencia del actor Christoph Waltz. Ganó el Oscar como secundario muy merecidamente y aparece también en la última del director, "Django desencadenado" (ya hablaremos aquí de ella), que está en cartelera ahora. Está genial como el Coronel Landa.

 

 

 

    El oso judío, el terror de los nazis, es interpretado por Eli Roth (director de "Hostel"). La salida del túnel con la música a lo Ennio Morricone es muy del estilo de presentación de personajes que le gusta al director. La escena tiene un desenlace de una violencia muy generosa pero que sigue teniendo su punto de humor negro.

 

 

 

    Este es el modo en el que le gusta rodar los tiroteos al bueno de Quentin. Lo normal es ver una sucesión de planos con la gente disparando. Él lo hace todo a la vez, es decir, todo ocurre durante pocos segundos, de forma más realista. Fijáos en los efectos de la sangre, son los clásicos, las típicas detonaciones de bolsitas de sangre bajo la ropa. Por cierto, al alemán se lo termina cargando Diane Kruger.

 



 

 

   Vemos claramente que  la rigurosidad histórica no es algo que le preocupe lo más mínimo. De hecho, lo que ocurre en esta escena es lo que nos habría gustado que ocurriera realmente. Comparado con ésta, la masacre del principio se queda en un juego de niños. Todo para dar cumplida venganza a Shosanna (Melanie Laurent).

 

 

 

    Brad Pitt está impagable como Aldo Raine. Es un actor de bastante más talento y con mayor versatilidad de lo que su porte de guaperas dice. En fin, el Corornel Landa no podía irse de rositas por lo que es sometido a un castigo ejemplar. Me encanta el discursito final sobre el uniforme.

 

    La película se llevó unas cuantas nominaciones y un Oscar para Christoph Waltz. Si hicieramos un recuento de todas las nominaciones que se han llevado las películas de este director saldrían unas cuantas, a pesar de lo que digan sus detractores.