domingo, 13 de octubre de 2019

Creedme



   FICHA TÉCNICA

Título: Creedme.
Dirección: Susannah Grant (Creator), Michael Chabon (Creator), Ayelet Waldman (Creator), Lisa Cholodenko, Susannah Grant, Michael Dinner
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 50 min (8 episodios)
Género: Intriga, drama.
Interpretación: Toni Collette, Merritt Wever, Kaitlyn Dever, Vanessa Bell Calloway, Dale Dickey, John Hartmann, Austin Hebert, Liza Lapira, Kai Lennox, Danielle Macdonald, Elizabeth Marvel, Omar Maskati, Blake Ellis, Scott Lawrence, Aubrey Fuller, Eric Lange, Connor Tillman, Hendrix Yancey, Max Arciniega, Jun Hee Lee, Shane Paul McGhie, Patricia Faasua, Bill Fagerbakke, Treisa Gary, Tim Martin Gleason, Dejon LaQuake, Charlie McDermott, Tess Aubert, Elena Campbell-Martinez, Tate Ellington, Dominic Goodman, Alison Jaye Horowitz, Reggie Jernigan, J.E. Burton, Jon Beavers, Allius Barnes.
Guion: Susannah Grant, Becky Mode, Michael Chabon, Ayelet Waldman, Jennifer Schuur, T. Christian Miller, Ken Armstrong (Artículo: T. Christian Miller, Ken Armstrong).
Producción: John Vohlers, T. Christian Miller, Ken Armstrong, Kate DiMento, Chris Leanza.
Música: Will Bates.
Fotografía: Quyen Tran.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Una adolescente es violada. Pero tras varios interrogatorios es acusada de falsa denuncia. Mientras tanto, en otros lugares se siguen produciendo violaciones. Dos detectives deciden unir sus respectivas investigaciones para lograr detener al culpable.
   LO MEJOR: Me llama la atención de que aunque la serie sea oficialmente un alegato feminista (que no anti-hombres) sobre un sistema legal y social estadounidense relativo a las víctimas de violación, sea tan aplicable la crítica a España, dónde un sector descorazonadoramente mayor de lo deseable está más preocupado de las denuncias falsas (a pesar de que su porcentaje sea ínfimo) y de criminalizar a las víctimas de “manadas” y demás delincuentes sexuales, qué de proteger a los verdaderos damnificados. Un sistema que se permite el lujo de juzgar la reacción de una persona violada, como si hubiera un manual de cómo debe reaccionar por un acto tan atroz. De hecho, en la serie se muestra una gama de diferentes afectados poniendo de manifiesto que cada una afronta los hechos de manera distinta. Un sistema que acosa, presiona y coacciona a una indefensa, prácticamente, niña agredida sexualmente sin ofrecerle el abrigo de un psicólogo o asistente social, lo que provoca una cadena de acontecimientos que desemboca en su abandono por parte de amigos e instituciones. Eso desde el ángulo dramático pero la serie es eminentemente policíaca. Cercana al “true-crime”, ofrece una minuciosa y exhaustiva investigación perfectamente expuesta, con toda clase de detalles sobre el proceso para la búsqueda del culpable, y los pormenores de las pistas, modus operandi y efectos físicos y psicológicos sobre las mujeres agredidas, por lo que no es que sea una visión agradable pero si necesaria.
   Interpretación: El protagonismo se reparte en tres grandes pilares que corresponden a tres grandes interpretaciones. Quizá por su juventud, me ha llamado más la atención el soberbio trabajo de Kaitlyn Dever. Me la he creído desde el primer minuto al último. Aunque claramente, la estrella es Toni Colette, probablemente el personaje de más carácter. Es una gran actriz y los responsables de la serie lo saben y le han sacado partido. Pero no hay que perder de vista a Merrit Wever, a la cual no conocía pero me ha causado muy buena impresión. Colette y Wever tienen una muy adecuada química como pareja de inspectoras.
   Escena (spoiler): El primer episodio es una auténtica tortura medieval para cualquiera con un mínimo de empatía. Es desquiciante ver cómo hacen que Marie (Dever) repita una y otra vez su testimonio, haciéndola incurrir en diversas contradicciones producto de su estado psicológico. El cual no tienen en cuenta los dos policías que la coaccionan para que “admita” habérselo inventado todo. La diferencia se hace más patente en comparación con el trato recibido por la segunda víctima (que vemos),Amber (Danielle McDonald). En la parte final vemos como la psicóloga consigue que veamos la verdadera rabia de Marie. Los momentos más gratificantes, tras una ardua investigación, son la detención y registro de la propiedad del agresor, su declaración como culpable en el juicio, tras enfrentarse a varias víctimas y la disculpa del policía que no creyó a Marie, visiblemente fastidiado por su error. Es escalofriante el testimonio del violador al agente del FBI. Y lo más emotivo es la llamada de Marie a la detective Karen Duvall (Wever) agradeciéndole lo que ha hecho por ella.
   LO PEOR: Cuando se generaliza en exceso se corre el riesgo de encontrar detractores que normalmente no lo serían. La serie juega al límite con el discurso feminista y está a punto de írsele de las manos. Repito, no me parece que el mensaje sea anti-hombres pero a veces lo parece. Por otro lado, el formato es claramente televisivo. Hoy en día en la televisión, el formato se ha personalizado mucho por lo que esta serie puede parecer algo plana en forma.
   CITAS: “Trajo una venda pero nada para atarla”. “Estoy bastante segura de que pasó”. “¿Bastante segura o segura?”. “Me dijo, tienes que tener más cuidado”. “Ya lo ha hecho antes. Y va a seguir haciéndolo”. “Han hecho bien en cogerme, no iba a parar nunca”. “Puede haber ocho departamentos investigando lo mismo ocho veces, sin tener ni idea de que buscan al mismo tío”. “Esto no se supera. Se lleva dentro para siempre”. “Incluso la gente en la que confías, si la verdad es incómoda, no se la creen”. “Siempre digo que a esos malos policías, alguien debería quitarlos de en medio. Pues tal vez, alguien debería quitarme de en medio a mí”.
   REFERENCIAS: Alejándose bastante en tono y ambientación, pero vendría a ser una especie de “Mindhunter” actualizado y feminista. Aunque diversos aspectos de la investigación me han recordado a la película “Zodiac” de David Fincher, también.
   CONCLUSIÓN: 8. Por un lado en un drama de denuncia de tintes feministas y por otro un thriller policíaco cercano al "true-crime" narrando exhaustivamente la investigación de un violador en serie.



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