miércoles, 2 de enero de 2019

Escenas Míticas: Musicales - Sucker Punch





   Lo sé, los puristas del musical se llevarán las manos a la cabeza, incluso echarán alguna que otra carcajada al ver este titulo incluido en el ciclo dedicado a los musicales. Pero, de alguna manera, siempre pretendo tocar las distintas variantes y estilos dentro de los géneros, bastante más flexibles de lo que parece, en estas recopilaciones temáticas. Tranquilos que no voy a incluirla sin más, sino que daré las correspondientes argumentaciones, que a buen seguro no satisfarán a los más estrictos.




   El musical cinematográfico se caracteriza por contener una generosa cantidad de números musicales, literalmente interpretados por los miembros del reparto, que además bailan y usan su propia voz como si fueran cantantes. En muchas ocasiones estos números son parte de la narración, incluso, en algunos, toda la película, digamos, es “cantada”. Pero si nos ciñéramos estrictamente a esa descripción, dejaríamos fuera a un enorme grupo de títulos que tratan sobre músicos o tienen la música como tema principal, lo que considero un error.



   ¿No son acaso musicales “Amadeus”, “The doors” o las recientes “Ha nacido una estrella” y “Bohemian rhapsody”? Pues bien, en “Sucker Punch”, la música tiene una importancia tal que, sin ella, la película no seria para nada lo mismo. Lo más evidente es que su estética está muy cercana al videoclip, lo que ya es un acercamiento a la música desde sus claves más básicas.



   Pero hay más. Al menos hay cuatro temas cantados por varios de los actores. Tres de ellos por su protagonista, Emily Browning, el más evidente y que está omnipresente durante todo el film, “Where is my mind” y que sirve como melodía principal de la banda sonora. Otro de ellos, que incluso en la versión extendida lo interpretan en una escena a dúo Carla Gugino y Oscar Isaacs. Para colmo, cada minihistoria a modo de corto es lo que se supone una actuación de baile de Babydoll, aunque nosotros lo que vemos es la coreografía de una secuencia de acción. Pero el guiño parece bastante claro.



   Es por estas razones que siempre me ha parecido una película muy musical. Pero pasemos a otros temas. Visualmente es tremendamente potente, una gozada óptica que lleva al delirio su virtuosismo estético. Ésto prima poderosamente sin ningún complejo sobre el guión, utilizando esas supuestas actuaciones de baile como meras excusas para introducir espectaculares y extensas secuencias de acción donde podemos ver desde samuráis gigantes, pasando por zombis nazis, dragones, hasta futuristas robots.



   Y es que la influencia de videojuego también es evidente, donde parece que fuéramos superando pantallas. Pero lo que realmente pretende es incrementar esa sensación de evasión que necesita experimentar la protagonista y que traslada al espectador pues si algo es “Sucker Punch” es un film de pura evasión donde hay que dejarse llevar por esa desmesurada apología de la imagen.



   Sin embargo, Zack Snyder, que venía de éxitos como el remake de “El amanecer de los muertos” y “300”, no tanto de la incomprendida “Watchmen”, y antes de su aventura con DC y “La liga de la justicia”, habría sido hoy literalmente destrozado por el movimiento feminista por su, no sabemos si voluntario, perceptible tono erótico, protagonizado por mujeres pero para deleite masculino, incluso con un descarado componente fetichista donde las jóvenes actrices llevan uniformes sumamente escuetos, ajustados, en los que no falta el cuero y el látex. Incluso Babydoll va de colegiala con dos coletas.



   Papel que le fue ofrecido a Amanda Seyfried, Evan Rachel Wood o Emma Stone, que rechazaron por diferentes motivos, y que finalmente recayó en Emmily Browning. A la que acompañaron Jena Malone, Abbie Cornish, Vanessa Hudgens, Jamie Chung y la más veterana, Carla Gugino. En la vertiente masculina estaba Oscar Isaacs (el villano), Scott Glen y John Hamm (más en la versión extendida).



   Fue sobradamente machacada por la crítica en su mayoría, lo cual tampoco es que me sorprendiera. Lo que si lo hizo fue la escasa respuesta del público. A ver, escasa tampoco fue, tuvo 90 millones de recaudación. Pero es que costó 82, por lo cual prácticamente quedó comida por servida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...