Llega a los
cines la inevitable secuela “Creed 2”, lo que podría suponer una actualizada
revisión de lo ocurrido en “Rocky IV”, volviendo a enfrentar en el ring a
Estados Unidos contra Rusia. Pero ya en el estreno de la primera parte, “Creed”,
hice lo que era de perogrullo, un ciclo dedicado a la saga “Rocky”. Por tanto,
no toca ahora, pero si uno sobre el boxeo en el cine, que tiene un buen número
de títulos en torno a este deporte, uno de los más cinematográficos, si no el
que más.
Aunque son
más habituales los argumentos con boxeadores sacados de la ficción, también hay
una cuantas, sobre biografías reales de campeones de este deporte, como “Ali”,
“Huracán Carter”, “Cinderella man” y la que podría ser la madre de todos los
biopics de boxeadores, “Toro salvaje”. En ella, se repasaba la vida de Jake La
Motta (apodado “Toro salvaje” o “Toro del Bronx”) y que acabó su carrera
pugilística con 83 victorias y 19 derrotas.
Martin
Scorsese echó toda la carne en el asador, como él mismo declaró, con una
película rodada en blanco y negro, a pesar de ser de 1980 y con uno de los
rasgos más característicos de su carrera cinematográfica en general, y a partir
de ésta en especial, que fue un excelente montaje, y que, como digo, se
convirtió en marca de la casa.
No solo era
eso claro. Contaba con un gran guión de Paul Schada, con cuya colaboración ya
había dado magníficos resultados cuatro años antes en “Taxi driver”.
Curiosamente, Scorsese, tras “Toro salvaje” tiró por el terreno de la comedia, con buenas
criticas como en “Jo que noche” pero para volver al que se convertiría en su
cine más característico, el “urbano”, el de las calles, como en “El color del
dinero”. Aun quedaban unos años para ver su vertiente mafiosa en “Uno de los
nuestros” o “Casino”.
Pero si una
alianza le ha salido provechosa a Scorsese esa es la que mantuvo con el que se
convirtió en su actor fetiche, Robert de Niro, con el cual ya había trabajado
en “Taxi driver”. Después parece haber sido sustituido por Leonardo DiCaprio en ese
rol, pero en aquellos tiempos, la relación les fue muy provechosa a ambos. Aquí
especialmente a De Niro, pues le reportó uno de sus dos Oscars, el más
importante pues aquí fue como actor principal y en “El padrino 2” como
secundario.
Robert de Niro tuvo que llevar a cabo una brutal transformación física para meterse en la piel (nunca mejor dicho) de Jake La Motta. Para ello tuvo que aumentar considerablemente su volumen, engordando hasta 27 kilos. Además, tuvo que someterse a sesiones interminables de maquillaje para parecerse facialmente a La Motta, sobre todo en cuanto a la mandíbula, pómulos y cejas.
Robert de Niro tuvo que llevar a cabo una brutal transformación física para meterse en la piel (nunca mejor dicho) de Jake La Motta. Para ello tuvo que aumentar considerablemente su volumen, engordando hasta 27 kilos. Además, tuvo que someterse a sesiones interminables de maquillaje para parecerse facialmente a La Motta, sobre todo en cuanto a la mandíbula, pómulos y cejas.
Aparece
acreditado también John Turturro pero lo cierto es que apenas aparece unos
segundos y si no estás muy atento te lo pierdes. La que hizo la prueba para el
papel de Vicky La Motta fue una joven Sharon Stone. Finalmente, se lo llevó
Cathy Moriarty. Pero Scorsese tuvo la oportunidad de repescar a Stone bastantes
años después, eso sí, para “Casino”.
“Toro
salvaje” aparece en todas las listas de películas de deportes en los primeros
puestos. Tuvo ocho nominaciones; película, director, actor de reparto (Pesci),
actriz (Moriarty), fotografía, sonido, montaje y actor principal, solo logrando
los dos últimos. Ese año la favorita era “Gente corriente” de Robert Redford.
Pero la critica la ensalzó unánimemente. Lo que contrasta con su escaso bagaje
en la taquilla. Costó 18 millones de dólares y recaudó 23.
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