Que podía salir mal con todos estos ingredientes. Trataba uno de los casos de crímenes más misteriosos y por ello famoso, el atroz asesinato de Elizabeth Short, a la que con el tiempo la prensa apodó la “dalia negra”. Contaba con un gran reparto; Josh Harnett, Scarlett Johansson, Aaron Eckhart, Hilary Swank, Mia Kirshner. Se adaptaba una novela de James Ellroy (“L.A. Confidential”). Y Brian de Palma volvía al cine negro. Pues parte del problema curiosamente venía de la propia novela, en cuanto a no centrarse en el suceso en si y montar una trama paralela con el triángulo amoroso que te saca de la historia. Pero realmente el culpable es el guion, que no logra una buena adaptación, no le coge el truco a Ellroy. Así que a De Palma le sale una película tremendamente irregular. No es que sea un desastre, es la pena de haber desaprovechado una historia muy interesante. Y que terminó por marcar el inicio del declive de Brian de Palma. 6.
Le dieron tal somanta de palos (fue abucheada en Venecia) que
iba con expectativas bajísimas y he terminado por no verla tan mala. Buena
tampoco. Porque durante la primera hora no he visto a Brian de Palma por
ninguna parte. Es correcta pero podría haberla dirigido cualquiera. Es como si
se hubiera ido a echar la siesta dejando encargado el trabajo a su ayudante
para volver cuando quedaran 30-40 minutos por rodar. Y entonces hubiera dicho, “ahora
lo vais a flipar”. El cambio de ritmo, montaje y tono es tan abrupto que si te
pilla tomando algo igual te atragantas. Empieza el festival de grandes éxitos
de De Palma, tanto en lo bueno como en lo malo. El guion se torna enrevesado,
hay giros, contragiros, pistas falsas, sueños dentro de otros sueños y su
célebre síndrome del multifinal. Pero, y casi me siento culpable, he disfrutado
del más puro estilo De Palma, aunque sea poco más de media hora, con sus pantallas
partidas, cámara lenta y travellings, aunque parece que bebe más de Argento que
de Hitchcock esta vez. Si, son solo trucos efectistas pero, aunque sea por
nostalgia, me lo he pasado bien ese rato. Y la música de Pino Donnaggio es
perfecta. 6.
Me duele decirlo pero creo que es la peor película de toda la filmografía de uno de mis directores favoritos de siempre, Brian de Palma. Ya sus últimas películas había bajado mucho el nivel pero lo de ésta, nunca mejor dicho, se lleva la palma. En otras ocasiones ha lidiado con guiones malos pero los ha salvado gracias a su capacidad para hacer las escenas visualmente atractivas. Aquí vuelve a tirar de su paleta de recursos visuales, sus movimientos de cámara, pantallas partidas, ralentizaciones, primeros planos, hasta la misma música, pero como con desgana porque falla en lo que en otros tiempos era su especialidad, la ejecución de las escenas. Hay algunas que dan vergüenza ajena. Pero su mayor lastre es un guion lleno de atajos, casualidades y diálogos sonrojantes. Los protagonistas son dos ex de “Juego de tronos” que si hubieran estado la mitad de bien que en la serie podrían haber defendido sus papeles. Claro que tampoco había mucho donde agarrarse. Con lo bueno que ha sido este tío. 3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario