FICHA TÉCNICA
Título: The Leftovers.
Dirección: Damon Lindelof (Creator), Tom Perrotta
(Creator), Peter Berg, Mimi Leder, Keith Gordon, Carl Franklin, Craig Zobel,
Lesli Linka Glatter, Michelle MacLaren, Daniel Sackheim, Nicole Kassell, Tom
Shankland.
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 60 min (28 episodios).
Género: Intriga, fantástico, drama.
Interpretación: Justin Theroux, Amy Brenneman, Christopher
Eccleston, Carrie Coon, Ann Dowd, Amanda Warren, Liv Tyler, Michael Gaston,
Margaret Qualley, Emily Meade, Max Carver, Regina King, Kevin Carroll, Jovan
Adepo, Charlie Carver, Annie Q., Natalie Gold, Frank Harts, Danny Flaherty,
Tiffani Barbour, Inna Muratova, Janel Moloney, Bill Camp.
Guion: Damon Lindelof, Tom Perrotta, Kath Lingenfelter,
Jacqueline Hoyt, Curtis Gwinn
Producción: Damon Lindelof, Tom Perrotta, Peter Berg, Sarah
Aubrey.
Música: Max Richter.
Fotografía: Todd McMullen.
Distribuidora: HBO.
CRÍTICA
SINOPSIS: Un día como otro
cualquiera, el 2% de la población mundial desaparece sin dejar rastro.
Simplemente sus cuerpos ya no están, dejando las ropas que llevaban puestas. El
resto de la gente se debate entre la frustración de la pérdida de sus seres
queridos, el no tener ninguna explicación de lo ocurrido y el rehacer sus vidas
asumiendo los hechos.
LO MEJOR: Lo digo así de claro, es una de las mejores series de los
últimos años, nuevamente de HBO, aunque no haya hecho tanto ruido como otros
productos de esa plataforma, cómo “Juego de tronos” o “El cuento de la criada”.
Su excepcional guion fábrica un mcguffin de proporciones bíblicas (nunca mejor
dicho) como pretexto para mostrarnos la radiografía de una sociedad endeble,
desarbolada por la no explicación de un hecho que se plasma como una catástrofe.
Su creador y principal guionista, Damon Lindelof, el único showrunner tan
erróneamente denostado como los David Benioff y D.B. Weis, de “Juego de
tronos” (de desagradecidos está el mundo lleno), toca temas tan delicados como
la religión, las sectas, las creencias, la pérdida y la fé, para mostrarnos el
retrato de una gente que no sabe cómo vivir, cómo superar el trauma, cómo
reaccionar o encajar algo que no entiende. A pesar de ello “The leftovers” no
es una serie que hable sobre la religión aunque si tome algunos elementos de
ella, extrapolando la idea del transfondo del argumento al propio espectador,
que no es otra que el concepto de “acto de fé”. Pues es el acto que hay que
hacer para seguir un episodio tras otro dado lo profundamente extraña y
compleja qué es y la paciencia de la que hay que armarse para no
desengancharse. Pero si lo consigues, el premio es colosal. Una serie
tremendamente emocionante y emotiva, tensa e intrigante como pocas. Que no
renuncia a las posibilidades de la ciencia ficción, dónde los WTF se suceden en
cada capítulo y aún así no resulta efectista. Que tiene una de las mejores bandas
sonoras escuchadas en televisión, obra del gran Max Richter. Y que ha sabido no
estirar más de la cuenta.
Interpretación: El nivel interpretativo del reparto es
muy alto, altísimo. Muy beneficiado del correcto desarrollo que hace el guion
de unos personajes que son caramelos para unos actores competentes. Y éstos lo
son. Por encima de todos ellos están Justin Theroux (excelente) y Carrie Coon
(la considero la verdadera protagonista, su personaje va creciendo
exponencialmente hasta serlo). En el siguiente bloque estarían unos
magníficos Amy Brenneman y Christopher Eccleston. Y con menos tiempo pero muy
importantes, una gran Liv Tyler (nunca la he visto mejor), Ann Dowd (la tía
Lydia de “El cuento de la criada”), Margaret Qualley (“Erase una vez en
Hollywood”) y un impagable y desatado Scott Glenn.
Escena (SPOILERS!!): Me voy a referir más a la conclusión
que a todos los momentos de “What The Fuck” de cada temporada porque sería
demasiado extenso, por lo abierto del final. No, no vamos a saber porque Kevin
(Theroux) puede volver de la muerte como un Mesías reencarnado. Ni porque, de
repente, el 2% de la población desapareció de forma arbitraria. Lo que si
sabemos es que fue a parar a un universo paralelo. Especialmente no fueron a
ninguna parte, se quedaron en el mismo sitio y para ellos fue el 98% de la
población el que desapareció. La enseñanza es que aún en una situación mucho
peor, ese 2% si consiguió superarlo sin necesidad de crear sectas o creencias
explicativas. Simplemente sobrevivieron y siguieron adelante. Pero todo ésto
gira en torno a si nos creemos el relato de Nora (Coon) en los últimos diez minutos. Y es que ésto resume toda la
serie, creerla o no, supone un "acto de fé", debe ser cada uno quién decida
que creer. No obstante, lo que deja claro es que ésto realmente ha sido una
historia de amor. Una historia que dependía de la confianza. Es por ello que
cuando Kevin afirma creer a Nora, es cuando puede pasar a consolidarse, y ambos
ser felices.
LO PEOR: No es ni muchísimo menos una serie para todo el mundo. De
hecho, tiene más el perfil “de culto”. Hay que reconocer que no es nada fácil y
a los impacientes les va a suponer una verdadera tortura pues hay que aceptar
estar “perdido” durante la mayor parte de casi cada episodio. Exige paciencia.
Si se tiene, merece la pena, pero hay que tenerla. Eso sí, que nadie espere
tener las respuestas a todos los enigmas.
CITAS: “Es tiempo para que el mundo llore a los que se han ido”. “No
volverán nunca”. “Todavía no sabemos donde han ido y porque”. “Todas las personas
pretendiendo que no sucedió”. “Nadie está listo para sentirse mejor”. “Ahora
donde sea que mire solo veo lo que ha desaparecido”. “Puedo sentarme a llorar
por como terminó el mundo. O puedo empezarlo de nuevo”. “Cuando ví este lugar
mentiría si dijera que lo entendí. Peor ahora lo entiendo”. “Aquí no es más
seguro que en cualquier otro lugar”. “- No soy Jesús. - No digo que lo seas
pero la barba te queda muy bien”. “¿Cómo haces para seguir cuerda?”. “Si
pudiera hacerlo en tu lugar, lo haría”. “
REFERENCIAS: Parte de la novela homónima Tom
Perrotta, que también ejerce como guionista en la serie. Pero Damon Lindelof la
lleva a un nuevo estadio, donde parece redimirse de las críticas de sus guiones
en “Prometheus” y “Perdidos”. Lo curioso es que si algo recuerda “The
Leftovers” es precisamente y en gran parte, a “Prometheus”.
CONCLUSIÓN: 8'5. Probablemente es una de las mejores series de los últimos años. Eso si, no para todo el mundo, ni mucho menos. Que a través de un suceso fantástico, realiza la radiografía de una sociedad frágil.
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