No descubro América cuando digo que Stephen King es uno de los
escritores más adaptados al cine y la televisión, si no el que más. Ésto se debe
a lo prolífica que es su producción literaria, con nada menos que ochenta
títulos; si sumamos las entregas de sus sagas y sus recopilaciones de cuentos y
relatos cortos, seguramente que bastantes más. Y de ellos se han adaptado al cine como más de
cincuenta, y a la televisión más de veinte.
Solo en este año se esperan tres nuevas adaptaciones
cinematográficas de novelas suyas. Aparte del remake de esta película, de forma
inminente, llegarán a la gran pantalla la esperadísima segunda parte de “It”,
con las incorporaciones de James McAvoy y Jessica Chastain. Y “Doctor Sueño”
por parte de Mike Flanagan (“La maldición de Hill House”), con Ewan McGregor.
La nueva versión contará con un reparto de varias caras conocidas
con Jason Clarke y John Lightlow. Por cierto, con el titulo original,
“Cementerio de animales” (aunque sería más correcto “de mascotas”). El que se
le dio en España en la primera película, aparte de absurdo constituía en si
mismo ya un spoiler sobre en que consistía la historia.
De todos modos, aunque considero que la de 1989 fue una adaptación
relativamente fiel y realizada de forma digna, se le evidencian notablemente la
falta de recursos. De hecho, su
apariencia técnica esta demasiado cercana al telefilm, sin demasiado trabajo de
fotografía y unos efectos especiales más bien justitos como evidencia la
recreación del gato. Es por ello que pedía a gritos un remake.
Personalmente considero que se basa en una de las mejores novelas
de Stephen King, que nuevamente, a través de una historia de terror, nos
hablaba del temas más profundos. En este caso, el asumir la perdida de los
seres queridos, de la aceptación y superación de su muerte. O más bien de no
hacerlo, con una metáfora de lo que supone no seguir el curso natural de la naturaleza.
King nos volvía a situar en una pequeña localidad de su Maine
natal querido para mostrarnos el relato de una típica localidad, con sus
leyendas, sus tabús y sus creencias. Pero curiosamente, visto desde otro
ángulo, no dejaba de ser una historia de zombis, pues lo que cuenta es cono
varios seres fallecidos vuelven a la vida pero con un considerable cambio de
comportamiento.
Es bastante común que el escritor no de su aprobación a la
adaptación de su obra, mostrándose siempre muy crítico pero esta vez no pudo
protestar demasiado pues se encargó él mismo de elaborar el guion. Además, hizo
un cameo (algo habitual en él). El resto del reparto no era muy conocido. El
protagonista fue Dale Midkiff (del mundo de la televisión) que no creo que nadie recuerde
y le acompañaba Fred Gwynne (Herman Munster en “Los musters”).
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