FICHA TÉCNICA
Título: Escape
Room.
Dirección: Adam Robitel.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 99 min.
Género: Terror.
Interpretación: Taylor
Russell, Deborah Ann Woll, Logan Miller, Tyler Labine, Jay Ellis, Nik Dodani,
Adam Robitel, Kenneth Fok, Jessica Sutton, Vere Tindale, Cornelius Geaney Jr.,
Yorick Van Wageningen, Jamie-Lee Money, Paul Hampshire, Pete Sepenuk, Dan
Gruenberg, Gino Lee, Russell Crous.
Guion: Maria
Melnik, Bragi F. Schut.
Producción: Neil
Moritz, Ori Marmur.
Música: John Carey, Brian
Tyler.
Fotografía: Marc Spicer.
Distribuidora: Columbia
Pictures.
CRÍTICA
SINOPSIS: Seis
personas son invitadas a un juego de entretenimiento en el que deben de ir
pasando habitaciones resolviendo acertijos y puzles, y tirando de su ingenio.
Es lo que llaman una escape room, pero parece demasiado real.
LO MEJOR: Estás películas, en el mejor de los casos, en el supuesto
de que todo salga bien, no resultan más que una atracción de feria pues está
basada en unos cuantos trucos de ilusionismo con el único objetivo de hacer pasar
un rato ameno. Pero ¿Cuántas veces precisamente no se cumple con esa
aparentemente sencilla premisa? Bastantes más de las deseadas. Por eso le doy
su justo valor a ésta, porque cumple ampliamente con el objetivo de suponer un
entretenimiento efectivo. Hoy en día están más de moda que nunca las “escape
room” en ese deseo generalizado de la gente por evadirse de la realidad. Y las
“escape room” están diseñadas para satisfacer al consumidor, lo mismo que la
película pretende dar precisamente eso mismo. Y vaya si lo consigue, merced a
un ritmo verdaderamente brutal, lo que la convierte en una propuesta muy
intensa, aunque más que por su suspense, por el grado de acción, más en plan
adrenalítico. Pero además, el juego de acertijos están bien hilados, explota
a la perfección la variedad de escenarios, en base a una adecuada puesta en
escena y una ambientación claustrofóbica muy acertada. Y todo ello sin
necesidad de tirar del gore. Y, si me apuras, hasta de la violencia. Aunque
funciona mejor en su primera mitad, y no es ninguna maravilla, engancha lo
suficiente como para resultar satisfactoria.
Interpretación: Sin duda, el apartado con más
carencias. Los personajes apenas están esbozados y prácticamente las
introducciones de tres de ellos son solo unos meros pretextos para situarlos
en la acción. Tan solo tiene algo más de peso el de Taylor Russell, con esa
lucha interna con sus miedos. Personalmente creo que se le podría haber sacado
más al de Deborah Ann Woll pero lo desaprovechan. El de Logan Miller tiene
mejor resultado. Pero poco más que reseñar.
Escena (spoiler): Básicamente se pueden diferenciar por
cada una de las habitaciones, que están excelentemente ambientadas y algunas de
ellas tienen una tensión considerable, destacando principalmente la del salón
de bienvenida que se convierte en un horno gigante o la del bar invertido (la
mejor). Por orden de interés después iría la del hielo y la de las camas de
hospital que los vincula a todos y a sus historias personales, lo que indica
que no han sido elegidos al azar. En sus breves flashbacks se revela el motivo
de cada uno para ser elegido. El final de la escape queda más convencional pero
no distorsiona por simpleza. Pero en el epílogo le dan una vuelta dejando en
bandeja una más que probable secuela, si los números han acompañado en
taquilla.
LO PEOR: Es bastante previsible en cuanto a que personajes son los
importantes pues solo prepara la presentación e introducción de tres de ellos,
por lo que nos permite adivinar más o menos cuales son los sacrificables y la
secuencia de muertes. Y habría quedado mejor un final más sencillo, el primero
de ellos, y no rizar tanto el rizo en busca de una posible secuela.
CITAS:
“Pásalo bien jugando con tu caja”. “Quieres controlar tu
vida, pero tu vida no es un experimento científico”. “Sobrevivir es una
elección”. “Creo que esto es la Escape room”. “Parece bastante real”. “Intenta
hacer algo que te dé miedo”. “¿Alguna vez has visto cosas que no estaban ahí?”.
“No me estoy imaginando esto”.
REFERENCIAS: Juega claramente en la liga de “Saw” pero
sin la casquería gratuita de esa saga. También recuerda en varias fases a “Cube”.
Y tiene una escena que claramente hace referencia a “La habitación de Fermat”.
CONCLUSIÓN: 6’5.No tiene otro objetivo que suponer un entretenimiento efectivo pero en esa premisa cumple a la perfección, merced a un ritmo y una intensidad bastante altas.
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