jueves, 18 de febrero de 2021

The addiction

 

    FICHA TÉCNICA


Título: The Addiction.
Dirección: Abel Ferrara.
País: Estados Unidos.
Año: 1995.
Duración: 82 min.
Género: Terror.
Interpretación: Lili Taylor, Christopher Walken, Annabella Sciorra, Edie Falco, Paul Calderon, Fredro Starr, Robert Castle, Bianca Pratt.
Guion: Nicholas St. John.
Producción: Preston L. Holmes, Russell Simmons, Denis Hannz, Fernando Sulichin.
Música: Joe Delia.
Fotografía: Ken Kelsch (B&W).
Distribuidora: October Films.


    CRÍTICA


   SINOPSIS: Una estudiante es atacada por una vampira cuando volvía a casa una noche. A parir de ahí empieza a experimentar cambios tanto físicos como mentales, hasta convertirse en una adicta a la sangre mientras se adapta a su nueva vida intentando comprender que es. 
 
   LO MEJOR: Hay películas que parece que hablen de una cosa pero realmente lo hacen de otra. Por eso decir que ésta es “una de vampiros” no sería lo más acertado, aunque vampiros hay unos cuantos. En este caso el vampirismo es utilizado como metáfora, con dos interpretaciones posibles. Por un lado podría ser una parábola de la maldad inherente en el ser humano, de tal manera que el vampiro representa la liberación de los instintos reprimidos del ser humano, la liberación de las limitaciones que conlleva la condición humana para no convertirse en puros depredadores, para lo que la película hace uso de una posible conversión filosófica, planteando dilemas morales y haciendo uso de ciertos conceptos religiosos en relación a los del bien y del mal. Pero al mismo tiempo, por otro lado habla del vampirismo como una adicción, estableciendo un paralelismo entre los vampiros y los drogadictos, como esclavos de una adicción, y nos lanza el mensaje de que los adictos son destructores de todo lo que les rodea. Es por eso que presenta a las víctimas como incapaces de rechazar los ataques, que no serían otra cosa que la representación de la tentación. 
 
   Interpretación: Pues hay unas cuántas caras conocidas. No estrellas pero sí que pueden sonar. Tenemos por ahí a Annabella Sciorra (“La mano que mece la cuna”) en un par de escenas pero muy importantes. Podemos ver a Katherine Erbe aunque en un papel casi testimonial. Pero todo gira en torno a una Lili Taylor que está notable en mostrar su transformación. Y tenemos a uno de esos actores que con una sola secuencia se puede robar toda la película, con un personaje que merecería una para él solo, Christopher Walken. 
 
   Escena (SPOILERS!!): Las imágenes con las que comienza la película, procedentes de un documental sobre la barbarie y los efectos de la guerra, es para señalar al ser humano como el verdadero monstruo. Es más, hay una imagen en la que se ve cómo se amontonan los cadáveres de las víctimas civiles en Vietnam en fosas comunes. Volveremos a ver una escena paralela a esa imagen, en la orgía de sangre de la parte final, donde los vampiros amontonan los cadáveres en el salón de la fiesta de esa manera. El paralelismo es hombre-monstruo. Por cierto, el ataque múltiple en esa secuencia, dónde se dan un festín con los inocentes invitados, es de las escenas de vampiros más impactantes que he visto. Luego dos más, muy simbólicas. El ataque de Casanova (Sciorra) a Katheleen (Taylor), donde ésta es incapaz de decirle que se vaya. Y en el hospital, entre estos mismos personajes, cuando ella prácticamente quiere suicidarse siendo quemada por el sol y es precisamente salvada por Casanova. El epílogo con la lápida puede significar el renacer a través de la redención por arrepentirse del mal de que ha hecho gala. 
 
   LO PEOR: No tiene nada que ver con otras propuestas comerciales sobre cine de vampiros. Es cine independiente y es cine de autor, y para colmo de Abel Ferrara, un tipo nada convencional y alejado de los estándares de Hollywood. Por lo que a muchos les parecerá pedante (quizá), pretenciosa (desde luego), lenta (ya lo creo) y confusa (bueno es cine de hacer reflexionar, no de dártelo todo masticado). 
 
   CITAS: “No somos pecadores porque pequemos. Pecamos porque somos pecadores”. 
 
   REFERENCIAS: En algunos aspectos de su desarrollo me ha recordado a “Thrist” de Park Chan-Wook. Pero el estilo es bastante reconocido del cine de Abel Ferrara, como “Teniente corrupto”donde también hay referencias religiosas y de redención) y “Juego peligroso”. 
 
   CONCLUSIÓN: 6’5. Metáfora sobre la maldad y la adicción  através de una historia de vampiros al más puro estilo del cine de autor de Abel Ferrara, que contiene algunos momentos realmente perturbadores.





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