Por
fin llega a la pantalla grande el segundo remake de una película
basada en las novelas de Agatha Christie, por parte de Kenneth
Branagh, tras el que ya realizó de “Asesinato en el Orient
Express”. En este caso en “Muerte en el Nilo” la que se estrena
con más de año y medio de retraso a causa de los efectos de la
maldita pandemia.
Precisamente
como parodia al subgénero del “whodunit”, se hizo esta película
que caricaturizaba más específicamente las adaptaciones de las
novelas de Agatha Christie. Aunque curiosamente solo se habían
llevado a cabo dos en ese momento, dos años antes, precisamente
“Asesinato en el Orient Express”. Pero que a la vez coincidía
con el remake de “Diez negritos”.
“Un
cadáver a los postres” se reía de todos los clichés típicos de
esta clase de películas y por extensión a la literatura en la que
se basaban. Como es el encerrar a una serie de personajes en un
lugar donde se van sucediendo los asesinatos y en el que el único
objetivo es descubrir quién lo hizo como si fuera un juego de
Cluedo.
Es
más, no hay ninguna consideración más que descubrir al asesino y sus
motivaciones atendiendo a las pistas y a las coartadas de los
personajes. De hecho, los asesinatos no son violentos, y ni siquiera
llegan a verse, solo se descubren los cadáveres. Precisamente
“Cluedo”, o cómo la conocimos aquí “El juego de la sospecha”
ya 1985, era una especie de remake no declarado de la que hoy
comentamos.
Tras
la cámara, Robert Moore, que venía del mundo de la televisión y
cuya filmografía tan solo la componían tres películas, la primera
de ellas, y la mejor muy de largo es “Un cadáver a los postres”,
a la que siguió “Un detective barato” y “Capítulo dos” que
tenían todas en común que eran comedias policíacas y que eran
adaptaciones de las obras teatrales del dramaturgo Neil Simon.
La
trama consistía en citar a una serie de detectives supuestamente
famosos que claramente estaban inspirados en algunos de los más
populares de la literatura policíaca y de misterio. De tal manera,
el Sidney Wang interpretado por Peter Sellers está basado en el
detective Charlie Chan creado por Earl Derr Biggers.
Dick
y Dora, interpretados por David Niven (que también haría un papel
dos años después en “Muerte en el Nilo”) se basan en Nick y
Nora Charles de las novelas de Dashiell Hammeth, Milo Perrier, en la
piel del actor James Coco, se inspira en el celebre Hércules Poirot.
Sam Diamond, con el actor Peter Falk (qué más tarde encarnaría a otro detective, Colombo), parodia a Sam Spade, nacido de la pluma de
Hammet, concretamente en “El halcón maltés”. Y finalmente,
Jessica Marbles, con la actriz Elsa Lancaster, es el fiel reflejo de
Miss Marple, de Agatha Christie.
Para
colmo, en una escena que finalmente fue eliminada pero que puede
encontrarse en su edición en DVD, al final de la película aparecía
Sherlock Holmes y su inseparable Watson para resolver el misterio. Un
impagable Alec Guinnes y el propio Truman Capote, que fue nominado
al Globo de Oro, completaban el reparto.
Por
cierto, el título original es “Murder by death”, es decir
“Asesinato por muerte” en lugar de lo correcto que sería al
revés “Muerte por asesinato”. La película está considerada de
culto y personalmente me parece divertidísima. Consiguió 32
millones de dólares en taquilla superando incluso a los 25 de
“Asesinato en el Orient Express”.
Gracias por tan hermoso recuerdos bellísima pelicula y buenos libretos
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