Le
han dado tantísimos palos por parte tanto de crítica como de
público que me esperaba la peor película de la historia del cine.
Pues tampoco era para tanto como suele pasar con estos apaleamientos
públicos. Pero bueno, dirige Doug Liman, que es un buen director de
películas de acción, y el reparto es muy atractivo, con dos estrellas jóvenes que cuando se salen de sus franquicias de
“Spiderman” y “Star Wars” demuestran tener talento, y con Mads
Mikkelsen como villano. Y aquí viene el primer fallo, no puedes
tener un actorazo como ese y desaprovecharlo tanto con un personaje
tan esquemático. Además, la pareja protagonista no tiene la química
que sería necesaria, en gran parte por culpa del guion. Porque se
nota que ha pasado un ejército de guionistas por él. Aún así, la
historia me parece interesante y tiene lo más original en lo que
ellos llaman “ruido” (básicamente es que los pensamientos se
manifiestan en voz alta), lo que da lugar a situaciones muy curiosas,
aunque también es verdad que pasado un rato empieza a ser un efecto
redundante. Pero, en definitiva, aburrida no me ha parecido la
película, entretiene y me habría gustado saber como sigue la
historia, cosa que dudo que llegue a pasar por el tortazo que se ha
pegado. 5’5.
Otra
de esas películas que se ha llevado palos por todas partes pero que
tenía ciertos mimbres para no merecerlos. Uno de ellos es estar
dirigida por Lisa Joy, aunque es su ópera prima, cocreadora y
guionista de una de las que considero mejores series de los
últimos años, “Westworld”. Autoría que comparte con su marido,
Jonathan Nolan, guionista de varias de las películas de su hermano
Christopher, por cierto. De hecho, hay mucho de “Origen” en esta película a
nivel formal y temático, con esa idea de entrar en los sueños de
otras personas. También en aquello de contar una historia de
ciencia-ficción a través de un formato de cine negro. Y a la
introducción de la figura de la femme fatale lo confirma. Es más, me ha
recordado a la serie “Mike Hammer” en cuanto a como utiliza la
voz en off como narrador. El otro aliciente era el reparto, en el que
Hugh Jackson, Thandie Newton (conocida de la directora precisamente
en “Westworld”) y Rebecca Ferguson están más que correctos. Por
todo ello me ha parecido una película más interesante de lo que la
crítica ha vertido sobre ella. Si me chirrían un par de cosas del
guion. La acción se sitúa en un futuro distópico con calles
inundadas de agua y tras una especie de guerra civil, pero nada de
eso tiene ninguna trascendencia sobre el argumento, así que me
parece que solo está de adorno en la trama. 6.
Una
nueva distopía postapocalíptica en la que el planeta ha sufrido una
catástrofe medioambiental, provocada por la destrucción de la capa
de ozono, lo que sume a la superficie de la tierra a unas condiciones
climatológicas incompatibles con la vida, lo que ha supuesto unos
efectos fatales en la salud del protagonista. Ésto lo sabemos desde
el principio, así que no es descubrir nada. Porque precisamente se
basa en como éste rehabilita y entrena a un robot para que cuide de
su perro cuando él no esté. Pero aunque lo previsible era hacer una
historia donde nos mostraran el vínculo que se forma entre la
máquina y el animal, de lo que va realmente va es de contarnos como en
el proceso de adiestramiento se forma uno entre el robot y el hombre.
Por el camino hay algunas escenas bastantes tensas de supervivencia
en un entorno hostil, que mandan varios mensajes. Uno en el que Tom
Hanks, que nuevamente es el único personaje humano de una película, considera la proximidad de otras personas como peligrosa. Y otro en
el que se deja caer la posibilidad de que las máquinas cuiden de los
seres vivos. La historia es entrañable y muy emotiva en su parte
final, así que los que tengan tendencia a la lágrima que preparen
el paquete de kleenex. Dirige Miguel Sapochnick (“Juego de
tronos”), con Robert Zemeckis en la producción. 6.
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