Escenas Míticas: Especial Vampiros - 30 días de oscuridad
En
su momento esta película me pareció toda una sorpresa dentro del
género de terror en general y el de vampiros en particular. A pesar
de que las críticas fueron en un principio más bien tibias y más
tarde un poco más mixtas. Personalmente la considero una buena película de
vampiros y he disfrutado volviéndola a ver.
Unos
vampiros retratados como depredadores, poco más inteligentes que los
animales. Aunque tengan una especie de dialecto propio, inventado
para la película, pero solo uno de ellos, el líder, habla. Los demás
solo parecen entender sus órdenes pero no se comunican. Aunque en
los créditos si tienen atribuidos nombres, los cuales nunca
escuchamos en la película.
Por
cierto, el personaje que hace de líder, Marlow, está radicalmente
cambiado respecto a la novela gráfica en qué se basa la película.
En ella, Marlow llega al pueblo para impedir la masacre. Es vampiro
también pero no quiere que la existencia de los vampiros sea
revelaba. Esa novela homónima está creada por Steve Niles, que
ejerce de co-guionista en el film.
Y
llama la atención porque es una adaptación bastante libre, aunque
conserva sus líneas argumentales principales, con diversos clichés,
como el de los personajes acorralados, la pronta muerte de la chica
guapa, etc. Pero cuya originalidad se basa en un efecto natural y
real, el de que una región de Alaska se sume en la oscuridad a lo
largo de un mes todos los años. No obstante en la realidad es algo
distinto.
El
fenómeno puede llegar a producirse incluso durante dos meses
seguidos aunque la oscuridad no es total durante las 24 horas del
día, sino que hay unas tres horas de luz tenue. Sin embargo, en verano
se produce el efecto contrario. Hay días de luz durante
prácticamente la totalidad de la jornada, con unas horas un poco más
oscuras.
En
la producción estaba nada menos que Sam Raimi, y en la dirección un
David Slade que tan solo tenía una película en su filmografía,
eso sí, la magnífica “Hard Candy”. Y después de la que
comentamos vino una extraña elección, la tercera parte de la saga
“Crepúsculo”, “Eclipse”. Tras ella, Slade se dedicó a la
televisión dirigiendo episodios de series como “Breaking bad”,
“Black mirror” o “Hannibal”.
Para
el protagonista se eligió a Josh Hartnett, actor de moda por esa
época que venía de varias películas de éxito, como “Blackhawk
derribado”, “Pearl Harbour”, “Sin City” y “El caso
Slevin”. Le acompañaban Melissa George y Ben Foster. Y Danny
Huston, precisamente en el papel de Marlow.
Curiosamente,
aunque en muchos medios se diga que se desarrolló de noche, en
realidad, no es cierto. Sus 33 días de rodaje fueron a plena luz del
día, pero la la imagen fue oscurecida digitalmente. Por cierto, los
efectos especiales corrieron a cargo de Wet Digital, propiedad de
Peter Jackson y responsable de los efectos de “El señor de los
anillos”. Para recrear la nieve usaron 280 toneladas de ella. Para
hacernos una idea, en “Las crónicas de Narnia”, se necesitaron
solo 35. Y además se hizo uso de 4000 litros de sangre artificial.
Tres
años después se llevó a cabo una secuela de bastante menor calidad
que fue directamente al mercado doméstico del DVD. También una
miniserie cuya trama se desarrollaba un mes después de lo acontecido
en la película. La película costó 30 millones de dólares y recaudó 75
en taquilla.
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