Pues nubes y claros. Pensaba yo que siendo una serie iban a
extenderse en partes que no salieron en la película pero lo que han hecho es
añadir varias subtramas que no salen ni en la novela ni en la película ni en
ninguna parte y que no aportan absolutamente nada, como la de Adso y la
campesina. Si algo tuvo claro Annaud en la adaptación cinematográfica es que lo
interesante era la trama detectivesca y acertó. Pero aquí te sacan
constantemente de ella para mostrar los amoríos de estos dos. Además, la
fotografía es muy irregular, la de interiores está muy lograda pero la de
exteriores es como cuando yo me voy de excursión por el campo, que le saco
fotos a las cosas bonitas pero sin ton ni son. Eso si, se toman muy en serio el
contexto histórico, desarrollan bastante el debate religioso y hay gran
cantidad de reflexiones teológicas interesantes. Pero sobre todo ver a un muy
sorprendente Rupert Everett y un John Turturro que hace un más que decente
Guillermo de Baskerville. 6.
Es inevitable la comparación con la película de Clint
Eastwood “Richard Jewell” por la cercanía en el tiempo y tratando sobre el
mismo atentado, el de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Pero mientras la
película se centraba en la campaña de acoso y desprestigio que sufrió Jewell,
la serie, aunque inicia en el mismo punto, en pocos episodios se va enfocando
en la caza del verdadero terrorista. Una pena porque a Jewell le interpreta
magníficamente Cameron Britton (el Ed Kemper de “Mindhunter”). No obstante,
aunque se toma innumerables licencias, explora otras facetas de los hechos que
resultan curiosas. En general es inferior a la primera temporada pero
básicamente porque Unabomber era un psicópata más interesante y encima lo
interpretaba Paul Bettany. Aún así, está bien. 6.
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