Llegamos aquí
a una de las mayores referencias del cine negro, del cine de mafias, de gánsters,
si no la que más. E independientemente de su género, una obra maestra en toda
regla que encumbraría a Francis Ford Coppola como uno de los grandes del
séptimo arte. No en vano, la revista británica Empire, la calificó en 2008 como
la mejor película de la historia del cine.
Sin embargo,
no fue Coppola, ni mucho menos la primera opción. Antes se consideraron otros cineastas
con mejor curriculum (a esas fechas), mayor prestigio y cartel, como Elia Kazan,
Arthur Penn o Costa Gravas. Hay que tener en cuenta que Coppola aún no había
filmado ninguna de las películas que le dieron a conocer después. Tan solo llevaba
seis películas, bastante desconocidas para el gran público y que ya después de sus
éxitos han resaltado, como “Dementia 13”.
Ya, a
continuación de “El Padrino”, llegarían “La conversación”, “Apocalipsis now”,
“Rebeldes”, “La ley de la calle” o “Cotton Club”. Aparte, por supuesto, de las
dos secuelas de la que hoy comentamos. Actualmente, no es ni la sombra de lo
que fue, haciendo películas muy por debajo de su nivel. De hecho, su última
gran obra, eso sí, magnifica, se remonta a “Drácula”.
No obstante,
el camino de Coppola por esta película no fue para nada un camino de rosas. De
entrada, no era su intención dirigirla y su primera reacción fue rechazarla, pero
hubo una situación que lo obligó a aceptar. Y es que Coppola ayudó a su amigo
George Lucas con su opera prima “THX 1138”. Faltaban todavía unos años para que
triunfara con “La guerra de las galaxias” y Coppola financió y produjo la
película, la cual hoy es considerada una película de culto, pero en su momento
fue un fracaso de taquilla.
Por lo que
Coppola se vio sumido prácticamente en la ruina, y “El Padrino” podría, y así fue,
salvarle de la quema. De hecho, no solo fue un absoluto éxito, tan rentable
como haber invertido tan solo 6 millones de dólares y obtener 245 en la taquilla.
Para colmo, la prensa se deshizo en elogios con ella y hoy en día no hay ni una
sola lista de top 10 de mejores películas de la historia que no la incluya.
No quedaba
ahí la cosa porque fue nominada hasta en once categorías, consiguiendo tres Oscar
de los gordos, los correspondientes a mejor película, guion adaptado y actor
principal. También optó por director (no lo conseguiría esta vez, pero si lo
haría por “El Padrino II”, montaje, vestuario, sonido y las otras tres
categorías de interpretación.
A este
respecto, hay unas varias curiosidades. La banda sonora de Nino Rota,
inicialmente nominada, fue descalificada por considerarse adaptación de una
canción. Pero sí la conseguiría por "El Padrino II”. Y Mario Puzo escritor especializado
en novelas con la mafia italiana como tema principal, logró dos Oscar por la
primera y segunda parte de “El Padrino”, por ejercer de co-guionista junto a
Coppola y Robert Towne (no acreditado) adaptando su propio libro, que además fue
un best seller.
Lo curioso
es que Francis Ford Coppola estuvo a punto e ser despedido hasta en cinco
ocasiones. La primera por empeñarse en no empezar el rodaje hasta tener el guion
completamente terminado. La segunda por exigir trabajar con un equipo de su
entera confianza. La tercera por obcecarse en la participación de Marlon
Brando. Y cuarta por sobrepasar el presupuesto, que tenía relación directa con
la quinta, el metraje se iría hasta las tres horas.
Antes de
Brando se propuso a Lawrence Olivier para el papel, y Coppola se negó. Además, Marlon
Brando rechazó el Oscar y envió a una actriz de origen indio con fines
reivindicativos. Al Pacino, cuyos abuelos eran originarios de un pueblo llamado
Corleone, por cierto, se convertiría en un actor icónico para el cine de
gánsters, a partir de ese momento. Los acompañaban James Caan, Robert Duvall, Starling
Hayden, Diane Keaton, Thalia Shire y John Cazale. Las secuelas fueron en 1974 (2 años después)
y 1990.
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