Vuelve Scorsese y lo hace con el género del que se le puede
considerar todo un maestro, el del gangsters. La hace también en medio de varias polémicas.
Primero porque su nueva película, “El irlandés” se estrenará en Netflix, plataforma, o más
bien, formato, ya criticado por otros directores de renombre. Más recientemente
se decidió estrenar la película en una serie limitada de salas, para una semana
después de hacerlo en Netflix.
Y segundo, manifestar en varias entrevistas su disconformidad
con el tipo de cine que propone el género de superhéroes, comparándolo más con
un parque de atracciones que con un arte. Lo cual le ha valido una buena ración
de críticas por parte del público en redes sociales. Tampoco creo que le
suponga nada para su película, bastante esperada por muchos, especialmente tras
recopilar un reparto lleno de caras icónicas del género, como Robert de Niro,
Al Pacino, Joe Pesci o Harvey Keitel.
Precisamente, De Niro, que se convirtió en el actor fetiche
del director italoamericano y Pesci intervenían en esta película, con roles
parecidos a los que tuvieran en otra película, de índole cercana y también de
Scorsese, “Casino”. Los acompañaban, Ray Liotta (verdadero protagonista),
Lorraine Bracco y Paul Sorvino.
Aparte de estos dos títulos, Martin Scorsese ha ido
confirmando su preferencia por el cine negro, con el ambiente policíaco y las
mafias en algunas variantes como “Gánsters de Nueva York”, “Infiltrados” o
incluso “El lobo de Wall Street”, aunque ésta última con un tono diferente, con
importantes dosis de comedia y hasta parodia. Porque también ha flirteado con varios
otros géneros, precisamente en la comedia como ”Jo, que noche”, “El rey de la comedia”,
o el suspense , “El cabo del miedo” y “Sutther
Island”, e incluso el cine de época, “La edad de la inocencia”.
Pero evidentemente, hablar de Scorsese es hablar de cine de
gangsters, donde siempre ha demostrado una enorme habilidad para plasmar un
mundo, en este caso el funcionamiento interno del hampa. No obstante, el cineasta
venía de varios títulos alabados por al critica, “Toro salvaje” (que le valió
el Oscar a Robert de Niro), “Taxi driver” (para mí su mejor película), “El color
del dinero” (el único Oscar no honorífico de Paul Newman) y la polémica “La última
tentación de Cristo”, pero no éxitos de taquilla.
Tampoco lo sería “Uno de los nuestros”, que, aunque doblo
lo invertido, costó 25 millones de dólares y recaudo 46, no es ni mucho menos
un éxito taquillero. Pero si nuevamente de crítica. Fue alabado por donde
quiera que fuese exhibida y hoy en día esta considerada una absoluta obra maestra.
Basada en la novela ”Luiseguy” de Nicholas Pileggi, narra
el ascenso y caída de varios capos de la mafia italiana. Estructura muy
parecida a la de “Casino”. Y es que Scorsese volvió a adaptar un libro de
Pileggi, un periodista y escritor muy interesado en el tema de la mafia durante
toda su carrera, y quien coescribió, junto al propio Scorsese, los guiones de
ambas películas.
El director despliega aquí todo su talento, con una
exhibición de su plasticidad en el estilo de dirección, en el manejo de la
cámara y el montaje y planificación de escenas. Y un detalle frecuente en su
cine. Yo que no soy muy admirador del uso de la voz en off, reconozco que
Scorsese lo utiliza con maestría ejemplar.
La película obtuvo seis nominaciones en 1991, las
correspondientes a mejor película, director, guion adaptado, montaje, actriz de reparto (Lorraine Bracco) y actor de reparto (el único que consiguió, por parte
de Joe Pesci). La nómina de actores que han conseguido la codiciada estatuilla bajo
las órdenes de Scorsese es importante. Pero no consiguió mas pues es fue el año
de “Bailando con lobos”. Una anécdota, la palabra “Fuck” (en castellano
traducida como “jodido o puto” se llega a pronunciar más de trescientas veces, es decir, dos veces por minuto.
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