FICHA
TÉCNICA
Título:
El
último viaje del Demeter.
Dirección:
André
Øvredal.
País:
Estados
Unidos.
Año:
2023.
Duración:
118
min.
Género:
Terror.
Interpretación:
Corey
Hawkins, Aisling Franciosi, Liam Cunningham, David Dastmalchian,
Woody Norman, Javier Botet.
Guion:
Bragi
F. Schut, Zak Olkewicz. Novela: Bram Stoker.
Producción:
Bradley
J. Fischer, Mike Medavoy, Arnold Messner.
Música:
Bear
McCreary.
Fotografía:
Tom
Stern, Roman Osin.
Distribuidora:
Universal
Pictures.
CRÍTICA
SINOPSIS: La
goleta rusa Demeter parte de Carpatia con destino a Londres. A bordo
llevan una extraño cargamento, 24 cajas de madera cuyo contenido
desconoce toda la tripulación. La cual se embarca en una viaje de
supervivencia que comienza nada más partir.
LO MEJOR:
Se
centra en una parte de la novela de Bram Stoker que muy pocas veces
se ha contado en las diferentes versiones de “Drácula”, incluso
en algunas directamente le hacen una elipsis a este segmento de la
historia. Y esto es uno de sus puntos a favor, basarse exclusivamente
en el capítulo que habla del viaje de Drácula en el
Demeter. Hasta el punto que podría considerarse totalmente
independiente y al margen de cualquier otra versión. Porque esta ni
siquiera lo es, sino que toma esa parte de la novela como excusa para
marcarse una película de monstruo, dado que la figura de Drácula
está muy alejada de la románticamente humanizada que hemos visto
hasta ahora y básicamente está mostrada como poco más que una
bestia sedienta de sangre cual depredador. Por tanto, es una película
para amantes de las monster movies, una especie de “Alien, el
octavo pasajero” pero en un barco en alta mar, donde tampoco se
pueden oír los gritos. El noruego André Ovredal, autor de películas
de terror tan interesantes como “Troll Hunter” y, sobre todo, “La
autopsia de Jane Doe”, plantea una película muy atmosférica, basándose mucho en el trabajo de fotografía, en la oscuridad de la
noche, el efecto de la niebla, para lograr una poderosa ambientación
dando rienda suelta después al derramamiento de abundante sangre
y al gore.
Interpretación: No
es que el trabajo interpretativo de Corey Hawkins sea malo pero su
protagonismo está metido con calzador. Es tan forzado como que Liam
Cunningham y David Dasmalchian sean secundarios. La historia pide a
gritos que uno u otro, o ambos, sean los protagonistas. Habría
ganado la película. A destacar la intervención del español Javier Botet, que
parece estar especializándose en dar vida a monstruos.
Escena (SPOILERS!!): Ovredal no tiene problema en mostrar a su criatura relativamente pronto y quizá habría incrementado el misterio retrasar su aparición de forma explícita. Como cuando aparecen todos los animales muertos y claramente atacados por alguna clase de depredador. No saber su apariencia habría aumentado la curiosidad. Pero claro, si es que ya sale en el propio cartel de la película. En cualquier caso, todas sus intervenciones posteriores son igualmente efectivas porque siempre se corresponden con ataques y muertes bastante sangrientas. Una de las mejores secuencias es cuando van a tirar al niño al mar y este comienza a arder. Y claro, todo el duelo final con la bestia.
LO PEOR: A
pesar de ser muy terrorífica no da demasiado miedo. Es una película
correcta en su poco ambiciosa propuesta pero da la sensación que le
podrían haber sacado más. No ayuda un metraje excesivo, sobre todo
en su segunda hora. Cien minutos habría sido lo ideal.
REFERENCIAS: La
imagen del monstruo se corresponde más con la que hemos visto algún
momento en el “Drácula de Bram Stoker” de Coppola o en
“Nosferatu”. Aunque recuerda al vampiro de la miniserie “Misa
de medianoche”, de Mike Flanagan. Pero estructuralmente se mira
mucho en “Alien, el octavo pasajero” o “La cosa”.
CONCLUSIÓN: 6’5. Fragmento muy poco explotado de la novela de Bram Stoker, que sirve de excusa para contarnos un survival en alta mar que se mira más en el espejo de las monster movies que en los clásicos góticos de terror.
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