FICHA
TÉCNICA
Título:
El
último late night.
Dirección:
Cameron
Cairnes, Colin Cairnes.
País:
Australia.
Año:
2023.
Duración:
93
min.
Género:
Terror.
Interpretación:
Christopher
Kirby, Ian Bliss, David Dastmalchian, Fayssal Bazzi, Laura Gordon,
Ingrid Torelli, Rhys Auteri, Josh Quong Tart, Georgina Haig, Steve
Mouzakis, Gaby Seow.
Guion:
Cameron
Cairnes, Colin Cairnes.
Producción:
Joel
Anderson.
Música:
Glenn
Richards.
Fotografía:
Matthew
Temple.
Distribuidora:
Umbrella
Entertainment.
CRÍTICA
SINOPSIS:
El
presentador de un conocido late night ha preparado un programa con
muchas emociones con el objetivo de colocarse como el número uno
para la audiencia. Pero las cosas no salen como las había planeado y
todo se descontrola.
LO
MEJOR: La etiqueta de “mejor película de terror del año” termina siendo más
perjudicial que otra cosa pues aunque inicialmente puede venir bien
en cuanto a lo comercial, llega a generar unas expectativas
sobredimensionadas. En ese aspecto, yo pediría calma al espectador
que se disponga a abordarla. No obstante, yo sí considero que es una
película de esas que se pueden considerar especiales, una que podría
instalarse junto títulos de culto del cine de terror australiano e independiente, como “Wolf Creek”, o las más recientes “Háblame”
o “Relic”. Y si podría ser una de las mejores películas de
terror del año, pero no de las más terroríficas. Esto que parece
una contradicción no lo es. Pertenece al género de terror puesto
que incluye varios set pieces bastante perturbadores e incluso alguno bastante bizarro. Sin embargo, su intención principal no es la de
asustar sino hacer una sátira sobre los programas late night de los
setenta y ochenta, de corte sobradamente sensacionalista. De hecho,
la película es una especie de found footage, la grabación de un
programa integrado en un reportaje falso. Formato, por cierto, del
que no tiene problema de salirse cuando le conviene. La recreación
del programa en sí es lo más destacado, con una ambientación
magnífica, tan conseguida que pasados unos minutos uno se olvida de
su época actual para sumergirse en la de la película. Ayuda
bastante un muy buen guion, donde no hay ningún dato que esté
porque sí. También su medido metraje. No sobra ni falta nada.
Interpretación:
El
papel principal es para un habitual secundario que diría que está
ante su primer personaje protagónico. Se trata de Daniel
Dastmalchian, cuyo peculiar rostro es muy adecuado para él. Pero sin
quitar mérito a la actuación del actor que está soberbio. Ojo a la
aportación de la joven Ingrid Torelli, bastante intrigante.
Escena
(SPOILERS!!): Tiene
varias secuencias de esas que dejan huella gracias a una buena puesta
en escena. Como la posesión de la niña, claramente un homenaje a
“El exorcista”. O la de los gusanos. Y por supuesto, el
impactante final, toda una ida de olla total. Pero, ¿Qué es lo
realmente que ha pasado? Como decía, el guion no da datos de relleno
y en lo que se podría considerar la intro del reportaje se da una
información vital para entender el desenlace o por lo menos para
formarse una teoría. Y las claves son la pertenencia del
protagonista una especie de club sectario que realiza controvertidas
prácticas rituales y orgías, la frustración por no ser el
presentador número uno y el fallecimiento de su esposa. Allá va mi
teoría pues. Jack Delroy (Dastmalchian) pide ayuda a su club para
conseguir el éxito profesional y le proporcionan una especie de pacto
con el diablo. Pero debía sacrificar algo, en este caso, alguien, la
vida de su mujer. El programa que vemos es el que debía consagrar a
Delroy como número uno de la audiencia. La serie de extraños
acontecimientos paranormales y el desastre final se debe a la
venganza del espíritu de su esposa fallecida de cáncer (recalcan,
de pulmón sin haber fumado en
toda su vida). Es más, la narración está plagada de imágenes de
ella, unas más evidentes y otras más subliminales, pero están ahí.
LO
PEOR: Es
perfecta candidata para que muchos entonen esas frases que tanto les
gusta entonar a algunos, tales como “no es para tanto” o “está
sobrevalorada”, exactamente lo mismo que les pasó a esos títulos
mencionados antes. Además que tampoco diría que sea una película
de terror exclusivamente, hay mucha comedia negra en su tono.
REFERENCIAS:
Sería
la versión terrorífica de lo planteado en películas como “Network,
un mundo implacable” o “El rey de la comedia”. Aunque recuerda
a una película hecha para televisión, una de las precursoras del
found footage, “Ghostwatch”.
CONCLUSIÓN: 7’5. Una sátira sobre los programas sensacionalistas de los setenta, perfectamente ambientada y con un gran Daniel Dastmalchian. Y si, será una de las mejores películas de terror del año aunque no la más terrorífica.
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