domingo, 12 de marzo de 2023

Sin novedad en el frente

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Sin novedad en el frente.
Dirección: Edward Berger.
País: Alemania.
Año: 2022.
Duración: 147 min.
Género: Bélico, drama.
Interpretación: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Edin Hasanovic, Daniel Brühl, Sebastian Hülk, Adrian Grünewald, Devid Striesow, Thibault de Montalembert, Anton von Lucke, André Marcon, Michael Wittenborn, Andreas Döhler, Joe Weintraub, Luc Feit, Peter Sikorski, Michael Stange, Tobias Langhoff, Dominikus Weileder, Alexander Schuster.
Guion: Lesley Paterson, Ian Stokell, Edward Berger. Novela: Erich Maria Remarque.
Producción: Malte Grunert, Daniel Dreifuss, Edward Berger, Thorsten Schumacher, Lesley Paterson, Ian Stokell.
Música: Volker Bertelmann.
Fotografía: James Friend.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un joven soldado alemán es enviado al primera línea durante la Primera Guerra Mundial. Pero cuando llega a las trincheras, las cosas son muy diferentes de como se las habían vendido.

   LO MEJOR: ¿Por qué la Primera Guerra Mundial es mucho menos cinematográfica que la Segunda? Pues probablemente por lo que expone esta película, porque fue una guerra primordialmente de trincheras en la que los dos bandos prácticamente no avanzaban, donde a diario morían miles de soldados y tan solo movían un puñado de metros sus avances, unas veces hacia adelante y otras hacia atrás, como quien ajusta el dial de la radio para encontrar una emisora. Probablemente fue la guerra más sangrienta de la historia. Por ello es esta película especialmente dura. Pero no desde lo explícito, que también lo hay, sino por su tremendo realismo, crudo hasta la médula, donde no hay nada gratuito, ningún adorno estético (aunque sí se aprecia mucho talento tras la cámara por parte de Edward Berger) ni melodramático. Porque no hay concesiones al optimismo ni acciones heroicas que le permitan al espectador venirse arriba. Junto a una excelente ambientación de esas trincheras, donde podemos percibir el barro y la lluvia como si lo estuviéramos sintiendo en nuestros huesos, dan como resultado un perfecto retrato del terror de la guerra. Más acentuado, si cabe, cuando vemos como los soldados son usados como figuras de ajedrez de un tablero, pero como peones sacrificables y sin valor como vidas humanas.

   Interpretación: Aunque tenemos el nombre de un actor más conocido para el público, como es Daniel Bruhl y éste tenga un papel de cierta relevancia en la trama, el protagonismo le corresponde a otro más desconocido, como es Félix Kammerer, que realiza un gran trabajo desde la sobriedad. Tiene momentos en su expresión, en su mirada, en cierta fase de la historia que resultan desgarradores.

   Escenas (SPOILERS!!): Que no tenga adornos estéticos no significa que no tenga argumentos puramente cinematográficos con la cámara, como puede verse en las espectaculares escenas de batalla, pero más desde el realismo. Varias rodadas en plano secuencia, pero no como exhibición virtuosa visual sino para que la escena nos sea más inmersiva en su horror. También tiene momentos simbólicos, como cuando el protagonista encuentra en el suelo las gafas de su amigo, lo que es señal de que ha muerto el primer día de llegar. O cuando van a robar los huevos al final. Nosotros ya intuimos que eso no va a acabar bien, pero no de esa manera. La escena más doliente es cuando el general, a pesar de haber firmado ya el armisticio, y quedan unos minutos para que entre en vigor, les manda volver a atacar, le manda a morir, y eso se ve en las caras de los soldados, lo que confirmamos en la batalla final.

   LO PEOR: No es un factor negativo en sí de la película pero sí conviene avisar que no es para espectadores sensibles, ni un espectáculo agradable para los más curtidos. Ni tampoco conviene verla con un estado de ánimo bajo. Hay que verla porque es buena pero sabiendo lo que vas a ver.

   REFERENCIAS: Es mejor que “Stalingrado”, con la que se podría comparar en el tono. Y está a la altura de “1917”, de Sam Mendes. Porque aún con temáticas similares, “Salvar al soldado Ryan” o “La delgada línea roja” juegan en otra liga.

   CONCLUSIÓN: 8. En tiempos en los que ciertos políticos deciden que otros deben ir a la guerra, esta película manda un desgarrador, realista y antibelicista mensaje a quienes piensan que las vidas de los soldados no valen nada.




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