Este
repaso a las películas de DC, o más bien, expansión del ciclo
dedicado a ello, venía provocado por el estreno de la secuela de
ésta, “Shazam, la furia de los dioses”, que no será el único
de DC, el próximo mes vendrá la que probablemente sea la más
esperada y que más expectativas ha generado, sobre todo tras su
tráiler en la Superbowl, “Flash”. Y al final del año
llegará “Aquaman y el Reino perdido”.
Pero
además, la secuela de “Shazam” tiene la incertidumbre de saber
si será la última del personaje tal y como lo conocemos o será
rebooteado como ya sabemos que serán los de Batman y Superman. Y
probablemente Wonder Woman. No se sabe nada al respecto todavía pero
lo que si está confirmado es que “Black Adam”, antagonista de
Shazam, no tendrá secuelas, por el momento.
Shazam
nacía como Capitán Marvel en 1939 para Fawcett Comics de la mano
del guionista Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck. Sin
embargo, una demanda por parte de DC, alegando que el personaje
plagiaba a Superman (de hecho, los poderes son prácticamente los
mismos), puso a Fawcett Comics en bancarrota, sobre todo al tener que
cancelar la serie de televisión sobre el personaje.
Paradójicamente,
fue DC quien compró los derechos del personaje procediendo a
cambiarle el nombre de Capitán Marvel, por evidentes conflictos con
Marvel Comics, por Shazam, que eran las siglas de una serie de
personajes de la mitología griega, concretamente; Salomón,
Hércules, Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio, SHAZAM.
No
obstante, la película incluso hace varios guiños a esta situación
por la que pasó el personaje en los despachos. En la parte final,
cuando se ponen a abrir puertas para salir del lugar, tras una de
ellas aparecen unos hombres-cocodrilo jugando a las cartas, que eran
enemigos del Capitán Marvel en Fawcett Comics. Y también aparece,
justo en la última escena, Superman, aunque no le vemos la cara.
No
son los únicos guiños. El prólogo del film se sitúa temporalmente
en 1974, que fue el año en que el personaje debutó en televisión.
Hay otros aunque no relacionados con este tema. En un momento dado,
en una juguetería, vemos un piano en el suelo, como el de la
película de Tom Hanks, “Big”, en referencia a que Shazam es un
niño en el cuerpo de un hombre. Para entender el otro, la aparición
de la muñeca Annabelle, hay que explicar algo.
Aunque
inicialmente se pensara en Peter Seagal, un director habitual de la
comedia, finalmente se eligió un perfil diametralmente opuesto, el
de David F. Sandberg, que tenía muchos cortos pero solo dos
largometrajes, ambos de terror. Uno era, “No apagues la luz”
(película bastante inquietante) y “Anabelle Creation”, precuela
de “Anabelle” a la que superaba ampliamente.
Para
el reparto se eligió a Zachary Levi, que no llevo en ningún momento
relleno de músculos, lo que compensó aumentando de peso y puliendo
su cuerpo con un exigente plan de entrenamiento. Su versión de niño
la interpretaba Asher Angel. Los acompañaban Mark Strong, Djimon
Hounsou, Megan Good y Grace Fulton (que en la secuela interpretará
sus dos versiones, la joven y la adulta), entre otros.
Debo
reconocer que la primera vez que la vi no me convenció demasiado, en
gran parte a su tono claramente familiar, e incluso infantil. Sin
embargo, esta segunda vez la he visto como una película de aventuras cercana al estilo de protagonismo de grupo, como “Los Goonies”,
muy entretenida, y que introduce elementos no habituales en los demás superhéroes de DC, como la magia y los monstruos (los que representan los siete pecados capitales fueron interpretados por dobles acrobáticos con trajes para la captura de movimiento).
Las críticas fueron mayoritariamente positivas y funciono bien en taquilla. Costó entre 80 y 100 millones de dólares y recaudó 370.
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