No
me hubiera ganado muchos aplausos por aquí si hubiera compartido mi
opinión sobre la serie antes de ver el último episodio. Tampoco
creo que me los gane ahora, a tenor del incondicional fandom del
videojuego que cada semana ha estado defendiendo que cada minuto del
correspondiente capítulo era una obra maestra. Aunque los argumentos
que se esgrimían en un 90% de los comentarios eran comparaciones con
un videojuego que, atención sorpresa, no hemos jugado ni teníamos
porque, todo el mundo. Por cierto, vertiendo cada una de esas semanas
una tonelada de spoilers sobre el juego (gracias). Afortunadamente,
acostumbro a formarme una opinión cuando las historias están
terminadas, y eso en este caso es de vital importancia porque el
último episodio le da sentido a todo y hace que su nota se eleve.
Porque anteriormente me parecía una serie normal, otra más
apocalíptica que machacaba lo que ya nos habían contado mil veces
películas como “La carretera”, “28 días después” o la
también serie “The Walking Dead”, que el hombre es el verdadero
monstruo y todo eso. Para colmo, ni siquiera salían muchos
infectados y el ritmo era bastante lento. No obstante, había
aspectos interesantes. La serie claramente está hecha con cariño,
de vez en cuando nos han mostrado unos escenarios espectaculares,
algunos episodios hay que reconocer que han sido brillantes y, sobre
todo, tiene dos protagonistas que se comen la pantalla, tanto Pedro
Pascal como Bella Ramsey (muy criticada antes del
estreno
por cometer el pecado de no ser clavada a la Ellie del juego). Pero
además, el desenlace de la temporada ha dado sentido a todo lo
acontecido anteriormente, y es que no era una historia
postapocalíptica de infectados, eso solo estaba ahí, la verdadera
era la de la propia relación de los personajes principales y como
escala a niveles paterno filiales, y que decisiones les hace tomar.
Eso es lo que si es diferente y hace que valga la pena. 7.
Vaya
por delante que considero que esta serie ha sido estirada de más,
que han desaprovechado la oportunidad de contar cosas diferentes en
lugar de estar dando vueltas a lo mismo en muchas ocasiones. Por
ejemplo como empezó todo, porque realmente no nos contaron como se
fueron dando los pasos para gestarse el golpe de estado y como se
ejecutó, y ya no creo que lo hagan. Aunque quizá se lo reserven
para realizar una precuela, quien sabe. No obstante, no puedo negar
que la serie sigue teniendo una gran nivel en las tres categorías en
las que toda historia se debería medir; dirección, guion e
interpretación. De éstas, la tercera es la mayor virtud de la
serie, no solo por el ya muy reconocido trabajo de Elizabeth Moss
sino por el de Yvonne Strahovski, cuyo personaje creo que es el que
mayor evolución ha tenido durante las temporadas anteriores y cuya
interpretación se ha colocado casi a la altura de la Moss.
Curiosamente, esta temporada me ha parecido más entretenida y
emocionane que otras anteriores a pesar de que la trama realmente no
ha avanzado demasiado, más allá de mostrar la interacción de los
personajes de June y Serena y también su forzoso vínculo. De hecho,
es lo más interesante que se plantea para la sexta y última
temporada (esta vez parece que si, que ya termina), pues el final de
la quinta termina de lo más emocionante. Espero que le den un buen
final pues la serie, con sus altibajos, ha tenido siempre muy buen
nivel. 7.
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