sábado, 11 de marzo de 2023

Microcríticas Express: Amsterdam/Worth/Cuestión de sangre

 



   Mira que tenía los elementos necesarios para ser una de las películas del año pasado y posiblemente una de las candidatas a los Oscars en la última edición; un gran reparto, un gran director, David O. Russell dirigiéndolos y un argumento interesante que contar. Porque alude a una de las historias más sorprendentes y poco conocidas de la historia de Estados Unidos, una conspiración para dar un golpe de estado y provocar un cambio de rumbo político similar al que ocurrió en Alemania e Italia. Casi nada. Sin embargo, lo que ha sido la película es uno de los grandes fracasos de taquilla de 2022, que para colmo también ha recibido un serio correctivo por parte de la crítica. ¿Está justificado? Pues no es el desastre que dicen algunos pero teniendo en cuenta los mimbres con que contaban si se puede hablar de decepción. Creo que la película quiere ser demasiadas cosas a la vez; intriga, drama romántico y comedia negra. Y es la tercera de las mencionadas la que más hace fallar el resultado final. No le favorece en absoluto ese tono poco serio a una trama que de haberse tratado de otra manera habría sido interesantísima. Hasta el propio reparto parece sentirse incómodo en esa situación, salvo un Christian Bale que nuevamente es el que más airoso sale del experimento porque este actor se adapta a lo que sea. Tampoco le favorece el que la narración sea demasiado teatral. En definitiva, no es mala película pero si podría considerarse fallida respecto a la expectativa que generaba. 5'5.


   El titulo alude a la palabra con la que se designó el valor de la vida humana en cuanto a una especie de fórmula que un abogado ideó para calcular la indemnización a las familias de las víctimas tras el atentado del 11-S. Así es como se llevó la administración del fondo de compensación a las víctimas. Pero lo que reivindica la película es lo absurdo de las bases en cuanto a como valorar ciertos aspectos de las vidas de las personas. Es decir, el daño sufrido a los familiares no se puede calcular de forma matemática. Y eso es lo que aprende el abogado que, con toda su mejor intención, ideó ese mecanismo, interpretado por un muy inspirado Michael Keaton (con ya varios papeles comprometidos con la denuncia social), en su enfrentamiento con otro abogado interpretado por Stanley Tucci. Ambos están soberbios en sus papeles.
Cine de denuncia con un toque de drama judicial basado en hecho reales. De hecho, se hace una reconstrucción pormenorizada de la situación de la ciudad de Nueva York y del efecto del atentado en los familiares de las víctimas. 6’5.


   
Es cierto que se inspira en un caso real, pero se inspira, no se basa, por lo que apenas toma la premisa del caso de Amanda Knox (sobre el cual hay un documental en Netflix con ese mismo nombre muy recomendable), sobre un asesinato en Italia por el que esta chica pasó cuatro años en la cárcel y que generó un juicio con gran repercusión internacional. Pero la película no va por la vía del drama judicial sino por la de la historia de un padre coraje capaz de hacer cualquier cosa con tal de descubrir quien es el verdadero responsable del asesinato y como hacer para sacar a su hija de la cárcel. Y ahí radica la diferencia con otros thriller de investigación. En la expresión “cualquier cosa”, es decir, ya no tanto en descubrir el “que”, sino en “como” descubrirlo y hasta donde es capaz de llegar un padre desesperado, en cuanto a romper sus propios valores éticos. Eso es lo que te hace pensar la película, si estás de acuerdo con él, si tú lo harías. Toda vez que la inocencia de la acusada en cuestión no está clara en ningún momento. Pero eso es algo que hay que ir viendo durante la película. Dirige Tom McCarthy (“Spotlight”) y protagonizan Matt Damon y Abigail Breslin, ambos en interpretaciones magníficas, especialmente Damon, que probablemente esté en uno de los mejores trabajos de su carrera. 6’5.

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