domingo, 5 de febrero de 2023

La ballena

 

   FICHA TÉCNICA

Título: La ballena.
Dirección: Darren Aronofsky.
País: Estados Unidos.
Año: 2022.
Duración: 117 min.
Género: Drama.
Interpretación: Brendan Fraser, Sadie Sink, Hong Chau, Ty Simpkins, Samantha Morton, Sathya Sridharan, Jacey Sink.
Guion: Samuel D. Hunter. Obra: Samuel D. Hunter.
Producción: Jeremy Dawson, Darren Aronofsky, Ari Handel.
Música: Rob Simonsen.
Fotografía: Matthew Libatique.
Distribuidora: A24.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un hombre con una obesidad extrema y graves problemas de salud, da clases desde la casa desde la que no sale nunca, víctima de una depresión que le ha quitado las ganas de vivir. Pero tiene un deseo, recuperar a su hija, a la que casi ni ve.

   LO MEJOR: No me había pasado ésto nunca en una sala de cine. Me considero un espectador empático, de los que se mete a fondo en la trama, que vive las películas como si estuviera metido en ellas, lo cual me permite emocionarme con los personajes. Aún así, no soy muy dado (o nada) a la lágrima. Por eso me sorprendió tanto descubrirme a mí mismo soltándolas sin poder hacer nada para remediarlo. Y eso que no es una película para hacer llorar, pero si tremendamente conmovedora, no desde los mecanismos del melodrama (de hecho, incluso la música está muy dosificada y nunca es protagonista), sino desde la arrolladora empatía (precisamente) que consiguen transmitirnos el director y el protagonista. Que nos trasladan la historia de un hombre que ha perdido la ilusión de vivir, autodestructivo, que se está dejando morir, pero que antes quiere hacer algo que le redima. Porque esta película no trata de la obesidad, eso es solo una consecuencia en un retrato sobre la soledad, el duelo y la depresión. Darren Aronofsky, en su vuelta a su vertiente más realista y dramática, nos ha vuelto a dejar rotos en otro camino tortuoso para uno de sus personajes, que acentúa encuadrándolo en un formato de pantalla casi cuadrado (creo que es 1:66), lo que encierra todavía más al actor y que junto a verlo en un único escenario sin prácticamente luz exterior, incide más en la claustrofobia que genera en el espectador. Sin embargo, probablemente es la película menos efectista del cineasta, incluso más impersonal con la cámara.

   Interpretación: Aronofsky rescató a Mickey Rourke dándole la posibilidad de conseguir el Oscar (fue nominado) y ahora ha hecho lo mismo con Brendan Fraser. Todo lo que no sea que consiga la preciada estatuilla me va a parecer una estafa, una broma de mal gusto. Deberían darle diez de una tacada o uno como la Torre Eiffel. Es la interpretación más desgarradora que he visto en años, posiblemente una de las mejores que haya visto. Porque Fraser no parece que esté actuando, como Rourke, parece que estuviera interpretándose a si mismo, y puede que así sea porque el actor pasó por una grave depresión previamente. Pero es que además, todos los que le rodean están magníficos, como Sadie Sink, Hong Chou (moninada también) o Samantha Morton.

   Escena (SPOILERS!!): El texto que le hace leer al miembro del grupo religioso que se presenta en su puerta cuando le está dando un ataque justo nada más empezar la película, es la redacción de su hija (Sink). Ésto no lo sabemos hasta casi el final. Pero lo que significa es que era lo único que le hace seguir viviendo. La escena en la que ella le pide que camine hacia ella, a pesar de sus evidentes limitaciones físicas es la prueba que necesita para volver a creerle después de que la abandonara cuando era una niña. Pues bien, estas dos escenas son vitales en el desenlace, donde ella se da cuenta que si es lo más importante para él. ¿Que es lo que pasa cuando él finalmente consigue andar hasta su hija? Consigue que ella le perdone y poder morir en paz. Porque eso es lo que hace, morir. Probablemente de un ataque al corazón por el sobreesfuerzo y su estado de salud terminal, pero donde vemos una luz blanca y sus pies elevarse, porque al final lo ha logrado, la ha salvado a ella y se ha salvado a si mismo. Y ese es el mensaje.

   LO PEOR: Es más como aviso que porque me parezca un defecto, es bastante teatral. El desarrollarse exclusivamente en el interior de un apartamento lo provoca, pero también creo que es una sensación consciente, de la que el director no pretende escapar sino todo lo contrario, hacernos sentir como se siente el personaje.

   REFERENCIAS: Es la adaptación de la obra de teatro homónima de Samuel D. Hunter, que también escribe el guion. Pertenece a la línea de películas de Aronofsky de la cuerda de “Réquiem por un sueño”, “El luchador” o “Cisne negro”. Aunque esos atracones de comida me han recordado a los de bebida de Nicholas Cage en “Leaving Las Vegas”.

   CONCLUSIÓN: 8. Todo lo que no sea que Brendan Fraser gane el Oscar sería una broma de mal gusto porque nos regala la interpretación más desgarradora que hemos visto en años, y merece que se lo reconozcan después de como se le trató.




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