Microcríticas Express: Blancanieves, un cuento de terror/Pinocho (2022)/Wendy

 

   Los cuentos recogidos por los hermanos Grimm ya fueron dulcificados por ellos mismos pues se dieron cuenta que no eran muy apropiados para recitar en la corte. Luego Disney los suavizó más aún para adaptarlos al público infantil en sus películas animadas. Sin embargo, esta película hecha para televisión, si es más fiel al tono original del cuento, que es el terror. No es una película de miedo pero si tiene ciertos tratamientos del género del terror, y ni mucho menos es una película para niños. Aunque respecto al cuento también se toma sus licencias. Pero si se tomaron bastante atención en lograr la ambientación gótica, y para ser un telefilm tiene un elogiable trabajo de maquillaje y vestuario. La historia está muy enfocada al protagonismo de la bruja, retratada como una reina psicópata, interpretada por una magnífica Sigourney Weaver. La compañan en el reparto Sam Neill (muy de actualidad en esa época) y Monica Keena. Ojo a la visión que hacen de los siete enanitos (de hecho, solo uno lo es) y como es su primer encuentro con Blancanieves, bastante perturbador. En definitiva, una versión bastante diferente del tono que nos tienen acostumbrados en las adaptaciones cinematográficas de los cuentos populares y que ya tiene 25 años. 6.

   Más que una nueva versión de uno de los cuentos populares más adaptados a película, es una puesta en imagen real de la versión animada de 1940, que ya era considerablemente más infantilizada que el relato original de Carlo Collodi. Aunque no exactamente, porque Robert Zemeckis hace eso que tanto le gusta, que es mezclar imagen real con figuras animadas, en lo que llegó un momento que se hizo especialista. En ese sentido, la película es correcta, no se le puede achacar nada en cuanto a como hace convivir esos dos formatos. Visualmente, la película está muy bien. Y tampoco es exactamente una traslación a live action de la película animada porque dura casi media hora más. Pero me refería a que es lo mismo porque no aporta absolutamente nada más, por lo que simplemente añade una serie de escenas de aventuras. Personalmente creo que merman el ritmo y hacen que la película se vea innecesariamente alargada. Innecesaria sería la palabra porque donde Guillermo del Toro verdaderamente si ha hecho algo diferente, Robert Zemeckis (y no estamos hablando de un director cualquiera) se ha limitado a copiar. Porque la influencia de la figura de “Pinocho” en otras películas es más que palpable, por ejemplo en las dos películas de “Blade Runner”, por muy extraño que suene, y se han hecho un montón de versiones del cuento, pero ésta es que te quedas igual, te has entretenido pero ya está, aunque en el reparto puedas ver a Tom Hanks, Cynthia Erivo (si, de Hada Azul) y Luke Evans. 6.

   De vez en cuando uno se encuentra de forma inesperada joyitas de éstas de las que nadie ha hablado. Y con unos medios muy limitados, pero mucho talento e imaginación. Hay que empezar hablando de su director, Benh Zeitlin, en cuya filmografía solo tiene dos películas y ésta es la segunda. De la primera hace ya ocho años, y viene muy al caso porque “Bestias del sur salvaje”, que era su título, tiene mucho que ver con su segunda película, en ese lirismo, esa narración poética, más cercana al cine independiente, con mucha cámara al hombro y una puesta en escena modesta. Pero tiene otras virtudes, como su brillante guion, su ágil montaje y una banda sonora maravillosa, en los cuales también participa Zeitlin. A veces abusa de esa música, porque acompaña absolutamente en todo momento, pero es tan buena que no es de extrañar. Otro punto de conexión con su anterior película es la mezcla de realidad y fantasía, que a muchos les chocará. Porque es una reinvención del cuento de “Peter Pan”, pero que no tiene nada ver con ninguna versión que se haya hecho antes. De hecho, lo más curioso es como emparenta elementos icónicos del cuento con su traslación a otros más reales. Es más, es un retrato de la infancia pero no para infantes, en ocasiones recuerda a “El señor de las moscas”, sino una reflexión madura sobre la esencia de la obra de J.M. Barrie, que es el miedo a hacerse mayor, a madurar y al propio paso del tiempo. Muy recomendable aunque no para todo el mundo. 7.