Es la figura que le faltaba tratar a Hollywood referente a
esa importante era de la política norteamericana de los sesenta, marcada por el
asesinato de Kennedy. Woody Harrelson, con una gran transformación física,
encarna con una excelente interpretación a Lyndon B. Johnson situando el relato
un par de años antes del magnicidio y terminando uno después. Se refleja su
fuerte carácter, su enfrentamiento con Bobby Kennedy y también su cierto
acomplejamiento ante su hermano. Me ha
resultado interesante, está bien contada y a Rob Reiner (“Algunos hombres
buenos”) no se le ha olvidado narrar historias. Pero me da que se ha hecho un
retrato bastante más amable de Johnson de lo que fue en realidad. Si la
colocaran junto a “JFK, caso abierto” y “Nixon”, podrían formar una trilogía
muy coherente, aunque ésta es muy inferior a esas dos. 6.
La película se centra en la figura de Fred Rogers, un icono de la
televisión infantil, aunque no sea el protagonista. Que, por cierto, me ha
recordado mucho al interpretado por Jim Carrey en la serie “Kidding” y estoy
convencido que algo inspirado en Rogers está. Aquí le da vida Tom Hanks y, como
siempre, borda el papel, y es gracias a él que la película mantiene el nivel
mientras está en pantalla. Pero eso no es todo el tiempo. De hecho, Hanks optó
al Oscar en la última edición pero como secundario. Lo interesante es la trama
en la que el periodista que debe hacer un reportaje sobre él, intenta sacar
como sea el lado oscuro del personaje por considerarlo demasiado bueno para ser
verdad. El problema es que cuando la historia se va más hacia la vida personal
del protagonista, baja bastante de interés y te saca de la idea de conocer a
Fred Rogers y su particular filosofía de vida.
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