Red Riding

   FICHA TÉCNICA

Título: Red Riding Trilogy.

Dirección: Julian Jarrold/James Marsh/Anand Tucker.

País: Reino Unido.

Año: 2009

Duración: 103 min.

Género: Thriller, intriga.

Interpretación: Andrew Garfield, Sean Bean, Paddy Considine, Rebecca Hall, David Morrissey, John Henshaw, Anthony Flanagan, Warren Clarke, Jennifer Hennessy, Mary Jo Randle, Rachel Jane Allen, Rita May, Graham Walker, Michelle Dockery, Robert Sheehan, Eddie Marsan, Daniel Mays, Peter Mullan, Gerard Kearns.

Guion: Tony Grisoni (Novela: David Peace).

Producción: David Peace, Tony Grisoni.

Música: Adrian Johnston/Dickon Hinchliffe/Barrington Pheloung.

Fotografía: Rob Hardy/Igor Martinovic/David Higgs.

Distribuidora: IFC Films.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: A lo largo de una serie de años, comprendidos entre 1974 y 1983, en la zona de Yorkshire, en Inglaterra, se van dando una serie de secuestros y horribles crímenes. Varias investigaciones sacan a la luz un sistema policial corrupto y repleto de excesos, maltratos y mentiras.

   LO MEJOR: Se puede considerar como una miniserie de tres grandes capítulos, de calidad totalmente cinematográfica, como una trilogía de películas de unos 100 minutos cada una con historias que incluso podrían funcionar presentadas de forma independiente pero qué es en su entrelazamiento, con un excelente guión que hila perfectamente una trama de fondo entre ellas, que es lo realmente interesante. Es por ello que es recomendable verlas lo más seguido posible, sin dejar demasiado espacio de tiempo entre ellas pues de lo contrario se pueden dejar pasar muchos detalles de esa trama secundaria, que en realidad es la principal. Hay que tener en cuenta que la obra que adapta es bastante extensa y, sobre todo, compleja en su estructura. Es cine negro del que ya no se hace; sórdido, violento, desagradable y hasta incómodo, dónde danzan horrendos crímenes, brutalidad policial, corrupción generalizada y el retrato de un submundo podrido desde lo moral y ético. Pero a la vez es un enfrentamiento por la verdad desde tres puntos de vista representados en los protagonistas de cada episodio, desde los ángulos de la investigación de un periodista, un inspector y un abogado.

   Interpretación: Tiene un gran reparto. Algunos son comunes a las tres partes y otras solo participan en una de ellas. Cómo es el caso de Andrew Garfield, que realiza un notable trabajo. O los de Paddy Corsidine y Mark Addy, ambos eficientes. En el otro grupo se encuentran unos excelentes David Morrissey, Sean Bean, Sean Harris, Peter Curran y Robert Sheehan. Todos a un gran nivel. Y no hay que perderse la participación de Rebecca Hall.

   Escena (SPOILERS!!): Los finales de las tres episodios son realmente brutales.. el del primero tiene cierto aire  “Taxi driver” con una Andrew Garfield que tras una salvaje tortura policial, irrumpe en un club en plan justiciero y el desarrollo del tiroteo puede recordarlo. O el final del segundo, con la trampa sufrida por Paddy Considine tras multitud de presiones para desistir en su investigación, es traicionado y asesinado. Por cierto, es el que indago en el tiroteo de Garfield. Y el final del tercero y de la trama general, con una serie de muertes y la única escena positiva de todas las sagas, el encontrar a la niña secuestrada que con toda seguridad iba a ser asesinada de forma horrible, algo que recuerda a las teorías más polémicas del caso Alcasser.

   LO PEOR: Es bastante densa, no da un respiro a la tragedia y el drama, es tan tensa y sombría que puede resultar extenuante. Y a eso se suma que la trama no es fácil de seguir, con multitud de nombres, cómo suele ocurrir en esta clase de historias, por lo que exige de concentración.

   REFERENCIAS: Es la adaptación de la tetralogía homónima de David Peace. Los casos son ficción, aunque el de 1980 si se basó en un hecho real, el del destripador. Podría considerarse la versión británica de “True detective”. Y tiene ciertas similitudes con la saga de “Los casos del departamento Q”.

   CONCLUSIÓN: 7. Miniserie de tres episodios a modo de películas entrelazadas. Cine negro del que ya no se hace; sórdico, violento, desagradable y hasta incómodo, pero de gran calidad.