FICHA TÉCNICA
Título: Midway.
Dirección: Roland Emmerich.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 138 min.
Género: Bélico,
acción.
Interpretación: Ed
Skrein, Woody Harrelson, Patrick Wilson, Luke Evans, Aaron Eckhart, Nick Jonas,
Mandy Moore, Dennis Quaid, Darren Criss, Luke Kleintank, Alexander Ludwig, Mark
Rolston, James Carpinello, Tadanobu Asano, Jake Manley, Ellen Dubin, Keean
Johnson, Kevan Ohtsji, Brandon Sklenar, Russell Dennis Lewis, Tyler Elliot
Burke, Nobuya Shimamoto, Garret Sato, Robert Crooks, Johan
Strombergsson-Denora, Alexandre Dubois, Michael Daniel Murphy, Jason Smiley,
Dean Schaller, Adam Rogers, Svitlana Campbell, James Hicks.
Guion: Wes
Tooke.
Producción: Roland
Emmerich, Mark Gordon, Harald Kloser, Dong Yu.
Música: Harald Kloser,
Thomas Wanker.
Fotografía: Robby Baumgartner.
Distribuidora: Lionsgate.
CRÍTICA
SINOPSIS: En 1942, los japoneses atacaron por sorpresa
la base estadounidense situada en Pearl Harbour, dejando la flota naval tocada.
Pero la Armada Imperial Japonesa se dispone a dar el golpe de gracia a su rival
y destruirla completamente, y así obtener el dominio del Pacífico.
LO MEJOR: Roland Emmerich es un director que cuando se pone
serio es capaz de demostrar el talento que tiene, como en los casos de “El patriota
“o “Anonymous” (seguramente no la habrá visto ni Cristo). Pero, aunque ya lo descubrí
con mi adorada “Stargate”, su fama se ha debido como especialista en películas
de grandilocuentes efectos especiales (pero presupuestos muy inferiores de los
que la gente cree), sobre todo, en su faceta “catastrofista”. Es, por tanto, un cineasta
eminentemente comercial, al que el modelo “blockbuster” lo encaja como un
guante. En “Midway” ha aplicado parte del rigor de los dos primeros títulos
mencionados con ese sentido exacerbado del espectáculo. Y ahí, ya desde el
propio trailer, es honesto con su propuesta, que no es otra que la de una
película bélica, pero bajo los standares del cine que viene mostrando habitualmente
más compatible con los tempos del género de acción pura y dura, merced a la
gran cantidad de batallas que muestran. Porque es una de las películas bélicas más
espectaculares que he visto, si no la que más, con imágenes realmente
impresionantes, en ese desfile de buques y aviones que danzan por la pantalla protagonizando
multitud de combates aéreos, perfectamente coreografiados y planificados. Pero
que también se esmera en explicarnos como se desarrolló la estrategia militar
de las batallas (desde ambos puntos de vista) resaltando como clave los
aciertos de la Inteligencia Naval y el cambio en el modo de ataque en cuanto a
los vuelos en picado. Además, el contexto histórico y la secuencia de hechos es
aceptablemente fiel.
Interpretación: Tiene un muy buen reparto, aunque sus
personajes están tan cargados de tópicos que no llegan a lucir. Tal vez porque
precisamente el más protagonista es el eslabón más débil del elenco, Ed Skrein
(el primer Daario Naharis de “Juego de Tronos”). Su concurso no es estridente
pero deberían haber cargado las tintas más hacia los Woody Harrelson, Dennis
Quaid, Luke Evans Aaron Eckhart o Patrick Wilson (que diría que es el más
destacado).
Escena (spoiler): El tratamiento visual y musical, aunque
menos desarrollado y espectacular, causa más impresión que el mostrado en su
momento por Michael Bay. Se echa de manos algún duelo dialectico de tensión y
son las escenas de acción lo más destacado en todos los casos. Como la llegada
de los pilotos de Doolittle tras bombardear Tokio y perder sus aviones por falta
de combustible. Pero, sin duda, es todo el periodo de la batalla de Midway un
auténtico espectáculo visual, con la ofensiva aérea contra los portaaviones
japoneses, con esos vuelos casi kamikazes en picado para lograr acertarles. O
la maniobra del submarino norteamericano por debajo de la flota nipona. El
ataque al último de los buques más importantes de ésta, queda un tanto falto de
épica. Pero por el contrario, tiene un momento bastante dramático cuando sus
dos primeros oficiales deciden hundir el barco con ellos a bordo. Y luego está
la llegada del avión de Dick Best, ya casi a la deriva y su aterrizaje forzoso.
LO PEOR: Hay tantas escenas de batalla que casi parece una
película de acción y quizá le falte un poco de pausa entre ellas. La que podría
haber aportado más diálogo y más narración entre medias. Y bueno, ideológicamente
no se mete en ningún berenjenal. A la sorpresa del ataque japonés de Pearl
Harbour, aducen poco mas que despiste y no hacen insinuación de la teoría
conspiranoica de que quizá Estados Unidos llegó a permitir que le atacaran como pretexto
para entrar en la II Guerra Mundial vía Pacifico.
CITAS: “La
situación en el Pacífico es mucho peor de lo que han dicho”. “Hoy llevamos las
de perder pero demostraremos que vamos en serio”. “Recordaréis este día el
resto de vuestra vida”. “Es duro volar con alguien que parece que no le importa
volver”. “Pearl Harbor es el mayor fallo de inteligencia en la historia de
Estados Unidos”. “No voy a terminar como un prisionero de guerra, y tú tampoco”.
“Es bueno saber que al menos algunos de los hombres todavía quieren pelear”.
REFERENCIAS: No llega a ser
un remake en toda regla pues sus puntos de vista son bastante diferentes pero
viene a ser una revisión de “La batalla de Midway”, de 1976. Hay tantos duelos
aéreos que también recuerda a “Top Gun”. Y supera ampliamente a “Pearl Harbour”,
de Michael Bay.
CONCLUSIÓN: 7. Roland Emmerich da lo que promete, una película bélica plagada de imágenes espectaculares y escenas de acción perfectamente planificadas y coreografiadas. Eso si, nada más.
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