domingo, 22 de septiembre de 2019

Nación salvaje



   FICHA TÉCNICA

Título: Nación salvaje.
Dirección: Sam Levinson.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 110 min.
Género: Thriller, comedia.
Interpretación: Odessa Young, Abra, Danny Ramirez, Hari Nef, Bella Thorne, Bill Skarsgård, Suki Waterhouse, Susan Misner, Joel McHale, Anika Noni Rose, Maude Apatow, Cody Christian, Colman Domingo, J.D. Evermore, Noah Galvin, Joe Chrest, Kelvin Harrison Jr., Cullen Moss, Lukas Gage, Jeff Pope, Jennifer Morrison
Guion: Sam Levinson.
Producción: Manu Gargi, Aaron L. Gilbert, Anita Gou, David S. Goyer, Matthew J. Malek, Kevin Turen.
Música: Ian Hultquist.
Fotografía: Marcell Rév.
Distribuidora: Universal Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Las cazas de brujas en la localidad de Salem se han trasladado a la era moderna. Un hackeo masivo de los móviles de sus habitantes desencadena una oleada de violencia con el objetivo de encontrar a las “culpables”.
   LO MEJOR: Mi desconocimiento de la existencia de esta película ha provocado que su visionado me haya sorprendido generosamente en cuanto a lo atrevido de la propuesta. Ya en sus primeros minutos nos enumera las situaciones mas morbosas que vamos a ver, lo que indicaba que era una mera gamberrada exhibicionista y provocativa pero superficial. No lo es, su historia es un retrato mas profundo de lo que se pudiera esperar. Eso sí, lo hace a través de una muy acida parodia de la sociedad americana moderna, con enorme peso del humor negro. A parte de fondo, hay mucha forma, y mucho cuidado con el envoltorio estético en el que nos ofrecen el caramelo, juegan con las pantallas partidas (a veces triples) a modo de viñetas de comic. Con los travellings agresivos y la cámara lenta. Y no hay que perderse el detalle del uso de la música. Y ¿cómo retrata esa sociedad? Mediante una de las temáticas más indicativas actuales, las redes sociales, más en concreto, el fenómeno de la viralización. Un hackeo masivo de material privado a gran escala desata una brutal oleada de violencia desaforada, con lo que se muestra un ejemplo del fenómeno de la paranoia colectiva. No por casualidad, la localidad se llama Salem, haciendo alegoría a la famosa caza de brujas indiscriminada. Pero el guion de Sam Levinson, que escribe a parte de dirigir, la utiliza para confirmar un desfile de tendencias sexuales, actos violentos de gran variedad, el abuso de drogas y el uso de las armas de fuego. Y de verdad, no deja títere con cabeza.
   Interpretación: Seguramente el nombre que más llama la atención es el de Bill Skarsgaad (ya sabéis, el Pennywise del actual "It"). Sin embargo, su intervención no es lo más destacado. De hecho, es mas bien secundario. Los verdaderos protagonistas son un grupo de chicas, más o menos populares, como Odessa Young o Suki Waterhouse, que tampoco es que hagan unas grandes interpretaciones, pero cumplen.  Y otros rostros conocidos, aunque en segundo plano como Bella Thorne, Colman Domingo (“Fear of the walking dead”), Jennifer Morrison ("House") y Katryn Erbe (“El último escalón”).
   Escena (spoiler): Hay varias escenas en las que ponen de manifiesto que lo que nuestros móviles pueden revelar es capaz de destruir vidas, como la del director del instituto o la publicación de fotos de varios personajes. Pero los momentos mas importantes son cuando la escalada de violencia, con la confirmación del hackeo a gran escala, se hace patente. Comienza con el asalto, literalmente, de la casa donde se encuentran las chicas y se convierte en un baño de sangre. El intento de ahorcamiento en plena calle de Bex, el transexual en la ficción y en la vida real, Harry Nef. Su salvamento in extemis provoca un brutal tiroteo. La lucha de la supervivencia de Lily (Odessa Young) en la casa del vecino que solo quiere violarla. También tiene mucha tela. Pero la primera agresión está especialmente bien lograda, con el recorrido de una chica por todo el instituto con un bate de béisbol en la mano hasta llegar a Megan (Bella Thorne) y golpearla en la cabeza. El final reivindicativo en plan manifestación feminista sinceramente me sobra. Pero me quedo con un detalle. El ver a la gente por la calle con mascaras para que no se les pueda reconocer en ningún vídeo.
   LO PEOR: En ocasiones Sam Levinson se gusta mucho a sí mismo hasta el punto de ofrecer una dirección un tanto autocomplaciente, muy adornada y exagerada. Aunque parece que ésta ultima es absolutamente premeditada. Si, se recrea en la violencia, especialmente en la segunda parte, pero no parece que sea porque se la vaya la mano.
   CITAS: “¿Te imaginas que ésto se filtrara”. “La mitad de Salem ha sido hackeada”. “¿Cuanta gente se va a creer ésto?”. “Quien sabe, igual se enfadan y pelean”. “Vivo para este tipo de escándalo”. “Pueden matarme a mí pero no pueden matarnos a todas”. “Tal vez tu generación está un poco desensibilizada”.
   REFERENCIAS: Sam Levinson es el creador de la serie “Euphoria” y vaya que sí tiene que ver con los temas de esta película. Pero toda la segunda mitad de la película recuerda a “The purge”, de hecho, a toda la saga.
   CONCLUSIÓN: 7. Un retrato gamberro, exhibicionista y provocativo, pero no superficial de la sociedad moderna americana, a través de una violenta caza el brujas en la Salem del siglo XXI.



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