jueves, 5 de septiembre de 2019

Infierno bajo el agua



   FICHA TÉCNICA

Título: Infierno bajo el agua.
Dirección: Alexandre Aja.
País: Estados Unidos.
Año: 2019.
Duración: 87 min.
Género: Terror.
Interpretación: Kaya Scodelario, Barry Pepper, Morfydd Clark, Ross Anderson, George Somner, Anson Boon, Ami Metcalf, Annamaria Serda, Colin McFarlane.
Guion: Michael Rasmussen, Shawn Rasmussen.
Producción: Sam Raimi.
Música: Max Aruj, Steffen Thum.
Fotografía: Maxime Alexandre.
Distribuidora: Paramount Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un enorme huracán se aproxima a una localidad de Florida. Pero Haley, al no tener noticias de su padre, se salta los controles de evacuación para ir a buscarle. Pero tras encontrarle en su vieja casa, la inundación se les echa encima y con ella trae un terrorífico visitante que no esperaban.
   LO MEJOR: Que sería de los veranos sin las monster-movies de turno, si pueden ser de ambiente acuático mucho mejor. Películas cuya única pretensión es ofrecer un rato de tensión, dar un poco de miedo si se puede, pero sobre todo, entretener. Pues bien, “Infierno bajo el agua” da lo que promete y con creces, hasta el punto de ser uno de los mejores ejemplos de eso que se le pide a las películas veraniegas de monstruos. Y gran parte de la culpa la tiene Alexandre Ajá, merced a ese oficio que tiene en cuanto a mover la cámara eficazmente y a aplicar un alto ritmo de acción, agilizado en la labor de montaje. Apenas un par de respiros nos brinda el director galo, y como para que cojamos aire (nunca mejor dicho) para lo que nos queda. No hay espacio para el aburrimiento porque donde no hay acción, hay un suspense verdaderamente bien conseguido, marca de la casa. Ajá nos sumerge en una vorágine de persecuciones, mordiscos y mucho agua, tanto como para que sintamos el mismo agobio y claustrofobia que los personajes. Y es que tiene un gran realismo desde el punto de vista de la lógica. Nadie espere un “Sharknado”. El motivo de la presencia de la bestia está justificado, su comportamiento es consecuente, es el de un depredador que no es más que un animal, no es más listo que nadie. Que en algunas películas saben hasta latín. Por cierto, excelentes los efectos especiales, sin caer en la sobreexposición en virtud de ellos y en la fantasmada. En definitiva una propuesta veraniega muy divertida y más entretenida, muy satisfactoria.
   Interpretación: Tampoco es que esta clase de películas se esperen interpretaciones de Oscar precisamente. Pero en sus respectivos roles, los dos protagonistas están sobradamente creíbles. Más sorprendente si acaso en cuanto a Kaya Scodelario, que se desenvuelve más que dignamente en sus escenas de supervivencia. Barry Pepper, aunque con menos protagonismo, también cumple. Y entre los dos, hay la suficiente química como para que su relación de padre-hija un tanto distanciados, aunque tópica, funcione como vínculo dramático de ambos personajes.
   Escena (spoiler): No abusa excesivamente de este recurso pero que menos que haya un buen puñado de sustos para evitar que el espectador se acomode demasiado en la butaca. La primera aparición del caimán, sin música preparatoria ni tirar de un golpe de sonido, para darnos un susto morrocotudo. Pero la sorpresa mejor escondida en el tráiler, y ya es raro, es que lo que parecía un duelo a muerte con un cocodrilo no lo es. Al menos no con uno solo. Rápidamente otro susto nos revela que hay un segundo animal. Y no mucho después, descubrimos que la zona está infestada de caimanes. Lo que nos pone de manifiesto la caza que llevan a cabo de los tres chicos que están saqueando en las cercanías. Pero es que la película tiene escenas muy bien rodadas y resueltas, algunas de ellas de gran tensión. Como la de la tubería de drenaje, la carrera (a los caimanes) nadando de la hija, toda la secuencia de la cocina inundada, los ataques al amigo, al padre (amputación incluida) y a ella misma, llegando a cogerla del brazo.
   LO PEOR: Es lo que es y va de lo que va. Que nadie pida un “Tiburón”. Por otra parte, para ser Alexandre Ajá, está bastante comedido. Muy alejado del despiporre de sangre y gore de su versión de “Piraña”. Cuidado que tampoco es que se corte, sangre hay, y un gran número de ataques, pero no ha tirado por la exhibición de lo explícito más de lo que cualquier otra película del género.
   CITAS: “Cojan a sus familias y a sus seres queridos y váyanse. No podremos ir a por ustedes”. “En menos de una hora nos habremos ahogado”. “No pienso dejarte aquí”. “Tienes que irte ya”. “Voy a por tí bicho de mierda”. “Soy una super depredadora”. “Vamos a por esas lagartijas”.
   REFERENCIAS: No tiene el humor que Ajá imprimió a “Piraña 3D” y se encuentra más en la línea de “Mandíbulas” y “El territorio de la bestia”. Aunque la definiría como un cruce entre “Black water” e “Infierno azul” (como les gusta a los traductores patrios poner la palabra “infierno” en los títulos aunque no tengan nada que ver con los originales).
   CONCLUSIÓN: 7. Muy divertida y entretenida monster-movie típica veraniega, merced a un buen ritmo de combinación de acción y suspense y el oficio de Ajá tras la cámara.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...