martes, 30 de septiembre de 2025

Escenas Míticas: Especial Fantasmas - The Haunting (1999)

 

   No es precisamente recordada por su gran calidad aunque personalmente, con el tiempo, ha terminado por parecerme una película simpática y todos sus defectos, que no son pocos, han llegado a resultarme cada vez más divertidos. Tampoco voy a decir que se haya convertido en un título de culto y que con ese paso de los años se haya revalorizado. Solo eso, que me parece divertida.




   Porque en su momento fue masacrada por la crítica, aunque económicamente no salió tan mal. Desde luego, no tuvo en taquilla lo que esperaba pero sí al menos lo suficiente como para no perder dinero. Costó 80 millones de dólares y recaudó 177. Además de ser una película bastante alquilada en videoclubs. Por contra, fue nominada a cinco Razzies, que no ganó, pues se los llevó todos “Wild Wild West”.



   Pero hay algo que me encanta de ella, y es su dirección artística, el diseño del interior de la casa, donde prácticamente se desarrolla enteramente, es impresionante. Una casa que existe realmente, perteneciente a la Universidad de Evansville, en Inglaterra, y se ha usado durante años como residencia para estudiantes. Pero tranquilos, su interior es muy diferente al de la película. Eso se recreó en decorados de estudio de producción, en Estados Unidos.



   Parte de la novela de Shirley Jackson, “La maldición de Hill House”, si, como la miniserie de Netflix, a cargo de Mike Flanagan, que también toma como base el libro pero con una historia totalmente distinta. De hecho, prácticamente, lo único que coge es la casa. En este caso, la película es mucho más fiel al argumento descrito en el texto original.



   Las películas, porque en realidad esta es un remake de “La mansión encantada”, que dirigió Robert Wire en 1963. Y de la cual, por mucho que se empeñaron los productores, no consiguieron los derechos por lo que, aunque el director, Jan de Bont, era un admirador de ella, no pudo incluir ningún guiño u homenaje a ella. Y tuvieron que cambiar todos los nombres de los personajes.



   Un Jan de Bont que llegó al cine como director pero de fotografía, realizando la de películas como “La jungla de cristal, “La caza del Octubre Rojo” o “Instinto básico”. Y que comenzó muy bien en la dirección de películas con dos enormes éxitos, “Speed” y “Twister”. Pero ya en su tercera incursión, “Speed 2”, patinó, al menos en cuanto a crítica. Caída que se confirmó con esta “The haunting”. Aunque fue “Lara Croft, la cuna de la vida”, su puntilla, y desde entonces, 2003, no ha vuelto a dirigir. Una filmografía muy corta.



   No fue la primera opción. Se barajaron los nombres de cineastas de la talla de Joe Dante, David Fincher y Steven Spielberg. Que quería pero por motivos de agenda no pudo hacerlo. Pero si se quedó como productor ejecutivo. Spielberg había tenido la intención, de haber podido dirigirla, de enfocarla desde un plano más psicológico. Por lo que cuando vio el montaje final de Jan de Bont, como un puro blockbuster, quiso renunciar a que apareciera su nombre vinculado a la película.



   También, por esos años, Wes Craven tuvo la intención de realizar un remake de la misma historia pero en un proyecto diferente para el que no tuvo financiación, por lo que terminó haciendo “Scream”, creando y renovando uno de los mejores slasher modernos y una saga que sigue activa a día de hoy, esperando su séptima entrega.



   El reparto no estaba nada mal aunque es cierto que el casting no fue demasiado acertado porque tenían una nula química entre ellos. Pero no se puede negar que tenía nombres de primer orden, como Liam Neeson, que las pasó moradas en la escena de la escalera pues sufre de vértigo por lo que el miedo era real, Catherine Zeta Jones, Owen Wilson y Lili Taylor, la verdadera protagonista. Además de las breves intervenciones de Bruce Dern y Virginia Madsen.



   El primer borrador del guion fue, nada menos, de Stephen King, pero fue rechazado, y el libreto terminó siendo escrito por David Self, que debutaba en la materia y terminó siendo un desastre. Sin embargo, sus dos siguientes trabajos en la escritura fueron notables, los guiones de “Trece días” y “Camino a la perdición”.


   Las mayores críticas se concentraron en el abuso de los efectos digitales, que en aquella época quedaban bastante resultones pero que no daban miedo. Y esa es la verdad, es una película entretenida, incluso divertida, pero no terrorífica.

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